No sé qué tal les sentará a vuestros hijos el coche, para Olivia nunca ha sido santo de su devoción.
Cuando era muy, muy bebé fue algo más fácil, si conseguíamos cuadrar las horas de sueño aguantaba bastante bien el trayecto, pero conforme ha ido creciendo la cosa ha ido a peor. Cierto es que últimamente se entretiene más y le cuesta un poco menos, pero también es verdad que hemos echado mano de esos “trucos” que nos prometimos nunca utilizar.
Me hace mucha gracias eso de “¡si los niños es subirles en el coche y se quedan fritos!”. ¡Ja, ja, ja!, me río por no llorar.
Después de estos casi 2 años de “investigación y desarrollo” he llegado a la conclusión de que las claves para hacer un viaje en coche con niños de la manera más “mentalmente saludable” posible, son tres: horarios, comida y entretenimiento.
HORARIOS
Creo que es clave elegir el momento en el que iniciamos nuestro viaje. Hablo de viajes de dos horas o más. Para media hora si la cosa se nos complica, podemos optar por aguantar un poco el chaparrón e intentar entretenerles de la mejor manera posible.
Todos los viajes que hemos hecho con Olivia desde que nació, hemos intentado que cuadrasen con alguna siesta o sueño nocturno. Pasar parte del viaje con nuestro hijos dormidos es un plus de relax y tranquilidad que no tiene precio.
Si vuestros hijos son de esos que se duermen automáticamente según se suben en el coche, los horarios serán lo de menos, pero si son como Olivia que no se duermen a no ser que estén rotísimos, es importante elegir el momento perfecto para salir.
Cuando hemos hecho viajes de 5 horas o más, hemos procurado salir de madrugada, sobre las 4 y media aproximadamente. De esa manera nos hemos asegurado que Olivia fuese dormida durante al menos 3 horas. Me entenderéis cuando os digo que 3 horas en coche sin lloros, ni quejas es como irte a un spa durante un fin de semana.
Cierto es que depende de donde sea el viaje, a las 8 o las 9 de la mañana estás en tu destino, pero estando de vacaciones, esto es lo de menos. Un desayuno completito y un paseo hace que el tiempo pase volando y llegue la hora de ir a la playa en un santiamén. Yo prefiero “perder tiempo” en tierra firme que el estrés de viajar con un bebé al que no le gusta ir en coche.
COMIDA
La comida también es muy socorrida, y en especial la menos saludable. El coche tiene un factor selectivo que hace que los niños coman gusanitos y galletitas como si no hubiese un mañana, pero que les hace rechazar la fruta como si fuese el mismísimo demonio.
Entre gusanito y gusanito, pasamos el rato y ya tenemos otro ratito del trayecto que nos ventilamos si demasiados dramas.
ENTRETENIMIENTO
En este apartado se incluye todo aquello que podáis imaginar. Canciones, juegos y aparatos electrónicos.
Nosotros siempre hemos intentado no usar el móvil y la tablet, pero he de reconocer que últimamente ambos se han convertido en unos buenos compañeros de viaje.
Después de cantar todo lo cantable y jugar a todas las “tonterías” habidas y por haber para intentar entretener a Olivia a veces con éxito y otras no tanto, hemos tirado de tablet.
Sí, eso que me prometí que nunca haríamos,lo hemos hecho y me siento tan a gusto cada vez que la veo relajada en el coche viendo sus dibujos, que no me siento ni un poquito mal, nada de nada.
Cierto es que Olivia es un poco selectiva y tampoco es una niña que se quede durante mucho tiempo embobada con los dibujos, pero hace tiempo encontré su talón de Aquiles, esa peli que le encanta y que la entretiene por un rato largo. “Trolls” ha sido uno de nuestros grandes descubrimientos. Estas vacaciones se la ha visto en el coche por lo menos 3 veces y todas ellas disfrutando como si fuese la primera vez.
Aunque los trayectos cortos en ocasiones siguen siendo un poco complicados (me niego a ponerle la tablet para 20 minutos), he de reconocer que en los viajes largos este verano, entre unas cosas y otras, se ha portado de 10. Madrid-La Manga ya es un trayecto larguito, pero Madrid-Conil y vuelta, ni os cuento, y echando mano de los truquillos que os he comentado han sido unos viajes más que llevaderos.
Eso sí, aunque se haya portado más que bien en los viajazos que nos hemos marcado este verano, confirmadísimo que el coche sigue sin ser santo de su devoción.
¿Cómo llevan vuestros peques los viajes en coche? ¿Cuáles son vuestros trucos para hacerlos más llevaderos?