El antiguo ritmo de la vida con sus ritmos semanales, mensuales y estacionales da estructura y nutre nuestra propia vida.
Estarás de acuerdo conmigo en que no es lo mismo vivir un sábado, que un martes, ni tampoco el mes de julio que el de diciembre, ni la primavera respecto al otoño.
Nuestra forma de afrontar estos ritmos cambia bastante a lo largo del año, no sólo exteriormente sino también en nuestro interior. Te puedo asegurar que me levanto mucho más relajada y tranquila un domingo que un lunes y que vivo el invierno como un momento de interiorización y recogimiento mucho mayor que el verano.
Los niños viven con nosotros estos cambios de los ritmos anuales también y si queremos ofrecerle una vida más natural y consciente está bien ayudarles a conectar con ellos de una manera que puedan entender.
¿Cómo enseñarle a un niño pequeño, qué es un año, cuántos meses tiene un año o qué sucede en el trascurso de un año?
He descubierto una manera maravillosa de hacerlo, que nace de la “Educación Cósmica” de María Montessori, pero adaptada a la pedagogía Waldorf, y por eso mismo lo he llamado el calendario anual Waldorfssori.
¿Cómo enseñar el ritmo anual a los más pequeños?
He visto a muchas maestras de infantil enseñarles a los niños día tras día el típico calendario en DINA-3 con sus cuadrículas en blanco y los numeritos que indican los días.
También he visto que los niños no acaban de entender qué les están contando. Después de todo un número escrito (y nada menos que hasta el 31) es todavía un concepto demasiado abstracto para ellos, y bueno, el encargado del día se levanta todo obediente y hace como puede una “X” bien grande en el día que toca, coloca una nube o un sol, según el tiempo que haga, y luego vuelve a su sitio… y siempre que lo he visto me queda la sensación de que el niño no tiene ni idea de lo que acaba de hacer, carece de sentido para él.
¿Cómo hacérselo llegar de otra manera más visual, intuitiva y que el niño pueda manipular y vivenciar?
El calendario anual Waldorfssori
Ya había visto este calendario de madera alguna vez en internet y me había quedado absolutamente prendada de él, pero no lo había visto disponible en ninguna tienda en España. Por suerte los amigos de Veobio (tienda on line de juguetes ecológicos que colaboran conmigo en el blog desde hace meses) se han atrevido a incorporarlo a su tienda, ¡y por fin hemos podido disfrutarlo!
Se trata de una base circular inspirada en las enseñanzas de María Montessori y que simboliza el Sol, en torno al cual la Tierra gira una vez al año.
El calendario tiene en realidad dos partes, una primera base de madera con 12 segmentos de colores que simbolizan los 12 meses del año, en los que cada estación está representada con sus respectivos colores, siguiendo la gradación del arcoíris (esto es típico de los juguetes Waldorf), y otra base más grande con 31 agujeritos, en los que cada día se coloca una bolita de color y así podemos saber cuándo empieza y acaba cada mes.
¿Cómo funciona el calendario anual?
El primer día de un mes colocamos en el anillo central el segmento del mes correspondiente, que además tiene una figura de madera representativa y colocamos la primera bolita en el disco exterior.
Así haremos hasta que finalice el mes (cada día una bolita) y podamos entonces incorporar el siguiente segmento.
Nosotros ponemos la bolita antes de desayunar y forma parte ya del ritmo de casa. Actualmente nuestro calendario tiene este aspecto, ¡cuánto ha avanzado ya el 2015!
Además, durante todo el mes, cada vez que se ha completado una semana (de lunes a domingo, esto lo sabremos por los colores de las bolas), ponemos una bola también en el segmento del mes (donde hay 4 agujeritos que simbolizan las semanas).
De esta manera el niño/a aprende y “entiende” de forma muy visual cómo se va completando el mes y el año,desarrollan más fácilmente un sentido para entender períodos más largos de tiempo y son más conscientes de los cambios que acontecen durante todo un año, porque así las estaciones también se hacen visibles.
Los meses y las estaciones
En este calendario cada mes tiene un color. Desde enero, que es azul oscuro, hasta diciembre, que es color púrpura, los meses pasan por la gradación de colores del arcoíris, que si te fijas, agrupan también las estaciones.
Invierno: púrpura y azules
Primavera: Verdes
Verano: Amarillos y naranjas
Otoño: Rojos y marrones
Además cada mes se asocia a una figura representativa, obsérvalas un momento y verás como todas tienen un sentido:
El color de los días de la semana
Los días vienen representados en este calendario por bolas de madera de colores.
Muchas culturas antiguas creían que todos los días de la semana tenía su correspondiente planeta, color, e incluso grano y olor. Esta creencia ha sido adaptada por las escuelas Waldorf de todo el mundo.
Los colores correspondientes a los días son:
Lunes – Luna - Arroz - púrpura / violeta - Jazmín
Martes –Marte - Cebada - Red - Clavo
Miércoles – Mercurio – Mijo – Amarillo – Copal
Jueves - Júpiter - Centeno - Naranja - Cedro
Viernes - Venus - Avena - Verde - Rosa
Sábado - Saturno - Maíz - Índigo - Mirra
Domingo - Sol - Trigo - Blanco – Incienso
(Aunque en este calendario el domingo las bolitas son de color fucsia)
He visto que hay familias Waldorf que incluso utilizan los colores del día también en la ropa, en los alimentos que preparan o buscando objetos que sean del color del día para decorar la vela de la mesa familiar, que ya te expliqué cómo utilizamos en el post de 11 maneras de aplicar la pedagogía Waldorf en casa.
Las fechas especiales
Este calendario ayuda mucho también a que los niños entiendan cuándo llegan los días especiales. Este verano lo hemos utilizado por ejemplo para indicar cuándo era el cumpleaños de Sunflower.
Como ella sabe que su cumpleaños es en verano, una pregunta frecuente durante todo el verano ha sido ¿cuánto falta para mi cumple?
En el calendario le indicamos con una velita qué día era, y así ella podía visualizar y entender cuántos días faltaban. Cuando veía que faltaban pocas bolitas hasta llegar a la vela, su emoción era máxima.
También lo hemos utilizado para indicar cuándo empezaba el cole, pues también lo preguntaba a menudo, tenía muchas ganas de volver a su querida escoleta.
En definitiva, un calendario que nos ha fascinado y que usamos a diario. Si te gusta, lo puedes encontrar en Veobio.
Otras propuestas de calendario
Como ves, me encanta este calendario y lo recomiendo muchísimo, aunque tiene un inconveniente y es su precio, que aunque se puede amortizar pues es de muy buena calidad y se podría utilizar durante años, a priori puede parecer caro.
Pero con sinceridad pienso que al menos los colegios podrían hacer un esfuerzo e invertir en este calendario para sus aulas, sé bien que muchas veces el presupuesto anual de la etapa de infantil se invierte en otras cosas o materiales, que desde mi punto de vista no son tan importantes. Y además ahora está disponible en España gracias a Veobio, con lo que al menos los portes son más baratos.
En cualquier caso, por favor, que no enseñen más a los niños pequeños el ritmo anual con calendarios impresos DINA-3!!! Y siempre existe la opción de construir calendarios DIY inspirados en éste, bien con cartones, con cerámica fría y canicas, o incluso con madera. ¿Te atreves?
De momento, te dejo algo parecido, estas plantillas de calendario anual y semanal que he encontrado en internet (aunque está en alemán y en inglés), para poder imprimir y pintar en papel, solo falta añadirle un encuadernador en el centro para que puedan girar las ruedas.
Y como siempre te espero en los comentarios encantada.
<<La educación es un proceso natural realizado por el niño y no se adquiere escuchando palabras, sino por las experiencias en el medio ambiente. - María Montessori>>
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