Tu vida se divide en parcelas. Son como porciones de una tarta, donde cada pedazo corresponde a un área de tu día a día: trabajo, vida social, tiempo libre... Antes de tener hij@s, estas parcelas o porciones están más o menos repartidas según tus prioridades. Sin embargo, cuando los tienes, la maternidad se convierte en una gran porción que deja oculta la mitad del pastel. El cansancio, las carreras constantes, las listas interminables de tareas... y en general, el ritmo frenético de vida, no te dejan ver este desequilibrio.
¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE ESTO PARA TI?
Pueden ocurrir dos cosas:
1. Aún no te has dado cuenta de ese desequilibrio: cuando estás metida en la rueda de trabajo-casa-niñ@s, en esa carrera constante por sobrevivir al día:
te sientes agotada: no se puede vivir en una carrera permanente y el cuerpo lo sabe. Tu mente está saturada de pensamientos y emociones que no puede procesar, porque no tienes tiempo. Se te acumula lo pasado con lo futuro y te acuestas frustrada con la sensación de haberte quedado a medias en casi todo.
Se te escapa el presente: estás tan ocupada con tus tareas pendientes, que no puedes disfrutar del momento. Tu mente salta de un pensamiento a otro sin tregua y eres capaz de vivir "aquí y ahora". Esto te impide saborear momentos con tus hij@s o tu pareja y lo sabes. Así que vuelve el sentimiento de culpabilidad una y otra vez.
Te sientes atada: haces tanto cada día y llevas tanto tiempo haciéndolo, que te sientes atrapada. La idea de no estar disponible para los demás, aunque sea porque te has puesto enferma, te hace temblar. Sientes que no puedes permitírtelo porque todo tu mundo se vendría abajo.
2. Te has dado cuenta de ese desequilibrio: Alguna circunstancia te ha frenado el tiempo suficiente como para darte cuenta de tu situación:
Te sientes perdida: has estado tanto tiempo lejos de ti, de tus sueños, tus hobbies, tus deseos, que no recuerdas ni quién eres. No tienes sueños, ni metas... no sabes dónde buscarte uno para darle un nuevo sentido a tu vida.
No sabes quién eres: te fuiste de ti hace unos años y sin despedirte, antes de tener a tus hij@s. Y ahora te encuentras contigo y no te reconoces. No eres la misma, has madurado, tu situación es diferente... hasta tu cuerpo no es el mismo.
Te sientes irritada: sabes que necesitas tiempo para ti, para poder encontrarte, pero no lo tienes. Tu vida lleva funcionando demasiado tiempo sin ese espacio para ti y bulles por dentro cada vez que se te pasa una idea por la cabeza y no puedes desarrollarla.
Como ves, son muchas las consecuencias de este desequilibrio y se pasa bastante mal. Lo sé porque he pasado por los dos momentos y he vivido en primera persona todas esas sensaciones. También puedo afirmar que esta situación tiene solución y puedes volver a SER MUJER, además de madre ;)
¿QUÉ PUEDO HACER PARA RECUPERAR MI IDENTIDAD COMO MUJER?
Lo más grande que puedes hacer por ti es ELEGIR CAMBIAR. Debes tomar la decisión y estar decidida a cambiar. Si no lo tienes claro, nada de lo que te cuente a continuación te servirá. No hay post en el mundo ni personas en el planeta que puedan tomar esa decisión por ti. Tú debes elegir SER MUJER. Recuperar tu espacio personal para desarrollarlo. Luego lo llevarás más lejos o menos, harás una revolución más grande o más pequeña. Pero sea como sea debe ser una decisión propia.
1. Prioriza: a estas alturas de la película debes saber que no puedes llegar a todo. Es imposible y además no lo necesitas. Solo tienes que llegar a lo que tú quieras llegar. Elige solo aquello que te acerca a tu meta y descarta lo que te aleja de ella o simplemente no te aporta nada. Al principio puede costarte, así que empieza con gestos pequeños. En este post hablaba sobre esto y estoy segura que te va a encantar ;)
2. Delega: no puedes hacerlo todo ni debes hacerlo todo. ¿qué tareas pueden hacer otras personas? Por pequeñas que sean, aunque pienses que tú eres más rápida, lo haces mejor o que no te cuesta. Delega. Haz un filtro y delega sin remordimiento. Tener tiempo libre para ti es un derecho y toda tu familia tiene el deber de ayudarte a conseguirlo.
3. Experimenta: hacer cosas nuevas despierta tus sentidos. Para encontrarte de nuevo o construirte una nueva identidad necesitas ser creativa. Y la creatividad hay que estimularla y entrenarla para que te lleve a dónde quieres llegar. Incluso cuando no sabes bien dónde quieres ir. Ve a exposiciones, sal al campo, haz manualidades, crea recetas... pon tu mente a funcionar.
4. Aprende: si algo me ha enseñado la maternidad, es que la vida está llena de posibilidades cuando la ves con los ojos de un niñ@. Es más enriquecedora cuando sientes que aún te quedan cosas por aprender. Por eso Medias y Tintas empezó como plataforma de formación. Porque la formación, sea de lo que sea, te abre la mente, te da opciones, te descubre talentos ocultos, pasiones y sueños. Porque es la llave que abre la puerta de las oportunidades. De ser quien quieras ser.
Espero que este post te sirva de inspiración y te ayude a recuperar la parcela que sostiene todas las áreas de tu vida: SER MUJER.
Si crees que puede serle útil a alguien, ¡no dudes en compartir este post! y por supuesto, cuéntame. ¿En qué situación te encuentras tú? ¿has tomado tu decisión? ¿te sientes atrapada?
¡Un abrazo enorme!