Cuando un bebé nace, una de las primeras cosas que se busca hacer es conectar con él a través de la voz. La mamá es la que tiene mayor cercanía con el bebé desde el vientre y su voz se convierte en un bálsamo para él. Pero ¿qué emociones despierta el sonido de la voz maternal en un recién nacido? En este artículo, hablaremos sobre la respuesta emocional del bebé al escuchar la voz de su mamá.
¿Por qué la voz de la mamá es tan importante para el bebé?
El feto que está en el vientre materno empieza a oír sonidos aún antes de haber nacido. Los primeros sonidos que oye son los latidos del corazón de la madre y los intestinos moviéndose. A medida que se va desarrollando, el feto va percibiendo los sonidos del ambiente materno, como la voz de sus padres, música, televisión, etc. Pero es la voz de la mamá la que más se escucha y la que tiene un impacto emocional importante en el bebé.
La voz de la mamá funciona como un ancla emocional para el bebé, ya que es el sonido que estuvo escuchando prácticamente desde que se formó en el vientre. El bebé la identifica y la asocia con seguridad, protección, amor, tranquilidad y bienestar. Por eso, al nacer, cuando escucha la voz de la mamá, se siente reconfortado y calmado.
La importancia del contacto piel con piel y la voz
Además del olor y la vista, el oído es uno de los sentidos más importantes del bebé. El contacto piel con piel y la voz son dos elementos que se encuentran en sintonía y que despiertan en el bebé emociones poderosas.
Cuando la mamá carga al bebé en su pecho, lo siente y lo acaricia, al mismo tiempo que le habla, el bebé percibe ese contacto y la vibración de su voz a través de su cuerpo. Esto lo hace sentir seguro, en paz y tranquilo.
Estudios han demostrado que los bebés prematuros que reciben contacto piel a piel y escuchan la voz de sus padres todos los días, tienen una mejor respuesta a los tratamientos médicos y se recuperan más rápido, además de reducir la frecuencia de enfermedades respiratorias y fortalecer el vínculo afectivo.
La voz y el desarrollo emocional del bebé
La voz de la mamá no solo tiene un impacto emocional en el bebé a nivel momentáneo, sino que también influye en su desarrollo emocional a largo plazo. La voz materna es un factor clave para la regulación emocional del bebé, es decir, para que pueda expresar y controlar sus emociones de manera adecuada.
Cuando la mamá habla con su bebé, lo observa, lo escucha y responde a sus necesidades, el bebé aprende a confiar en las personas que lo rodean y a desarrollar una autoimagen positiva. La voz de la mamá se convierte en un recurso afectivo para el bebé, que le permite aprender a autorregularse emocionalmente y a sentirse seguro ante situaciones nuevas.
De la misma manera, cuando la mamá le habla al bebé con un tono suave y cálido, el bebé aprende a reconocer la emoción de la voz y a relacionarla con el mensaje que se le está dando. Esto es fundamental para que el bebé pueda interpretar los mensajes emocionales que se le transmiten a través del habla y desarrollar su inteligencia emocional.
La voz materna y el vínculo afectivo
El vínculo afectivo entre la mamá y el bebé es uno de los aspectos más importantes de su desarrollo emocional temprano. La voz materna juega un rol fundamental en este proceso, ya que es la herramienta principal que tiene la mamá para establecer una comunicación emocional con su bebé.
Cuando la mamá habla con su bebé de manera suave, cariñosa y con un tono adecuado a su edad, el bebé se siente amado, aceptado y valorado. La voz de la mamá funciona como un canal de conexión emocional entre ellos, que les permite construir un vínculo basado en la confianza, la seguridad y la comunicación.
Además, cuando la mamá habla con su bebé, le transmite sus valores, su cultura y su forma de ver el mundo. Esto es clave para que el bebé tenga una base de referencia sólida desde la que pueda explorar y comprender su entorno.
¿Cómo reacciona el bebé al escuchar la voz de su mamá?
Cuando el bebé escucha la voz de su mamá, su respuesta emocional depende de varios factores, como su edad, su estado emocional, sus necesidades físicas y emocionales, entre otros. Sin embargo, hay algunas respuestas que son comunes en la mayoría de los bebés:
Calma y tranquilidad: La voz de la mamá es un sonido familiar y reconfortante para el bebé, que le hace sentir protegido y seguro. Cuando escucha su voz, el bebé se calma y puede conciliar el sueño.
Atención e interés: A medida que el bebé va creciendo, empieza a prestar más atención a los sonidos y a la voz de su mamá. Puede que mueva su cabeza hacia ella, abra los ojos y emita sonidos para responder.
Alegría y felicidad: Cuando la mamá le habla al bebé con un tono alegre y animado, el bebé puede mostrar signos de alegría, como sonreír y agitar los brazos y las piernas.
Inquietud y llanto: Si el bebé está incómodo, con hambre, sueño o algún malestar físico, puede que la voz de la mamá no lo calme, sino que lo haga llorar más fuerte.
Cómo la voz de la mamá puede ayudar a regular las emociones del bebé
La voz de la mamá es una herramienta valiosa para ayudar al bebé a regular sus emociones. La manera en que la mamá le habla al bebé, el tono de su voz, las palabras que utiliza, pueden tener un impacto significativo en la forma en que el bebé interpreta los estímulos emocionales que recibe.
La voz materna puede transmitir emociones positivas, como amor, alegría, ternura, gratitud, lo que puede ayudar al bebé a sentirse feliz y tranquilo. De la misma manera, cuando el bebé está triste, frustrado o enojado, la voz de la mamá puede ser un recurso para ayudarlo a autorregularse emocionalmente, a través del contacto físico y la expresión verbal de empatía y comprensión.
Conclusiones
La respuesta emocional del bebé al escuchar la voz de su mamá es compleja y variada, dependiendo de diversos factores. Sin embargo, en general, la voz de la mamá tiene un impacto emocional positivo en el bebé, proporcionando seguridad, tranquilidad y regulación emocional.
La voz de la mamá es una herramienta valiosa que se puede utilizar para fortalecer el vínculo afectivo entre la mamá y el bebé, para transmitir valores y enseñanzas, para regular las emociones y para fomentar el desarrollo emocional del bebé. Por eso, es importante cuidar la manera en que se utiliza la voz en la interacción con el bebé, hablando de manera suave, cariñosa y empática, adaptando el tono y el ritmo a las necesidades del bebé y respondiendo de forma sensible a sus emociones y necesidades.