El proceso de congelación permite la conservación de estos embriones durante largos periodos de tiempo, preservando su integridad física y funcional, y sin que se deterioren con el paso del tiempo.
¿Se congelan todos los embriones?
No. Sólo se conservan aquellos embriones que presentan una buena morfología y que, en caso de necesitarse para nuevas transfers, tendrán posibilidades de superar el proceso con éxito. Es decir, antes de proceder a la congelación de los embriones “buenos”, se descartan aquellos que por morfología no cumplen con los mínimos para ser almacenados.
Aún así, hay que señalar que no siempre todos los embriones que presentan buenas características, y buena morfología, llegan a sobrevivir a su descongelación.
La congelación de ovocitos responde a tres motivos.
Por un lado, evitar que la mujer que se ha sometido al proceso de fecundación invitro, no vuelva a pasar por ello y pueda reutilizar los óvulos congelados para siguientes tratamientos en caso de que el primer tratamiento no haya resultado satisfactorio.
Por otro lado, la preservación de la fertilidad femenina puede ser muy útil en aquellos casos en que se quiera evitar el efecto nocivo que algunos tratamientos, como la quimioterapia o la radioterapia, pueden tener sobre los ovarios, en la extirpación quirúrgica de los ovarios.
Preservar los ovocitos también puede responder a terceras causas como pueden ser cuestiones personales que hagan retrasar la maternidad.
La técnica de la congelación de los ovocitos, por lo tanto, posibilitará conservar la viabilidad y el potencial reproductivo de los mismos.
¿Sólo pueden congelarse los ovocitos?
No. También el hombre puede congelar su semen o sus espermatozoides testiculares. Casos como el del jugador Pau Gasol, quien decidió congelar sus espermas antes de acudir a los Juegos Olimpicos de Rio, por culpa del virus Zika.
Otra causa para congelar los espermas puede deberse, a causas en las que el hombre reciba un tratamiento para un cáncer, antes de la extirpación de los testículos, o en casos en que un muy bajo recuento espermático pueda terminar en una azoospermia (ausencia total de espermatozoides en el eyaculado).
Congelar el semen, por lo tanto, también es una opción que permitirá mantener conservados durante un largo periodo de tiempo los gametos masculinos.
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