¿Qué es la alimentación complementaria?
Es el proceso por el cual se introducen alimentos líquidos o sólidos —distintos de la leche materna o de fórmula— en la dieta del bebé lactante. Cabe destacar que la alimentación complementaria es —valga la redundancia— complementaria, por lo que debe considerarse como tal y no como un sustituto de las tomas de leche. La leche materna o de fórmula adaptada deberá seguir siendo el alimento principal del bebé hasta alcanzados los 12 meses de edad. Hasta entonces, además, será el pecho o biberón lo que se ofrezca primero.Tanto si empiezas con purés y papillas como si lo haces con el método BLW, hacerte con un robot de cocina especial para bebés puede simplificar tu día a día. El Babycook Neo de Béaba te permite cocer al vapor —para conservar todos los nutrientes y calidad de los alimentos—, mezclar, triturar y picar. Además, podrás descongelar y calentar al baño maría. Es eco-friendly y está elaborado con materiales de primera calidad.
¿Cuándo debe iniciarse la alimentación complementaria?
Actualmente se recomienda que la AC se inicie entorno a los 6 meses de edad y nunca más tarde del séptimo mes. Será importante introducir los primeros alimentos distintos de la leche antes de las 26 semanas a fin de evitar riesgos nutricionales. Las investigaciones realizadas concluyen que iniciar la AC en bebés de 4 o 5 meses conlleva más riesgos que beneficios, por lo que no se recomienda su introducción temprana, ni en bebés alimentados con lactancia materna ni en bebés alimentados con leche de fórmula. En casos donde no sea posible cumplir con estos tiempos, será importante pedir consejo al pediatra.¿Puede la alimentación complementaria iniciarse antes de tiempo?
No se aconseja. La introducción muy precoz de la AC conlleva una serie de riesgos, entre los que destacan los siguientes:Peligro de atragantamiento.
Mayor probabilidad de infecciones del tracto respiratorio superior y de afecciones por gastroenteritis agudas.
Mayor riesgo de obesidad.
Mayor riesgo de diabetes infantil mellitus tipo 1.
Mayor riesgo de eccema atópico.
A estos, se le añade el riesgo que conlleva la posibilidad de disminución del número de tomas de leche y el de destete precoz.
¿Qué ocurre si se atrasa el inicio de la alimentación complementaria?
Retrasar el inicio de la AC también puede acarrear problemas en el bebé. Como hemos visto antes, la Asociación Española de Pediatría (AEPED) recomienda introducirla antes de las 26 semanas y nunca más tarde del séptimo mes de vida. Entre los riesgos asociados al inicio tardío de la alimentación complementaria destacan:Posibilidad de presentar carencias nutricionales, específicamente de hierro y zinc.
Mayor riesgo de intolerancias y alergias alimentarias.
Mayor rechazo a las nuevas texturas y sabores.
Riesgo de alteración de las habilidades motoras orales.
Requisitos para empezar con la AC
Los bebés deberán dar señales de que están preparados para la introducción de la alimentación complementaria; estos requisitos suelen ocurrir alrededor del sexto mes, pero habrá que permanecer atentos a los mismos, ya que no todos los bebés los alcanzan al mismo tiempo. A saber:Muestra interés activo por la comida que se le ofrece o ve a su alrededor.
Ha desaparecido el reflejo de extrusión (el bebé expulsa los alimentos de su boca con ayuda de la lengua).
Es capaz de coger los alimentos con sus manitas y llevárselos a la boca.
Se mantiene en postura de sedestación con apoyo y sin ayuda.
Métodos para comenzar la alimentación complementaria
A grandes rasgos, existen dos tipos de técnicas que comúnmente se emplean en la incorporación de la AC y una que combina la aplicación de ambas: alimentación con cuchara, baby led weaning (BLW) y alimentación mixta.Cada una de ellas presenta sus ventajas e inconvenientes y son los padres o cuidadores —teniendo en cuenta el posible consejo médico—, en última instancia, los que deciden qué método se adapta mejor a sus necesidades.
¿Qué hay del gluten y de los alimentos potencialmente alergénicos?
En los últimos años ha habido cambios con respecto a la introducción de gluten y de alimentos considerados potencialmente alergénicos en la dieta del bebé.A día de hoy se recomienda introducir el gluten entre el 4 y 11 mes, idealmente al inicio de la AC —entorno al sexto mes—, y siempre comenzando a ofrecer en bajas cantidades.
Con respecto a los alimentos potencialmente alergénicos, se considera importante introducirlos cuanto antes, siempre de uno en uno y en pequeñas cantidades (mejor durante el día) para observar de cerca posibles reacciones alérgicas.
Alimentos adecuados según la edad del bebé
6 meses: cereales con y sin gluten, hortalizas (a excepción de espinaca, acelga y borraja), frutas, legumbres, huevo, carne, pescado (a excepción de pescados con riesgo de contaminación por mercurio), frutos secos molidos, aceite de oliva, especias y hierbas aromáticas.
9 meses: yogur natural, mantequilla, queso tierno, queso fresco, requesón y otros quesos pasteurizados. El resto de alimentos deberá presentarse (si aún no se ha hecho) con textura grumosa, semisólida o sólida.
12 meses: leche entera, nata, miel y cacao. Se pueden introducir hortalizas de hoja verde, con presencia de nitratos, como la espinaca y la acelga, sin superar los 45 gramos al día (la borraja no se introducirá hasta los 3 años). Sal —siempre sal marina sin refinar— en las comidas (máximo 2 gramos por ración).
Como hemos comentado, anteriormente se aconsejaba retrasar la introducción de determinados alimentos potencialmente alérgenos. Hoy en día se sabe que atrasar la ingesta de determinados alimentos puede aumentar el riesgo de presentar alergia.
A excepción de los lácteos, las hortalizas de hoja verde y los alimentos superfluos, un bebé puede (y debe) comer de todo desde tan pronto como a los 6 meses de edad.
Hay determinados alimentos con los que hay que tener precaución debido a que conllevan un riesgo real para la salud, como es el caso de los azúcares libres, los pescados con alto contenido en mercurio, la bebida de arroz, los frutos secos enteros o las hortalizas de hoja verde.
¿Qué cantidades de alimento se deben ofrecer?
La cantidad adecuada de alimento dependerá, entre otros factores, de la densidad energética del mismo y del apetito y circunstancia personal de cada niño.Bajo ningún concepto se debe forzar u obligar al bebé para que coma.
Los padres se centrarán en ofrecer una amplia variedad de alimentos sanos, nutritivos y seguros, dejando las cantidades en un segundo plano. Se presentará una porción de alimento y se observará al bebé; a veces —cuando ellos comen solos—, acaban derramando más comida de la que se llevan finalmente a la boca.
El bebé decidirá qué cantidad de alimento desea comer. En cuanto muestre señales de rechazo, se le retirará la comida.
También es importante, tal y como vimos en nuestro especial razones por las que los niños no comen, evitar las distracciones durante la comida.
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Puedes ver el post Alimentación Complementaria: qué, cómo y cuándo en la web de BABYCOCINA.