Nuestro periplo nos ha llevado desde Internet, para ver la lista de guarderías cercanas, hasta la elección de tres guarderías próximas a nuestra casa. Sí, solo tres, porque no queremos liarnos viendo más para decidir con la cabeza más fría. Siguiendo las tendencias educativas, quisimos averiguar, sobre todo, cómo eran las guarderías bilingües que ahora están en racha y hay un boom de estos centros en toda España. El amigo de mi marido tiene a su niña de dos años en una guardería de este tipo y él le aconsejó que preguntara si las profesoras eran realmente nativas (inglesas), porque parece ser que eso es lo más importante que te puede ofrecer un centro de este tipo, que tu hijo esté expuesto todo el rato al inglés de la mano de una angloparlante.
Bueno, nosotros elegimos dos guarderías que no eran bilingües pero que sí daban clases de inglés a los chiquitines desde los 4 meses hasta los 3 años. La primera guardería que visitamos me gustó desde el primer momento por la cercanía de su directora, por el ambiente donde se mueven los niños, porque hubo feeling desde el principio. La segunda guardería que fuimos a ver era más espaciosa, la promotora muy amable, hablaba mucho de la psicomotricidad, pero lo que me echó para atrás fue lo triste que sentí el ambiente, un poco oscuro incluso.
Y por fin llegamos a la tercera, la bilingüe. Nos recibió una amable y seria señora que nos fue explicando cómo trabajaban con los niños. Desde el principio nos dejó claro que ellos son más que una guardería, que tienen unos horarios fijos de entrada y salida con el fin de respetar las clases iniciadas, que solo se hablaba a los niños en inglés. Según ella si se les hablaba en español los pequeños entenderían que podrían optar por el lado fácil: hablar en español-, que para los padres que no hablaban inglés había un par de docentes para comunicarles en la lengua castellana los avances o requerimientos de sus hijos. Sinceramente sentí que esto parecía más un internado, un centro más rígido que quizá está bien para los que les guste este tipo de educación, pero no era lo que estábamos buscando para mi hijo. Además, el precio era el doble de lo que los anteriores pedían.
A ver, para gustos, colores. Habrá padres que les guste este tipo de guarderías, pero yo no quiero que mi hijo esté en un centro tan estricto. Yo quiero que se divierta, que descubra jugando, que sea estimulado con cariño (no quiero decir que en la guardería bilingüe no sean cariñosos), y que si en algún momento necesita ser consolado, abrazado por alguna responsable de su guardería, ésta lo haga como si fuera yo, no solo por compromiso o porque es su trabajo. Prefiero que mi hijo aprenda el inglés de a pocos diariamente y que se divierta en un centro donde desde el primer instante le han hecho sentir a él y a mi cobijados y queridos.
Yo he sido profesora de inglés de niños y sé muy bien cuáles son las ventajas de que un niño hable dos idiomas. Por ejemplo, la capacidad de comunicación con personas de distintas nacionalidades y un mayor acceso a la información global. El conocer dos culturas los enriquece. La diversidad que adquieren estimula su capacidad de desarrollo intelectual, y tienen más ventaja a la hora de buscar trabajo. Sin embargo, también sé que muchas veces los niños se cansan de las cosas que hacen repetidamente, actividades a los que los inscriben sus padres porque son ellos los que disponen de sus horarios y hasta de sus divertimentos, sin muchas veces consultar o conocer bien los gustos de sus crios.
En el caso de mi hijo, poco a poco irá mostrando sus aptitudes lingüísticas, por ahora yo seguiré hablándole en inglés en casa, poniéndole sus dibujos en inglés y tratando de hacer que este idioma sea algo divertido y no un aburrimiento que pueda llegar a detestar. Así es que como ven, no hemos seguido las tendencias (guardería bilingüe), mas bien optamos por la primera guardería que desde un principio nos entró por los ojos, pero sobre todo por el corazón.
En España hay un déficit en el aprendizaje y el habla del inglés, a diferencia de Latinoamérica donde la gente está empapada, para bien o para mal, de la cultura estadounidense y el inglés fluye muy bien gracias sobre todo a las series y películas en versión original subtituladas, a la música en inglés, etc. En cambio aquí, el doblaje de las películas y de las series, creo, que no beneficia en nada a que la gente pueda estar en contacto con este idioma.
El Ministerio de Educación se ha dado cuenta, un poco tarde quizá, de esta carencia y cada vez más se está extendiendo en España la enseñanza bilingüe no solo en los centros educativos privados, sino también en los públicos. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid hay alrededor de 377 centros bilingües, en Andalucía son ya más de 800 y seguro que han ido en aumento.
¿Tu qué opinas de este boom de las guarderías bilingües? ¿Lo crees necesario?
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