Conforme van creciendo se van haciendo más independiente, cambian los gustos, juegos y juguetes. Ellos mismos se montan sus propios juegos y películas en la bañera con sus juguetes preferidos, de esta forma serán cada vez menos los chapoteos en el agua y algún que otro trago de agua.
Estos cambios de conducta los iremos notando progresivamente pero es cuando tiene ya los tres o cuatro años cuando ya irán demostrando más su madurez y autonomía. Es en esta fase ya quieren limpiarse ellos, pasarse la esponja por el cuerpo les parece divertido, y aprovechando podemos hacer un repaso de las diferentes partes del cuerpo. En estas edades ya han adquirido ciertas habilidades y autonomía, pero tenemos que tener claro que aún es peligroso que lo hagan ellos solos. Tenemos que seguir estando presente con ellos y ayudándoles, siempre atentos ante cualquier resbalón, golpes o se puedan ahogar. Cada niño y niña es un mundo y a estas edades pueden ser suficientemente maduros, pero nosotros siempre debemos estar vigilantes y prestando nuestra ayuda hasta al menos los seis y siete años edad. Aquí ya podemos fiarnos algo de su madurez y autonomía y podemos ausentarnos algún rato durante el baño, enseñándoles donde deben profundizar la limpieza y en que partes corporales.
El tiempo pasa muy rápido y más con los niños, será cuando tenga 5 años que vemos más madurez y que ha asentado los hábitos adquiridos y rutinas en lo que respecta en la higiene. Lo que viene siendo la limpieza de arriba, enjabonarse el pelo, cuerpo, etc. hacía los pies.
Por eso cada peque es un mundo y cada uno marca su ritmo de aprendizaje en cada etapa y nivel. Nuestro consejo es que las prisas no son buenas, no nos agobiemos y que sean ellos los que lo marquen y adquiriendo los hábitos por sí mismos. Cuando queramos darnos cuenta nuestro peque ya no lo será tanto y su nivel de autonomía será mayor, reafirmando su a autoestima y confianza para mayores desempeños.
Vamos a recordar que la hora del baño es divertida pero siempre debemos tomar una serie de medidas de seguridad y su supervisión por un adulto:
Suelo antideslizante, es bueno poner pegatinas o alguno de esos elementos plásticos antideslizantes en el suelo de la bañera, así se evitan sustos, además conformen vayan creciendo es normal que prefieran ducha en lugar de baño.
Mantener lejos los objetos eléctricos, y por supuesto que no estén conectados a la red y lo mismo con todo tipo de objetos peligrosos que puedan suponer un peligro o una lesión, como objetos punzantes y cortantes.
Enseñarles bien a seleccionar la temperatura correcta del agua, ya que así se pueden evitar posibles quemazos o resfriados, siempre se puede poner un regulador.
Es recomendable tener buenas alfombras, toallas o albornoces a mano, para que la salida de la ducha se haga de forma rápida, evitar deslizamientos y charcos de agua en el suelo que tanto ensucian y molestan.
La puerta no es conveniente cerrarla del todo, lo mejor es dejarla entreabierta si desea intimidad y pasar a revisar a menudo para ver y comprobar que todo está bien y en orden.
Con estos consejos básicos vuestros peques ya podrán disfrutar con total seguridad de ese genial momento que cada vez se hará más íntimo conforme crezcan y ganen confianza y autoestima.
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