Dicho esto, lo de ayer y la señora diputada con su niño bajo el brazo me parece una farsa. No es conciliar llevarte a tu niño bajo el brazo y un buen número de fotógrafos para ser la protagonista de un día en el que no te tocaba serlo. No es conciliar irse pasando el niño de brazo en brazo mientras todos se sacan la fotito con el niño. No es conciliar subir el coche por las escaleras mientras te hacen fotos, habiendo un hermoso ascensor. No señora mía no. Lo que hizo ayer fue todo puro paripé y no sirvió para nada. Bueno, recitfico, sirvió para que sepamos que el Congreso tiene servicio de guardería por un módico precio.
Conciliar es que en tu puesto de trabajo haya servicio de guardería para todos los niños y que el precio de la misma sea asequible y subvencionado. Cuando trabajaba en Madrid, en mi puesto de trabajo sí había guardería, pero sin las plazas suficientes para que pudieran disfrutar de ella todos los trabajadores, así que ,en cuanto alguien estaba esperando bebé, lo primero que hacía era apuntarse a la guardería, para que llegado el momento, y si ese año no había mucho baby boom, poder acceder a ella.
Conciliar es que los trabajadores, madres y padres, tengamos horarios flexibles que se adapten a los horarios de nuestros hijos.
Conciliar no es llevar al niño al trabajo, independientemente del lugar en el que se realice el trabajo, éste nunca será un lugar apropiado para el niño, salvo que trabajes en una guardería o colegio, claro está.
Conciliar es que ninguna mujer se tenga que plantear la elección entre trabajo y maternidad.
Conciliar es poder pasar tiempo y de calidad con tus hijos.
Conciliar es que se den las condiciones de que nuestros hijos estén debidamente atendidos mientras nosotros, padre y madre, desempeñamos nuestro trabajo.
Conciliar es hacer políticas que favorezcan tanto en lo público como en lo privado la conciliación real.
Conciliar no es hacer jornadas de 10 horas y llegar a casa con más trabajo.
Conciliar no es que todos nos llevemos a nuestros hijos al centro de trabajo, convirtiéndolos en guarderías. Porque ¿alguien se ha parado a pensar si todos y cada uno de los trabajadores del Congreso, diputados y demás personal, se hubieran llevado a sus niños?
Como mujer, madre y trabajadora, la actitud de ayer de esta señora me pareció vergonzosa. Yo fui madre no una vez, sino tres, y concilié como pude. Sin guardería en mi puesto de trabajo y por supuesto sin poder llevar a mi hijo al mismo, cosa que tampoco hubiera hecho, claro está. Concilié con el padre de las criaturas, las buenas abuelas y con la ayuda inestimable de una niñera, siempre dispuesta a ampliar un poco el horario en caso de necesidad y de trabajar incluso festivos locales, ya que hasta que no llegó Peque mi puesto de trabajo no era en la misma localidad en la que resido.
Por tanto, Conciliación Real Sí. Y señora mía, desde su puesto de diputada de las Cortes Generales, menos postureo y más trabajo real para que todos los padres podamos tener una Conciliación Real.