Dolce y Gabbana es bien conocida desde siempre por sus controvertidas y polemicas campañas de marketing de contenido sexual. Las publicidades de 2006 y 2007 fueron censurada por violentas, han sido criticados por racistas y sexistas, y la última ocurrencia de la famosa firma italiana viene en formato de declaraciones explosivas en contra de la adopción gay y a los niños nacidos por técnicas como la fecundación in vitro y los niños nacidos de vientre de alquiler porque "No me convencen los que yo llamo hijos de la química, “niños sintéticos“.
Y la respuesta no se hizo esperar. Las controvertidas declaraciones de los diseñadores se han encontrado con una acalorada discusión en las redes sociales y un boicot mediático, liderado por Elton John y al que se han sumado varios nombres famosos, como Courtney Love, Ricky Martin, Sharon Stone, Martina Navratilova y Victoria Beckham entre otros.
Los propios diseñadores han tenido que explicar sus palabras: “nunca fue nuestra intención juzgar la elección de otras personas. Creemos en la libertad y en el amor”. Doménico Dolce escuda sus declaraciones en haber crecido en una familia tradicional “compuesta por una madre, un padre e hijos”. Mientras, Stefano Gabbana ha dado guerra en Instagram relacionado este boicot con un ataque a la libertad de expresión: “Vosotros odiáis las opiniones distintas. Dictadores racistas. Libertad para hablar”.
Dueño de lo que callas, esclavo de lo que dices
Cuesta creer que estas declaraciones tan arcaicas, retrógradas e intolerantes sean hechas por una pareja gay que ha sido durante muchísimos año un icono y un referente para su comunidad y que al parecer, de la noche a la mañana se han hecho más papistas que el papa.
No solo se han tirado contra el colectivo gay sino contra la ciencia y todas las parejas heterosexuales que recurren a métodos de fecundación asistida para hacer realidad el sueño de concebir. Y desde luego, hablar de “niños sintéticos” como si se tratara de la imagen que dan en sus anuncios publicitarios, más cercanos al Ken (el novio de Barbie) que a hombres de carne y hueso no solo es polémico, sino grosero, agresivo e intolerable, porque parecen olvidar que hablan de seres humanos concebidos desde el amor, la aceptación de una necesidad de ayuda de la ciencia, el esfuerzo económico, físico y anímico.
¿Qué paso entre las declaraciones de 2005 a Vanity Fair con “el deseo de ser padres” de la pareja a la “Familia Tradicional” de la Revista Panorama de 2015? ¿Es esta una forma de llamar la atención y estas declaraciones son parte de una campaña de marketing? Cada cual puede pensar de la forma que quiera, pero la gente pública tiene una responsabilidad mediática. ¿Pueden entonces decir cualquier cosa? ¿Dónde está el límite? Ellos hablan de libertad de expresión, que es lícita, pero ¿dónde ha queda el respeto por el otro con estas declaraciones?
En fin, debo decir que nunca he comprado su ropa porque no tiene que ver en nada con mi estilo, pero me alegra que en honor al buen gusto, los boicoteadores de la marca dejen de consumir estos productos diseñados por dos personajes que en lugar de avanzar, han retrocedido.
La polémica está servida, pero para mí, desde este pequeño ciberespacio, Dolce & Gabbana Q.E.P.D. Amen!
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