Los 3 guerreros
Resérvate 10 minutos para jugar a los guerreros con tu hijo/a y cuéntale el siguiente cuento:
Hace muchos muchos años, en un lejano reino, vivían tres guerreros. Los tres guerreros tenían que defenderse de ataques de las demás personas. Uno de ellos, tenía un escudo y su manera de defenderse era protegiéndose con el escudo. El segundo guerrero tenía una espada y lo que hacía éste era atacar a los demás con la espada. El tercer guerrero no tenía ni escudo, ni espada y para defenderse tuvo que aprender a usar la palabra y así defender sus deseos y opiniones.
Tras esta pequeña introducción, representad juntos una situación y cómo se defenderían los tres guerreros. Por ejemplo:
Imagínate que en el colegio hoy tus compañeros se burlan de un niño/a porque lleva gafas. Te piden que tú también te burles, pero no quieres hacerlo porque no tienes nada en contra de ese niño/a.
“Vamos a ser el guerrero que se defiende protegiéndose con el escudo“. Tomad algo que simule el escudo para hacerlo más real, por ejemplo un cojín. Poneros detrás de vuestros escudos.
Una vez estáis en esta posición, puedes preguntarle: ¿cómo te sientes así?, ¿crees que así defiendes tu opinión?, ¿así haces daño a alguien?. Es muy importante que escuches atentamente sus respuestas, sin interrumpir.
“Vamos a ser el guerrero que se defiende con la espada”. Tomad una espada o algo que lo simule y haced como que estáis atacando con ella para defenderos de lo que proponen los compañeros.
Después hacemos como en la situación anterior y le preguntamos: ¿Cómo te sientes así?, ¿crees que así defiendes tu opinión?, ¿así haces daño a alguien?
“Vamos a ser el tercer guerrero que se defiende usando la fuerza de sus palabras“.Pregúntale a tu hijo/a: ¿Cómo te defenderías con tus palabras? Si no sabe, hazlo tú como ejemplo: Yo me defendería diciendo: ¡No!, no quiero meterme con él, eso no está bien, dejadlo en paz, así no se trata a los compañeros. Al decirlo, usa un tono contundente y luego anima a que lo haga tu hijo.
Después reflexionad juntos: ¿Cómo te sientes así?, ¿crees que así defiendes tu opinión?, ¿así haces daño a alguien?
Actitudes frente al acoso
Los tres casos muestran actitudes muy distintas ante una situación:
El guerrero que se defiende bajo el escudo, toma una actitud pasiva ante el conflicto. Ocultándose espera que le dejen en paz y no le obliguen a hacer lo que no desea. Pero en realidad, es una actitud sumisa, pues depende de los demás para no verse implicado en esa situación. Realmente el escudo no nos defiende de nada y a veces acabamos en la situación que no queríamos estar (estar presente cuando se burlan los demás) sin solucionar el conflicto.
Cuando actuamos como el segundo guerrero, decimos que no, pero para ello empleamos la espada y dañamos a los demás. Es la forma agresiva de defenderse. Cuando se escoge la agresión para resolver un conflicto es porque no se poseen otras habilidades comunicativas y se tiende a interpretar las diferencias de opinión como ataque contra uno mismo y, por ello, se toma la espada para defenderse del ataque. Pero en realidad no hay ninguna ofensiva, simplemente hay opiniones o deseos diferentes, que deben aprender a respetarse.
Por último, cuando aprendemos a usar la palabra para defender nuestras opiniones y deseos, estamos tomando una actitud activa y asertiva ante el conflicto. Estaremos creyendo en nuestra fuerza interior y en nuestra voluntad por encima de todo. Eso nos permitirá decir no a la situación que no queremos y no vernos implicados en lo que no deseamos, sin hacer daño física o verbalmente a los demás.
Yo usé este cuento/juego con las pequeñas terremoto pues a lo largo de estos años escolares me han ido momentos de burla o exclusión entre compañeros en el colegio (cada una a la escala de su edad), y éstas fueron las respuestas que me dieron cada una, pues hice el ejercicio con ambas:
en el caso del guerrero que usa el escudo
La pequeña me decía que con eso ella estaba protegida. La mayor fue algo más allá y me dijo que eso servía para que no te hicieran nada, pero no servía para ayudar al que necesitaba ayuda.
en el caso del guerrero que usa la espada
Ambas respondieron que eso podía hacerle daño a alguien, y eso podía ser peor.
en el caso del guerrero que usa las palabras
Las tres eligieron este guerrero para defenderse. La pequeña me decía que si las palabras no servían los empujaría (seguimos trabajando en enfadarse sin pegar) La mayor tuvo clara que esta era la manera de actuar, pero dijo que muchas veces cuesta que paren, y que a ella no le gusta gritar pero si lo pides bien a veces las burlas no paran, o pasan a burlarse de ella si defiende a un compañero. Su reflexión me dejó claro que hay mucho por hacer todavía, para que las palabras sean suficientes para defenderse y defender a otro. Pero al menos lo tiene claro.
¡Que las palabras sean vuestro mejor escudo!
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