A veces nuestros hijos necesitan de su plato preferido para levantarles el ánimo un día que lo hayan pasado mal. Su plato preferido se puede convertir en la razón por la que se sientan mejor ese día. De vez en cuando darles su plato preferido no es malo mientras sea por su bienestar emocional.
Normalmente os damos consejos sobre cómo hacer que vuestros hijos coman aquello que no les gusta, ya que sea verdura, fruta, pescado, etc. Sin embargo, los niños también se merecen una tregua y, de vez en cuando, es bueno premiarles con su plato preferido.
Sin duda alguna, lo que más me gustaba cuando era pequeña eran los macarrones con tomate. Podía comerlo las veces que hicieran falta y nunca me cansaba. ¿Recordáis cuál era vuestro plato preferido? ¿Cuál es el de vuestros hijos?
¿Qué es lo que más le gusta a vuestros hijos?
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