Mi hijo usa el ordenador de manera habitual. Intentamos que sea un uso responsable y contenido, es decir, controlamos lo que hace con él y las horas que lo utiliza. No queremos que en ningún caso el ordenador sea un sustituto de: jugar, salir a la calle, hacer los deberes, compartir momentos familiares y etc... ni que ocupe el 100% de su tiempo (que si lo dejáramos, él encantado).
Es una actividad más y por ello lo enfocamos de manera educativa, utilizando programas o webs en las que el juego le aporte algo más, al menos la mayor parte del tiempo posible.
Cuando se sienta con el ordenador, son tres las vías con las que juega o se entretiene, principalmente: juegos instalables, webs de actividades para niños y Youtube. En la primera no hay problema ya que una vez ejecutado el juego la tranquilidad está asegurada. Pero cuando juega a través de webs o ve alguna serie o video infantil en Youtube el tema cambia.
El principal problema de que mi hijo se mueva por internet no es la web en la que juege, es la curiosidad innata de los niños, y la suya en especial, por clickear todo aquello que les resulta llamativo o buscar más juegos interesantes y que esto les puede llevar a lugares poco seguros.
Además, siempre que mi hijo coge el ordenador, si no estamos pendientes se nos acaban descargando barras de navegación y puñeterías varias que te desconfiguran el navegador, ralentizan el equipo, impiden la ejecución de programas, y luego no hay quien las quite. Ante eso, nada como instalar un antivirus gratuito que te avise de cuándo se esta descargando alguna herramienta peligrosa para tu equipo informático.
Por ello es fundamental ejercer un buen control parental, para evitar que nuestros hijos tengan acceso a contenido inadecuado.
¿Qué contenido es inadecuado a los niños?
Todos sabemos qué es lo que no queremos que nuestros hijos vean o jueguen. Cada padre puede delimitar aquello que considera inadecuado según su percepción, pero de manera general hay contenido que no se considera apto para menores de edad y con el que hay que tener especial cuidado, dadas sus consecuencias. Para mi es importante proteger a mis hijos ante:
Páginas web o videos de de sexo, drogas, armas y violencia (sobre personas, animales u objetos, ninguna violencia es recomendable). Ya sabemos que se aprende de lo que se ve.
Páginas web o videos que utilicen vocabulario vulgar o o soez.
Juegos de azar o cualquier contenido no apto para menores de edad
Páginas web que propicien el ciber-acoso (chats, foros, redes sociales, sabemos que muchos pedófilos se crean falsos perfiles para ganarse la confianza de nuestros hijos)
Páginas web de compra inseguras. Con un click tus datos bancarios pueden caer en manos peligrosas.
Páginas web, banners o pop-ups de descarga de malware. No es un peligro para los niños en sí pero sí para tu equipo informático.
Por eso debemos enseñar a nuestros hijos a hacer un uso responsable del ordenador, enseñarles dónde pueden navegar, dónde no deben meterse ni clickear. Lo ideal es acompañarlos en estos momentos para ejercer un control activo. Pero seamos realistas, no podemos estar como centinelas a la espalda de nuestros hijos mientras pasan el rato en el ordenador, y la realidad es que muchos padres aprovechamos estos momentos de "tranquilidad" para realizar otras tareas.
Si queremos estar tranquilos mientras nuestros hijos navegan por internet, además de mantener nuestra atención sobre ellos, podemos instalar un antivirus gratuito que nos ayude a establecer un control parental efectivo que permita a nuestros hijos usar el ordenador con seguridad, evitando que entren en webs o utilicen recursos peligrosos o inadecuados.
¿Qué es el control parental?
El control parental es una herramienta que ayuda a los padres a controlar el acceso de los niños a contenido inapropiado cuando usan el ordenador. Ojo, NO es un sustituto de la vigilancia y responsabilidad de los padres. Es una ayuda. Esto quiere decir que nosotros como padres somos los principales responsables en el correcto uso del ordenador por parte de nuestros hijos.
El control parental nos permitirá establecer una serie de filtros para impedir el acceso de nuestros hijos a todo aquello que consideremos inadecuado, ya sean programas, páginas webs o aplicaciones, de manera que podremos, entre otras acciones:
- Limitar el tiempo de uso del equipo informático
- Bloquear el contenido al que no queremos que tengan acceso
- Saber qué páginas han visitado o qué programas han utilizado
Estableciendo estas barreras físicas y vituales reforzamos nuestro control y evitamos que los niños lleguen a aquellos lugares que no queremos para ellos. No olvidemos que interned es una red y que es muy fácil ir de oca a oca con solo un click.
Así que nosotros aplicamos fundamentalmente estas dos medidas:
La educación responsable en el uso de las nuevas tecnologías, es decir, delimitar qué programas puede utilizar y cuales no, qué páginas web puede visitar, dónde no debe nunca clickear. Le enseñamos a usar los programas, jugamos con él, vigilamos sin que parezca que vigilamos, si quiere ver algún video o serie infantil en Youtube lo vemos con él. Estamos siempre cerca de él, sin perder de vista lo que hace.
El control parental como herramienta complementaria a nuestra vigilancia. Delimitamos su tiempo de uso (y nos evitamos dramas, el ordenador se apaga en el tiempo acordado y sabe que una vez se apague ya no puede seguir jugando) y configuramos el uso adecuado para él de tal manera que solo tiene acceso a programas o webs infantiles.
Evidentemente, la manera más eficaz de evitar estos peligros es impidiendo el acceso de los niños a internet. Pero no nos engañemos, también pueden aprender mucho de las nuevas tecnologías y no creo que la prohibición sea la protección más efectiva. No hay nada más atractivo que lo prohibido y eso puede llevarles a usar internet a nuestras espaldas, y ahí es imposible protegerles efectivamente.
Las nuevas tecnologías son muy útiles y pueden ser muy educativas si hacemos buen uso de ellas. Y están tan presentes en nuestras vidas que es cuasi imposible que nuestros hijos no tengan acceso a ellos. Así que, en lugar de tenerles miedo incorporémoslas a nuestra vida como una herramienta más, dándole un uso razonable y responsable. Enseñémos a nuestros hijos a usarlas responsablemente.