El Comité de Lactancia Materna y Nutrición de la AEP (Asociación Española de Pediatría) así como la OMS (Organización Mundial de la Salud), recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida. A partir de ahí, se debe comenzar a introducir de forma paulatina el resto de alimentos manteniendo la LM (lactancia materna) a demanda durante todo el tiempo que el bebé y la madre lo deseen.
En el caso de los bebés que son alimentados con leche de fórmula, se podrá comenzar a introducir alimentos sólidos o líquidos entre los 4 y los 6 meses de vida. Pero en ningún caso, se deben introducir alimentos distintos a la leche materna o de fórmula antes de los 4 meses.
Las mamás que dan el pecho a sus hij@s pero se tienen que incorporar al trabajo nada más terminar el permiso de lactancia, si el bebé ya ha cumplido las 17 semanas de vida, se puede valorar la introducción de alimentación complementaria en las tomas en las que no esté presente la madre, manteniendo la LM frecuentemente y sin restricciones durante el resto del día y la noche.
¿Por qué es importante esperar hasta los 6 meses?
Para que el bebé pueda ingerir alimentos diferentes de la leche materna o de fórmula, hay que asegurarse de que el organismo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune. Se considera que el bebé está preparado cuando adquiere las destrezas psicomotoras que le permite manejar y tragar de forma segura los alimentos. Por lo general, esto suele suceder a partir del 6º mes, aunque no todos los niños lo adquieren al mismo tiempo.Para ello, podemos observar si el bebé presenta algunos signos que nos pueda indicar que ya está listo para comenzar con la AC (alimentación complementaria), como por ejemplo:
Muestra interés activo por la comida.
Es capaz de expulsar alimentos no líquidos con la lengua.
Se mantiene sentado de forma autónoma con apoyo.
Es capaz de coger comida con las manos y llevarla a la boca.
El riesgo de ofrecer comida demasiado pronto
Si ofrecemos al bebé alimentos de forma precoz, puede conllevar riesgos a corto y largo plazo.Entre los 4 y 6 meses de vida, no existen beneficios por la introducción de AC en bebés amamantados, pero por el contrario, si se ha visto un aumento de infecciones. Por ello, es recomendable respetar los tiempos del lactante y no apresurarnos a la hora de ofrecer alimentos diferentes a la leche materna o de fórmula, sobre todo en niños menores de 4 meses.
Riesgos a corto plazo:
Posibilidad de atragantamiento.
Aumento de gastroenteritis agudas e infecciones respiratorias.
Sustitución de tomas de leche por otros alimentos menos nutritivos.
Interferencia con el % de hierro y zinc de la leche materna.
Riesgos a largo plazo:
Aumenta el riesgo de obesidad.
Posibilidad de presentar dermatitis atópica.
Diabetes tipo 1.
Destete precoz y sus consecuencias (interrupción en el amamantamiento sin que el bebé esté maduro para asumirlo).
Por otra parte, se desaconseja demorar el inicio de la alimentación complementaria por encima del 7º u 8º mes de vida (excepto en niños que aún no estén maduros para poder comenzar con alimentos sólidos) ya que esto también podría aumentar el riesgo de problemas nutricionales como por ejemplo, el déficit de hierro que podría derivar en una anemia, desarrollo de alergias e intolerancias a algunos alimentos, alteración de las habilidades motoras orales, etc.
¿Con qué alimentos empezamos y de que forma? Os dejo a continuación una tabla y algunas pautas orientativas que os pueden ayudar durante el proceso.
Tabla de alimentos recomendada por edades
Actualmente la AEP, deja abierta la posibilidad de que cada familia vaya introduciendo los alimentos en la dieta del bebé según las necesidades o gustos familiares, siguiendo unas pautas generales y orientativas.Para comenzar con la AC es recomendable hacerlo de forma gradual, por grupos y de uno en uno para poder detectar posibles alergias que presente el bebé (la mayoría son eventuales). A partir del 6º mes de vida, el lactante ya puede comer casi de todo, sin importar mucho el orden de introducción de los alimentos. Pero si el proceso se inicia con anterioridad, se debe iniciar poco a poco y de forma ordenada.
Os dejo un calendario orientativo para la incorporación de alimentos.
Hay que procurar evitar el consumo de sal y otros azúcares en niños menores de 2 años. Los bebés aún tienen los riñones demasiado inmaduros para manejar las sobrecargas de sal, por eso, aunque nos parezca que los alimentos que cocinamos para ellos puedan estar un poco insípidos, no debemos añadir sal durante la AC. La leche materna y de fórmula, les aporta la cantidad necesaria de sal que los bebés precisan.
A los 5 meses podemos comenzar con los Cereales y la fruta
Los lactantes alimentados con leche materna exclusiva, es decir solamente leche materna, no es aconsejable comenzar con los cereales y la fruta antes de los 6 meses, entre otras cosas porque no lo precisa y estaríamos sustituyendo una toma de pecho que le aporta todos los nutrientes que necesita, por otros alimentos NO necesarios durante esta etapa.Dicho esto, para los bebés que son alimentados con leche de fórmula, sí se puede comenzar a introducir los cereales y la fruta a partir del 5º mes aproximadamente.
Los cereales podemos incorporarlos de varias formas:
Añadiendo un par de cacitos en el biberón de por la noche y otro par de cacitos en el biberón de por la mañana.
Añadiendo sólo un cacito en los 3-4 biberones a lo largo del día
Preparando una papilla de leche con cereales por la noche y no darle más cereales durante el día, etc..
¿Con o sin gluten? Se han realizado varios estudios respecto al tema, y en ninguno se ha podido demostrar al 100% que la introducción precoz o tardía del gluten interfiera en el desarrollo de la enfermedad celiaca (hasta la fecha). Por ello, a día de hoy si le preguntáis a vuestro pediatra cuál es la mejor edad para incluir el gluten en la dieta del bebé, te diría que empieces alrededor de los 6 meses de vida.
Si la madre aún continua con la lactancia materna y el bebé ha cumplido los 6 meses de edad, se podría extraer la leche del pecho y añadir los cereales en polvo a la misma para ofrecer en alguna de las tomas. Pero sería un error sustituir una toma de leche materna por una papilla con leche de fórmula con el único objetivo de dar cereales.
Recordad que durante esta etapa, la fuente principal de alimento para el bebé es la leche materna o de fórmula.
Se recomienda evitar los azúcares libres en la dieta del bebé. Por ello, si ofrecemos por ejemplo cereales en polvo u otros productos que sean específicos para lactantes, tendríamos que leernos bien su composición y descartar aquellos que contengan miel u otros azúcares añadidos.
La fruta se puede empezar a incorporar por separado o en papilla de fruta a media tarde por ejemplo, para merendar.
Se puede comenzar preparando media manzana, media pera, medio plátano y el zumo de media naranja. Si lo tolera bien, se le puede ofrecer piezas enteras pequeñas trituradas o chafadas para dárselas con el tenedor. Aunque aún no tenga dientes, puede masticar muy bien con las encías si los alimentos están triturados y tienen una textura grumosa (teniendo en cuenta siempre la madurez del bebé). Más adelante, podemos variar o ampliar más tipos de fruta, por ejemplo, la mandarina, el zumo de uva, etc..
Puede que al principio el bebé solo tome unas poquitas cucharadas de la papilla de fruta, a lo mejor no quiere más de 2 ó 3, no pasa nada, no le debes forzar ni agobiarte tú. Si no quiere comer más, ten en cuenta que es su primera toma de contacto con la fruta y algunos niñ@s necesitan un tiempo para acostumbrarse a los nuevos sabores y texturas.
Y para terminar, os comento las frutas que son más propensas a presentar alergias. Por lo general suele ser la fruta con pelo como el melocotón, las fresas, el kiwi, etc. Pero no os preocupéis porque este tipo de alergias se reflejan en la piel de forma inmediata o a los pocos minutos de haber ingerido la comida. Suelen aparecer reacciones cutáneas (ronchas, rojeces, hinchazón en labios, párpados,..) en la piel o alrededor de la boca.
En el peor de los casos podría tener un vómito espontáneo o dificultad para respirar. De todas formas en cualquier circunstancia de reacción alérgica que presente el bebé, tenemos que acudir de inmediato a un centro médico u hospitalario para que le evalúen.
En el siguiente post os contaré el siguiente paso, cómo incorporar la verdura, carnes y pescados en la dieta del bebé.
¿Te gustaría leer más artículos como este? sólo tienes que suscribirte al blog y recibirás un correo electrónico semanalmente.
suscribir
Procesando
¡Lo lograste! Ya estás en la lista.
¡Vaya! Se ha producido un error y no hemos podido procesar tu suscripción. Por favor, recarga la página e inténtalo de nuevo.