Cuanto antes se entere del inicio de su embarazo saludable, antes podrá tomar las precauciones que se imponen para que esos meses que preceden al nacimiento se desarrollen en las mejores condiciones, tanto para usted como para su futuro bebé.
Haya usted «programado» o no el embarazo, es muy importante saber en qué fecha precisa empezó, es decir, cuándo se produjo la fecundación. De esta forma, podrá beneficiarse de un mejor seguimiento y, además, podrá prever el momento del parto. Y esto puede resultar capital no sólo por razones prácticas sino también a efectos médicos. Sin embargo, habrá que esperar varias semanas para que el médico confirme su estado recurriendo un embarazo saludable con pruebas más fiables que los síntomas eventualmente detectados. Si cree que está embarazada, no espere esa confirmación para tomar ciertas precaucione (véase p. 49), ya que es precisamente en los primeros meses cuando el embrión es más frágil.
Aunque los cambios físicos que acompañan el inicio del embarazo saludable pueden pasar desapercibidos, hay signos que lo anuncian, mientras que otros sólo se detectan en un reconocimiento médico...
Las señales
Más que los posibles pequeños síntomas que sólo sufren algunas futuras madres al principio del embarazo, las primeras señales de alerta se de-tectan con el calendario.
• El retraso de la regla. Para la mayoría de las mujeres,se trata del primer indicador. Aunque en algunos ca-sos este retraso no es fácil de calcular ni de interpretar. La experiencia demuestra que el retraso de laregla puede darse sin que exista embarazo; por ejemplo, por ciertas enfermedades, después de un choque emocional o, incluso, de un cambio de forma de vidao de clima (por un viaje). La proximidad de la meno-pausia, los ciclos irregulares, el uso de ciertos medicamentos y dejar de tomar la píldora anticonceptiva
Los signos del embarazo
• Náuseas,con o sin vómitos, al despertaro durante el día.
• Pérdida de apetitoo, por el contrario,un hambre exagerada.
. Deseo irresistible o repugnancia marcada por ciertos alimentos
. Aversión repentina por ciertos olores o perfumes
. Acidez de estómago
. Mayor necesidad de dormir
. Estreñimiento no habitual
. Necesidad frecuente de orinar
. Sensación de cansancio
Este texto es un fragmento del libro Larousse Padres De Larousse Editorial. Si te interesa este contenido, tienes más información aquí: Larousse.es