La dislexia es un tema que no había tratado antes en el blog. Ya sabes que, generalmente, suelo tratar temas que, o bien tienen una relación directa con mi forma de trabajar en el aula, o bien investigo para poder ayudar y trabajar mejor con alguno de mis alumnos.
Hace unas semanas me encontré con este reto, y he sido consciente de los pocos recursos de los que sistema educativo dispone y como, al menos en el caso con el que yo me he encontrado, no se ha hecho absolutamente nada, dentro del centro, para ayudar a este alumno.
He investido un poquito sobre este tema, obviamente, aplicado al aprendizaje de una lengua extrajera, y hoy voy a dejaros algunas actividades o trucos que los profes de inglés podemos hacer para ayudar a los alumnos con este tipo de dificultades.
En primer lugar, y para los que no estéis muy familiarizados con este concepto, según la RAE, la dislexia es: “La dificultad en el aprendizaje de la lectura o la escritura, frecuentemente asociada con trastornos de la coordinación motora.”
Si queremos una definición un poco más detallada, podríamos decir que la dislexia es: “La dislexia es un trastorno de aprendizaje que se caracteriza por una dificultad significativa en el aprendizaje de la lectura y de la escritura, en ausencia de alteraciones neurológicas y/o sensoriales que lo justifiquen.”
Teniendo en cuenta estas definiciones, y las dificultades con las que estos alumnos se encuentran para leer y escribir, imaginad las dificultades con las que se encontrarán a la hora de aprender una segunda lengua…
Es fundamental que cuando nos encontremos con un caso de dislexia, todo el equipo docente haga un esfuerzo para adaptar, en la medida de lo posible, sus procesos al alumno con dificultades, porque en caso contrario nunca avanzaremos.
¿Qué podemos hacer los profesores para ayudar a estos alumnos?
Cuando nos encontramos con una dificultad de este tipo, todos tendemos a “tapar” de alguna manera lo que consideramos un problema, pero esto no puede ser así. Antes de proceder a adaptar y preparar actividades que ayuden a estos alumnos, debemos desarrollar algunas pautas y estrategias generales que ayudarán muchísimo a crear un entorno de aprendizaje apropiado.
Comunicar a todo el equipo de profesores las dificultades del alumno. Una vez todos los profesores lo saben, hacer saber al alumno que todos están al corriente, y que TODOS de forma coordinada y conjunta le ayudarán.
Comunicar al resto de alumnos las dificultades de su compañero. Cuando hablamos de alumnos de 3º ciclo de primaria, de la ESO y bachillerato, la forma de comunicar a los alumnos esto es fundamental para que no haya un rechazo y que lo vean como algo en lo que se puede trabajar y que, realidad, podría pasarle a cualquiera. Os dejo un par de actividades que podríais hacer en clase:
Mural sobre la dislexia. Divide la clase en grupos y pídeles que cada uno prepare un mural sobre este trastorno. Podéis ir apuntando en la pizarra lo que cada grupo ha encontrado y platear posibles soluciones para cada una de las características del trastorno.
Personas relevantes con dislexia. Divide la clase en grupos y proporciona a cada uno el nombre de un personaje conocido, por ejemplo Einstein, Tom Cruise, Michael Jordan, Bill Gates entre otros. Cuando los alumnos presenten cada trabajo, pregúntales qué creen que tienen en común los personajes. Seguramente se sorprenderán cuando vean que todos estos personajes tienen dislexia, pero les ayudará para ver que no es un problema para desarrollar una carrera profesional de éxito.
Una vez que, tanto profes como alumnos, son conscientes de las dificultades de su alumno y compañero respectivamente. Es importante que reforcemos las áreas y habilidades en las cuales el alumno con dislexia se siente cómodo, además de potenciarlas al máximo.
Evitar que el alumno copie enunciados o información escrita así como preguntas dictadas.
Buscar refuerzos visuales o auditivos para trabajar los contenidos de las diferentes materias. Presentaciones de PowerPoint, mapas conceptuales, documentales y películas, etc.
Permitir al alumno utilizar herramientas como un ordenador personal para tomar apuntes y una grabadora para grabar en audio las clases.
¿Cómo podemos adaptar las actividades de inglés?
Para poder responder a esta pregunta es fundamental que tengamos en cuenta que estos alumnos tienen una forma de pensar predominantemente visual.
Esto quiere decir que estos alumnos necesitan forma y sonido, ya que tienen serias dificultades para reconocer el sonido de cada letra y poder automatizar esta información.
Por tanto, para poder adaptar nuestra clase y actividades a ellos, deberíamos:
En primer lugar, que tengan muy claros los objetivos del curso y de cada uno de los temas. Es importante que les expliquemos de antemano cómo vamos a trabajar, y que sigamos una rutina clara.
Crear asociaciones con imágenes, para aprender con más facilidad el vocabulario en inglés. Básicamente son actividades que les permitan componer y recordar la forma ortográfica de las palabras más significativas. Por ejemplo:
Formar palabras con letras móviles y asociarlas a su imagen.
Jugar a juegos tipo “memory” con parejas de tarjetas que tengan por un lado la imagen y en el otro la palabra. Esta actividad podéis utilizarla para trabajar tanto en la lengua materna como en la lengua extrajera.
Preparar diccionarios visuales personalizados.
Con pestañas laterales que contengan el abecedario.
Que asocien la palabra a una imagen y no una definición.
Siempre que sea posible, fomentar la lectura en voz alta por parte de un adulto. Si en el entorno del alumno nadie controla el idioma, se pueden utilizar aplicaciones y libros digitales como los que comenté en este post de hace unos meses. Muchas de estas aplicaciones van leyendo la historia mientras se van marcando las palabras leídas. Esto está genial para que asocien la palabra con el sonido.
Es muy importante que, además, no les corrijamos las faltas de ortografía de forma estricta. Permitiendo la transcripción fonética de las palabras, por ejemplo, school – escul; orange – oranch, etc. De esta manera estamos priorizando la integración oral de las mismas.
Utilizar apps y juegos online en los que se trabaje la asociación de la imagen con la grafía y sonido de la palabra. Con este tipo de herramientas podrán trabajar en casa de forma autónoma y no necesitan a alguien que conozca el idioma.
Es bueno que siempre tengan a mano y a la vista las fórmulas de estructuración gramatical de las frases, por ejemplo: sujeto + verbo + adjetivo + nombre. Y los esquemas de estructuración de los distintos tiempos verbales. De manera que les resultará más fácil componerlas.
Dictados preparados. Si vamos a realizar un dictado en clase, proporcionar este dictado al alumno con anterioridad.
Espero que si tu hijo o alumno tiene este tipo de dificultad, estos “trucos” te sirvan y que, sobre todo, le ayuden a él o ella.
¡Gracias por estar ahí!
“En educación más importante que ganar tiempo es, precisamente, perderlo.”
Jean-Jacques Rousseau
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