Son muy comunes en los niños de corta edad las intoxicaciones .Tienden a meterse en la boca durante la primera infancia todo lo que encuentran a su paso, y un descuido nuestro, puede provocarles una intoxicación. Partimos de la base de que es tóxico todo aquello que provoca daños a nuestro organismo, encontrándose entre las sustancias más tóxicas los medicamentos y los somníferos, pasando por productos de limpieza, alimentos en mal estado, gases, vapores, etc.
Los efectos que provocan las intoxicaciones, van muy ligados al tipo de tóxico inhalado o ingerido, provocando alteraciones digestivas (dolor de barriga, vómitos, náuseas…), cardiorrespiratorias (dificultad para respirar), o del sistema nervioso (convulsiones, desmayos, etc).
Ante una situación así debemos mantener la calma e intentar averiguar con qué producto se ha producido el envenenamiento y llamar a los servicios de emergencia o acudir al centro de salud más cercano. No debemos provocar el vómito al niño a no ser que la ingesta haya sido reciente, ya que podemos resentir aún más el aparato digestivo. En el único caso que es conveniente provocarlo, es en la ingesta de alimentos en mal estado. No debemos dar de comer ni de beber nada hasta que no tengamos un diagnóstico profesional y sobre todo tenemos que vigilar al niño en todo momento por si notamos cualquier dificultad.
¿Os habéis visto en una situación semejante?
Fotos. Cynthia Page/flickr, theodoritsis/flickr