Conoce tus gustos, tus límites y tus aspiraciones. De esta manera será más fácil encontrar a alguien que comparta estos ideales y formar una relación sana, y de igual modo podrás evitar a aquéllos que quieran frenar tu desarrollo personal.
Ten metas fijas
Una vez establecidas tus metas, es más difícil que alguien te haga dudar de ellas o que te estanques en una relación que a todas luces te lleva por un camino que no deseas recorrer.
Establece límites
No sólo es importante saber lo que quieres, también lo es conocer lo que no quieres. Si reconoces actitudes o comportamientos que no te gustan, háblalo con tu pareja y, si no hay mucho por hacer, lo mejor es terminar la relación.
Habla con tu familia
La mayoría de las veces estamos tan encerrados en este tipo de relaciones que cortamos toda comunicación con los demás. No hay razón por la cual debas atravesar estas dificultades tú sol@, hay que tener en cuenta que necesitas el apoyo de personas cercanas, y qué mejor que tu familia, ya que ellos te conocen mejor que nadie y sabrán orientarte adecuadamente.
Si lo necesitas, consigue ayuda profesional
Si la relación va más allá que una simple falta de compatibilidad y unas cuantas discusiones, es necesario que busques la ayuda de un profesional que te ayude a llevar debidamente el proceso de separación, y así evitar situaciones similares en el futuro.
Muchas veces tenemos la sensación de que no tenemos el control en este tipo de situaciones, cuando en realidad está en nuestras manos crear vínculos afectivos que nos hagan crecer como persona.