En los niños con un crecimiento y desarrollo normales, el tratamiento se podrá iniciar sin una valoración formal en base a un diagnóstico de presunción tras realizar la historia clínica y la exploración física. La escasa ganancia de peso o la pérdida del mismo con frecuencia tienen un significado patológico y precisan un estudio más detallado.
Disfagia
La disfagia, o deglución dificultosa, puede responder a una alteración estructural o a una motilidad defectuosa. Las alteraciones estructurales fijas o como las principal sintomatologia como dolor abdominal en niños que impiden la progresión del bolo alimenticio se deben al estrechamiento interno del esófago, por una estructura, membrana o tumor. La causa más frecuente de obstrucción extrínseca es un anillo vascular. De forma característica, los defectos estructurales dificultan más la deglución de los sólidos que de los líquidos. La mayoría de las causas no estructurales de disfagia se debe a alteraciones de la motilidad de la orofaringe o del esófago
La disfagia durante la fase orofaríngea de la deglución se denomina disfagia de transporte y generalmente se asocia con alteraciones neuromusculares (parálisis cerebral). La sensación de que algo está pegado a la parte superior del esófago se llama globus (inicialmente recibió el nombre de globo histérico).
El globus se asocia típicamente con reflujo gastroesofágico. Cuando la disfagia se asocia con un retraso en el tránsito esofágico, el niño es capaz de señalar el nivel torácico donde ocurre; los síntomas esofágicos pueden referirse a la hendidura supraesternal.
Cuando un niño refiere sintomatología a nivel de la hendidura supraesternal puede existir patología esofágica y la frecuencia de dolor abdominal en niños
Disfagia de transporte
En el transporte de los alimentos hasta la parte superior del esófago está implicada una compleja secuencia de procesos neuromusculares. La succión requiere que los labios se sellen fuertemente alrededor del pezón mientras la lengua se desplaza hacia atrás.
Cuando la glotis se cierra para proteger la vía respiratoria, el paladar blando se eleva para cerrar la nasofaringe, el músculo cricofaríngeo se relaja y el alimento se introduce en la parte posterior de la faringe.
De la misma forma, los sólidos requieren una serie de acciones coordinadas; con respecto a los trozos de mayor tamaño de los alimentos sólidos, entran en juego el movimiento de la mandíbula y los dientes. Las secreciones salivales, estimuladas por la expectación y el acto de la ingestión, lubrifican los alimentos a medida que atraviesan la cavidad oral.
Las alteraciones de los músculos implicados en el proceso de la ingestión, de su inervación, de su fuerza o coordinación, se asocian con la disfagia de transporte en lactantes y niños.
En estos casos, un problema orofaríngeo forma parte casi siempre de un problema neurológico o muscular más generalizado (botulismo, difteria, enfermedad del sistema digestivo neuromuscular). En ocasiones, las lesiones dolorosas de la cavidad oral, como la estomatitis viral aguda y los traumatismos, interfieren con la ingestión y causar dolor abdominal en niños.
Si la obstrucción del paso del aire por las fosas nasales es importante, la necesidad de respiración causa una dificultad grave durante la succión. Aunque cabe esperar que las alteraciones estructurales, dentarias y salivales graves causen dificultades, la ingestión se lleva a cabo relativamente bien en la mayoría de los niños siempre que tengan hambre.
Disfagia de otro tipo
Los trastornos primarios de la motilidad que causan una alteración de la función peristáltica y disfagia son poco frecuentes en los niños. La motilidad de la parte distal del esófago queda alterada tras la reparación de la fístula traqueoesofágica. Se pueden observar alteraciones de la motilidad en las enfermedades del colágeno vascular. La acalasia es muy infrecuente en los niños.
La membrana esofágica, los restos traqueobronquiales o el anillo vascular pueden provocar disfagia en los lactantes. Las estenosis esofágicas secundarias a reflujo gastroesofágico crónico y esofagitis debutan en ocasiones con disfagia como primera manifestación dolor abdominal en niños
El anillo de Schatzki, delgado anillo de tejido cerca del esfínter esofágico inferior, es otra causa mecánica de disfagia recurrente que se presenta después de la lactancia. Los cuerpos extraños en el esófago y las estenosis secundarias a la ingestión de cáusticos también provocan disfagia
Regurgitación
La regurgitación es el movimiento pasivo del contenido gástrico hacia el esófago y la cavidad oral. No se asocia con ninguna dificultad, y los lactantes con regurgitación suelen estar hambrientos inmediatamente después de un episodio.
El esfínter esofágico inferior impide el reflujo del contenido gástrico hacia el esófago. La regurgitación es el resultado del reflujo gastroesofágico a través de un esfínter esofágico inferior incompetente o, en el caso de los lactantes, inmaduro originando dolor abdominal en niños.
A menudo es un cuadro de tipo madurativo, que se resuelve con la madurez del lactante.
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Anorexia
Los centros del hambre y de la saciedad se encuentran en el hipotálamo; al parecer, es probable que los nervios aferentes, procedentes del aparato digestivo y que llegan a estos centros cerebrales, sean elementos responsables importantes de la anorexia que caracteriza a muchas enfermedades gástricas e intestinales y dolor abdominal en niños
La distensión del estómago y de la parte superior del intestino delgado estimula la saciedad, y este estímulo es transmitido por nervios sensitivos aferentes, que son sobre todo abundantes en la parte superior del intestino. Los quimiorreceptores intestinales, estimulados por la asimilación de los productos nutritivos, también transmiten los impulsos aferentes hasta los centros del apetito.
Hay impulsos que llegan al hipotálamo desde centros más altos,influidos posiblemente por el dolor o el trastorno emocional de una enfermedad intestinal. Otros factores reguladores son las hormonas, la leptina y la glucemia, que a su vez son un reflejo de la función intestinal
Vómitos
El vómito es un proceso reflejo, con una gran coordinación, que puede estar precedido por el aumento de la salivación y que se inicia por arcadas involuntarias. El descenso violento del diafragma y la constricción de los músculos abdominales, con relajación del cardias gástrico, fuerzan de forma activa al contenido gástrico para que se introduzca de forma retrógrada en el esófago. El proceso está coordinado en el centro del vómito en el bulbo raquídeo, que se encuentra influido directamente por la inervación aferente e indirectamente por la zona quimiorreceptora de inicio y por centros superiores del sistema nervioso central (SNC).
Diarrea
La mejor definición de la diarrea es la pérdida excesiva de líquido y electrólitos a través de las heces. Un lactante pequeño presenta una eliminación de alrededor de 5 g/kg de heces; el volumen aumenta hasta 200 g/24 horas en el adulto.
El intestino delgado absorbe la mayoría del agua; el colon concentra el contenido intestinal frente a un elevado gradiente osmótico. El intestino delgado de un adulto puede absorber 10-11 litros al día de una combinación de líquido ingerido y secretado, mientras que el colon absorbe ≈0,5 l.Los trastornos que interfieren con la absorción del intestino delgado suelen producir una diarrea voluminosa, mientras que los que comprometen la absorción colónica cursan con una diarrea de menor volumen. La disentería (heces sanguinolentas, frecuentes y de pequeño volumen con moco, tenesmo y urgencia) es el síntoma de las enfemermedades del sistema digestivo predominante de la colitis.
Aprende a como prevenir la diarrea en 5 pasos
La causa de cualquier diarrea es el trastorno del transporte de solutos a través de la pared intestinal; el movimiento del agua a través de las membranas intestinales es pasivo y está determinado por los flujos activos y pasivos de los solutos, sobre todo del sodio, el cloro y la glucosa.
La patogenia de la mayor parte de los episodios de diarrea se puede explicar mediante alteraciones secretoras, osmóticas o de la motilidad, o por cualquier combinación de ellas
Estreñimiento
Cualquier definición de estreñimiento es relativa, y depende de la consistencia de las heces, la frecuencia de eliminación de las mismas y la dificultad para la defecación. Un niño normal puede defecar heces blandas cada 2 o 3 días sin dificultad, lo que no representa estreñimiento.
Unas heces duras expulsadas con dificultad cada 3 días se han de tratar como estreñimiento. El estreñimiento puede deberse a trastornos de enfermedades del sistema digestivo de llenado o vaciado del recto El estreñimiento tiende a autoperpetuarse, cualquiera que sea su causa. La presencia de heces voluminosas y endurecidas en el recto hace difícil e incluso dolorosa la evacuación, por lo que se establece un círculo vicioso conjuntamente con dolor abdominal.
La distensión del colon y del recto disminuye la sensibilidad del reflejo de la defecación y la eficacia de la peristalsis. Por último, el contenido acuoso del colon proximal se puede filtrar a través y alrededor de las heces duras retenidas, y es eliminado por el recto sin que el niño se dé cuenta.
Esta encopresis involuntaria se puede confundir con una diarrea. Por sí mismo, el estreñimiento no produce efectos sistémicos orgánicos perjudiciales, pero una estasis del sistema urinario puede acompañar a los casos graves y de larga evolución, y el estreñimiento puede generar ansiedad y causar un fuerte impacto emocional en el paciente y en su familia.
Dolor abdominal en niños
Cada niño tiene una percepción y tolerancia diferentes del dolor abdominal, y ésta es una de las razones por las que la evaluación diagnóstica del dolor abdominal crónico pueda resultar difícil. El dolor abdominal en niños funcional (sin etiología orgánica demostrable) puede sentirse tan mal como si la causa del mismo fuera orgánica.
Esta distinción es una parte extremadamente importante en la evaluación médica, ya que constituye la referencia principal para desarrollar el estudio diagnóstico y para el tratamiento del paciente. Cuanto más específico es un cuadro doloroso y más sugiere un diagnóstico concreto, más probabilidades tiene de presentar un origen orgánico. La normalidad del crecimiento y de la exploración física (incluida la exploración rectal) tienen un efecto tranquilizador en un niño en el que se sospecha el origen funcional de un cuadro de dolor abdominal en niños.
Distensión abdominal
El aumento del tamaño del abdomen puede deberse a la disminución del tono de la musculatura de la pared, o al aumento del contenido líquido, gaseoso o sólido.
La acumulación de líquido en la cavidad peritoneal, o ascitis, distiende el abdomen en sus partes laterales y anterior, siempre que su volumen sea importante. Este líquido se desplaza con los movimientos del paciente y produce una onda de percusión generando dolor abdominal en niños.
Un órgano abdominal puede aumentar su tamaño de forma difusa o localizada por la presencia de una masa. En el aparato digestivo, las masas pueden ser intraluminales, intraparietales o proceder del mesenterio. En el niño con estreñimiento se suelen observar masas fecales móviles y no dolorosas.
La pared intestinal puede presentar alteraciones congénitas, quistes o lesiones inflamatorias; los tumores de la pared intestinal son extremadamente infrecuentes en los niños. El hígado puede aumentar de tamaño de forma difusa como respuesta a muchas enfermedades.
Las masas hepáticas bien delimitadas pueden ser islotes de tejido en regeneración en un hígado cirrótico, o bien pueden tener un origen inflamatorio o neoplásico de las complicaciones de las enfermedades del sistema digestivo
Hemorragia gastrointestinal
La hemorragia se puede originar en cualquier punto del tubo digestivo, y la identificación de este origen. Cuando la hemorragia se origina en el esófago, el estómago o el duodeno, puede causar hematemesis. Al quedar expuesta a los jugos gástricos e intestinales, la sangre se oscurece rápidamente y adopta un aspecto similar al de los posos de café; la hemorragia masiva suele ser roja.
La presencia de sangre roja o marrón en las heces, hematoquecia, indica que el punto de sangrado es distal o que se ha producido una hemorragia masiva por encima del íleon distal.
Las hemorragias de grado leve o moderado originadas por encima del íleon distal suelen producir heces oscuras de consistencia alquitranada, o melena; las hemorragias intensas en el duodeno o por encima del mismo también pueden causar melena.
Los niños pueden presentar una anemia ferropénica debido a la pérdida entérica de sangre, incluso en los casos en los que no se detecta sangre oculta en heces en las pruebas efectuadas de forma aleatoria.
La hemorragia gastrointestinal puede producir hipotensión y taquicardia, pero rara vez provoca síntomas de las enfermedades del sistema digestivo; las hemorragias gástricas o duodenales activas pueden producir náuseas, vómitos o diarrea y dolor abdominal en niños.
Los productos de fragmentación de la sangre intraluminal pueden llevar al paciente al coma hepático en los casos en los que la función del hígado ya está afectada y produce una hiperbilirrubinemia
Algunas causas no digestivas de síntomas de enfermedades gastrointestinales
Anorexia
Enfermedad sistémica (inflamatoria, neoplásica)
Alteración cardiorrespiratoria
Iatrogénica (tratamiento farmacológico, dietas terapéuticas)
Depresión
Anorexia nerviosa
Vómitos
Alteraciones congénitas del metabolismo
Fármacos (eritromicina, quimioterapia)
Hipertensión intracraneal
Tumor cerebral
Infección (tracto urinario)
Laberintitis
Insuficiencia suprarrenal
Embarazo
Trastorno psicógeno
Migraña abdominal
Toxina
Diarrea
Infección (otitis media, infección urinaria)
Uremia
Fármacos (antibióticos, cisaprida)
Tumores (neuroblastoma)
Pericarditis
Estreñimiento
Hipotiroidismo
Espina bífida
Retraso psicomotor
Deshidratación (diabetes insípida, lesiones tubulares renales)
Fármacos (narcóticos)
Intoxicación por plomo
Botulismo del lactante
Dolor Abdominal en niños
Pielonefritis, hidronefrosis, cólico renal
Neumonía
Enfermedad inflamatoria pélvica
Porfiria
Angioedema
Endocarditis
Migraña abdominal
Fiebre mediterránea familiar
Abuso físico o sexual
Lupus eritematoso sistémico
Fobia escolar
Crisis de enfermedad de células falciformes
Inflamación del disco vertebral
Fármacos (AINE)
Osteomielitis pélvica
Distensión o Masa Abdominal
Ascitis (síndrome nefrótico, neoplasia, insuficiencia cardíaca)
Masa o lesión ocupante de espacio (tumor de Wilms, hidronefrosis, neuroblastoma, quiste mesentérico, hepatoblastoma, linfoma)
Embarazo
Ictericia
Enfermedad hemolítica
Infección del tracto urinario
Sepsis
Hipotiroidismo
Panhipopituitarismo
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