La vista es uno de los sentidos más importantes que tenemos los humanos. A través de ella, conocemos el mundo y a las personas que nos rodean. Para las personas que podemos ver, sería imposible imaginarnos nuestra vida sin vista. Sin embargo, existen más personas de las que pensamos que viven cada día sin ver nada de lo que hay a su alrededor y en muchas ocasiones, ocurre desde niños con la ceguera infantil.
El papel de los padres en el caso de la ceguera infantil es complicado. Sin embargo, cualquier niño con problemas, si es bien atendido, educado y aceptado podrá hacer prácticamente las mismas cosas que cualquier otro niño, aunque de manera distinta. Nuestro cariño es muy importante pero no debemos limitar sus posibilidades. Debemos educarle de la mejor forma posible.
Causas de la ceguera infantil
Para saber cómo educar a aquellos niños que sufren ceguera, debemos comenzar conociendo las causas que originan la ceguera infantil. Por un lado, puede deberse a una enfermedad hereditaria, como pueden ser las cataratas congénitas, renitis o miopía degenerativa.
En otros muchos casos, se trata de una enfermedad congénita, que puede ocurrir durante el embarazo (como por ejemplo la rubeola) o en los primeros días de vida: pérdida de agudeza visual o atrofia del nervio óptico. También puede deberse a un trastorno en la retina o estar derivado de un tumor o un virus. Independientemente de por qué ocurra, lo cierto es que si pasa, nos encontramos ante un bebé o niño ciego, que no puede ver y debemos aceptar lo más rápidamente posible la situación. Desgraciadamente, estas cosas pasan y tenemos que buscar soluciones para superarlo lo mejor posible.
Cómo es un bebé ciego
Debemos saber que, en los primeros meses, el desarrollo de un bebé ciego es similar al de un niño que puede ver. Por eso, en origen, es difícil detectar que es invidente. Sin embargo, a partir del cuarto mes podemos observar algunas diferencias.
Si uno de tus temores es que tu hijo no pueda reconocerte por no ver, no te asustes. Los bebés ciegos reconocen a las personas a través del sonido. A partir de los siete meses, los bebés son capaces de buscar los objetos que ya conocen y alrededor del año notarás que tu hijo deja un objeto en un lugar determinado y es capaz de recordar dónde lo ha dejado y volverlo a coger.
Respecto a la capacidad de gatear o andar, es cierto que se retrasará algo más. Sin embargo, con el tiempo podrá hacerlo perfectamente, siempre muy estimulado por sus padres. El lenguaje en este sentido es muy importante, el bebé lo necesita para realizar todas sus actividades. Debemos estimular a nuestro hijo desde el primer momento, porque sino puede convertirse en un niño pasivo.
La educación para la invidencia
Para que los niños que sufren ceguera consigan ser autónomos, es muy importante estimular su educación. Debemos ser muy cuidadosos, ya que el niño no puede hacer determinadas acciones sin haber recibido un adiestramiento previo, como por ejemplo, cruzar la calle solo.
Sin embargo, el miedo no puede estar incluido dentro de la educación, ya que tampoco es sano que el niño adquiera esos miedos desde pequeño. La conciencia de que el niño invidente puede lograr las mismas capacidades que un niño vidente debe estar presente en todo su entorno. De esta manera le daremos la oportunidad a nuestro hijo de tener las mismas oportunidades que cualquier otro y sentirse muy útil para la sociedad.
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