El otro día me surgió una pregunta con difícil respuesta ¿Estoy dedicando suficiente tiempo a mis hijos?
Después de un día de trabajo y de recoger a los niños del colegio, llegué a casa y me puse a hacer las tareas que me estaban esperando: poner y tender la lavadora, preparar la cena, organizar la ropa del día siguiente, consultar la plataforma del colegio por si había alguna novedad..
Mi hija de tres años me perseguía insistentemente por toda la casa porque quería jugar a “hormigas y arañas” (no sé de dónde se habrá sacado ese nombre, pero el juego consiste en perseguirnos y hacerle cosquillas), pero yo continuaba recogiendo e intentando terminar todas las tareas que tenía que hacer.
De pronto la niña empezó a llorar y me preguntó: mamá, ¿porqué nunca quieres jugar conmigo?
Fue esa pregunta la que me hizo reaccionar. En ese momento dejé todo lo que estaba haciendo y me puse a hacerle cosquillas. Le intenté explicar que mamá tenía que hacer muchas cosas que tenían que estar preparadas para el día siguiente, pero me surgió la pregunta ¿es más importante dejar todo recogido o jugar con mis hijos?
Evidentemente todos diríamos que jugar con nuestros hijos es lo más importante, pero aquí me surge el dilema, ¿quién hace el resto? ¿quién prepara las cenas y organiza todas las tareas?
Seguramente muchos de vosotros os sentiréis, como yo, abrumados por esta situación. El trabajo, el cuidado de los hijos, realizar las tareas del hogar, hacer la compra, resolver los problemas y cuestiones que encontramos cada día… Casi no tenemos tiempo ni para nosotros mismos, ¿de dónde sacamos el tiempo para estar con nuestros hijos?.
Por otro lado recibo informaciones contradictorias desde todos los ámbitos de la sociedad: que si las mujeres tenemos que trabajar e igualarnos a los hombres, por otro lado, que estamos quitando tiempo de estar con nuestros hijos, otras veces leo que los niños se están volviendo más desobedientes y dictadores porque los padres no tenemos tiempo para ellos, y otras que lo importante no es el tiempo que estamos con ellos, sino la calidad del mismo. ¿A quién hago caso?
Lo cierto es que en la sociedad en la que vivimos es difícil acertar con unas cosas o con otras. A no ser que nos toque la lotería muchos padres tenemos que seguir trabajando para pagar nuestras hipotecas, aunque sea a costa de dedicar menos tiempo a nuestros hijos.
Hoy por hoy, tras reflexionar varios días sobre este tema he llegado a una conclusión: intento compaginar lo mejor posible la vida familiar y laboral pasando todo el tiempo posible (a veces muy poco) con mis hijos, para no perderme parte de su infancia, e intento día a día que mis hijos sean lo más felices posible.
A veces me siento frustrada porque no tengo tiempo para hacer las cosas que me gustaría hacer (ir al gimnasio, ir a tomar un café con mis amigas, tener una tarde libre para hacer lo que quiera), pero se que, hoy por hoy, y tal como tengo organizada mi vida tengo que renunciar a esas cosas.
La pregunta de mi hija me ha servido para intentar pasar un poquito más de tiempo al día con ella, desde aquel día, todas las tardes, saco cinco minutos para estar con ella, la miro a los ojos y simplemente le digo que me cuente lo que quiera. Lo que si que está claro es que no me voy a martirizar con preguntas que, hoy por hoy para mí, son difíciles de contestar.
Y vosotros, ¿sentís que le dedicáis el suficiente tiempo a vuestros hijos?
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