Mi hijo sólo hace caso a sus amigos.
No entiende la palabra NO.
Cree que siempre lo estoy criticando.
Cree que siempre tiene la razón.
Todo lo discute.
Explota a la menor sugerencia.
Ignoro por completo lo que piensa, nunca me dice qué le pasa.
Pese a estas menciones, comunes al colectivo padres, las discusiones más frecuentes rondarán en aquellos aspectos que sean conflictivos como familia; en otras palabras, todo aquello que genere fuertes discusiones será justamente aquello que toque aspectos no resueltos de la familia.
En cuanto a las críticas que realizan los adolescentes respecto de sus padres, podríamos mencionar algunas de ellas:
Ellos se olvidan de cuando tenían nuestra edad.
Creen que siempre tienen la razón.
Creen que por ser mayores lo saben todo.
Exageran con algunas cosas.
Como padres, en muchas ocasiones, caemos en un adultocentrismo; no logramos percatarnos de que nuestra mirada y nuestras concepciones no son siempre las correctas. En muchas ocasiones, más de las que imaginamos, son los adolescentes los que realizan planteos sanos, claros y lógicos; y somos nosotros los que permanecemos empecinados en nuestra idea, enraizados a situaciones que ya pueden sostenerse, y cegados emocionalmente por nuestras propias limitaciones.
La entrada se publicó primero en iOrigen.