Una de las conclusiones de estos estudios es que la percepción de riesgo de las nuevas tecnologías es, en general, escasa. Sabemos que nadie está exento de los peligros que esconde internet.
Estos datos objetivos muestran la cruda realidad actual. No se trata de lisonjas. Algunos de estos datos son (muestra: 8000 jóvenes, entre 13 a 19 años):
Casi un tercio de los jóvenes han respondido en dos o más ocasiones a un mensaje en el que insultan u ofenden (el 38% de los chicos y 30% chicas).
Casi la mitad han aceptado dos o más veces como amigo o amiga en la red a una persona desconocida (el 44,5% de los chicos y 37,1% chicas).
El informe revela que el intercambio de contenidos personales como vídeos o fotos privadas son una prueba de confianza. El 1,3 % de las chicas y el 2,5% de chicos reconoce haber publicado una foto sexual de su pareja.
No hace falta recordar que internet no hace acepción de personas. Tampoco, que internet no olvida y está en juego la reputación online. Mejor prevenir que curar.
La mejor receta: Estar con nuestros hijos, hablar con ellos, con familiaridad y confianza. Comprometidos con su educación, también en el uso de internet.