Como su nombre lo indica, el objetivo este proceso alimentario es el de complementar, ya que el principal alimento del bebe seguirá siendo la leche materna (o el sucedáneo) hasta cumplir los 12 meses.
El momento oportuno para iniciar la ablactación dependerá de varios factores, entre los que tenemos:
* Madurez neurológica: Aunque sabemos que cada niño se desarrolla a un ritmo distinto, existen patrones comunes que pueden identificarse. A partir del cuarto mes el niño suele ser capaz de sentarse con apoyo, levantar la cabeza, llevar sus manos u objetos a la boca y deglutir. El reflejo de extrusión de la lengua se va perdiendo y el bebé puede estirarse hacia la comida y abrir la boca así como alejar la cabeza de la comida para indicarnos que no quiere más.
* Madurez gastrointestinal: A partir del cuarto mes se alcanza una óptima producción de enzimas. El desarrollo inmunológico intestinal se alcanza a partir de los 6 meses.
* Madurez renal: A partir de los 4 meses la capacidad de concentración es adecuada y hacia los 6 meses la madurez de la función renal permite un mayor manejo de componentes de la dieta. La incapacidad para manejar altas cargas de sodio (sal) se mantiene por más tiempo por lo que se recomienda evitar el agregado de sal hasta cumplir el primer año de edad.
Entonces, ¿Cuándo comenzamos?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Española de Pediatría nos recomiendan que sea a partir de los 6 meses cuando se inicie la introducción de alimentos. Por su parte, la Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) establecen un mínimo de 17 semanas (>4 meses) para iniciar la ablactación, aunque indican que será siempre deseable mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad.
Antes de dar este paso y empezar a ofrecer alimentos a nuestros niños, es importante que cada niño sea evaluado y valorado de forma individual por un equipo de profesionales de la salud (pediatra, dietista-nutricionista, otros especialistas según sea necesario), quienes tomando en cuenta su estado nutricional, su desarrollo neurológico y sus características, podrán ofrecer un plan a medida para lograr una introducción de alimentos exitosa.
Fuentes consultadas:
Asociación Madrileña de Pediatría en Atención Primaria (2010). La alimentación del lactante y del niño de corta edad. Guías de actuación conjunta Pediatría Primaria-Especializada. Madrid, 2010.
OMS, UNICEF (1998). Principios de orientación para la alimentación complementaria del niño amamantado.
Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría (2009). Alimentación del Lactante. Nutrición pediátrica, pp.123-141. Caracas, Venezuela.
Esta publicación ¿Cuándo iniciar la alimentación complementaria? ha sido publicada en Buenoysin.es.