Realizar ejercicio resulta saludable para cualquier persona, y el embarazo no supone ningún impedimento para ello, ya que de hecho, es vital para la salud de la futura mamá. Sin embargo, hay que tomar muchas más precauciones y llevar a la práctica actividades aeróbicas de bajo impacto. “El ejercicio es bueno pero a niveles normales, nunca de competición”, señalan especialistas en ginecología y obstetricia de la Clínica ginecológica Buenavista de Oviedo.
Practicar alguna actividad física durante el embarazo produce aspectos positivos tanto físicos como psicológicos: ayuda a controlar el peso a lo largo del mismo, reduce la grasa subcutánea, previene la diabetes gestacional y mejora el aprovechamiento de los azúcares. También potencia el tono muscular y cardiovascular, controla la tensión, reduce el insomnio y el estrés, y evita el estreñimiento.
Ponte en forma
El ejercicio durante la gestación reduce molestias, incluso ayuda a afrontar mejor el momento del parto, ya que el cuerpo se encuentra en buen estado físico. Además, la mente también se verá beneficiada provocando en nosotros un estado de tranquilidad, y disminuyendo así el estrés, la ansiedad o el insomnio. Sin olvidar que la actividad física se debe combinar con una alimentación sana y equilibrada. Desde la Clínica Buenavista afirman que “hay que seguir unas pautas como comer varias veces a la semana pescado y carne, y que éstos estén bien cocinados y lavados. Pero ante todo se debe llevar una dieta equilibrada y rica en calcio”.
Los beneficios de ejercitar el cuerpo son numerosos: disminuye el dolor de espalda y favorece a una buena circulación sanguínea. Además, aporta energía, fortalece los músculos y contribuye a la relajación. También hay que ser consciente de que no siempre se puede realizar, pues no es recomendable cuando hay amenaza de aborto, existe placenta previa, se padece hipertensión o cualquier enfermedad cardiovascular, hay antecedentes de parto prematuro, se ha padecido algún sangrado, se tiene anemia, se sufre de hipertiroidismo, o se está esperando el nacimiento de gemelos.
¡Practica con control!
Antes de realizar cualquier tipo de actividad física se debe tener en cuenta si la mujer ha realizado algún tipo de ejercicio antes de del embarazo, ya que de no ser así lo más aconsejable es que acuda a clases de preparto en vez de hacer ejercicio por libre. En caso de estar acostumbrada a ello, lo adecuado es realizarlo una hora tres días a la semana. Lo primordial es controlar la respiración y evitar grandes sofocos.Por otra parte, las actividades más aconsejables son los paseos y la natación, pues el agua elimina el peso y hace más fácil el movimiento. También la práctica de ciclismo, marcha, yoga, Pilates o tai- chi, que ayudan a liberar tensiones y a mantener la flexibilidad. Cada una debe ser consciente de sus limitaciones aunque siempre es positivo consultar al médico antes.
El Pilates, por ejemplo, es una actividad muy aconsejada. Se trata de un tipo de gimnasia que ayuda a desarrollar el cuerpo y la mente. Hace trabajar la movilidad articular, la flexibilidad y la tonicidad muscular. Especialistas de Studio Pilates afirman que “es un tipo de gimnasia recomendada para todo tipo de personas, en la que se realizan ejercicios físicos constantes y de respiración”.
Practicar deporte sin mucha intensidad no resulta perjudicial para salud de la madre ni para la del futuro bebé. Aunque no hay que olvidar ingerir mucho líquido y estar bien alimentado. Tu cuerpo y tu mente lo agradecerán.