Buenos días cibernautas, ¿os apetece un abrazo?
Estamos tan acostumbrados a ir de un lado a otro corriendo y sin parar que a veces nos olvidamos de la importancia de los abrazos.
Cuando mi hijo se pone triste le pregunto ¿quieres un abrazo?. Sea lo que sea lo que le pasa, después del abrazo se siente mejor. Hay abrazos muy fuertes, de esos en los que te estruja, otros flojitos, sin ganas, algunos que piden que lo le suelte en toda la tarde, pero sea como sea el abrazo siembre es dulce.
Cuando crecemos nos da vergüenza pedir que nos abracen y tenemos altos niveles de estrés.El estrés es uno de las enfermedades más frecuentes en Europa, según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) un 30% de los trabajadores padece estrés. En España, las cifras comprendidas en el Estudio Nacional sobre el Estrés en España desarrollado por Zenpure aumenta esas cifras a un 71% de la población. Para combatir esta situación y las consecuencias de salud que genera, un nuevo estudio de la universidad estadounidense de Carnegie Mellon recomienda los abrazos.
Los investigadores descubrieron que un mayor apoyo social y los abrazos frecuentes protegen a las personas del aumento de susceptibilidad a las infecciones asociadas al estrés. Genera además un riesgo significativamente más bajo de padecer síntomas de enfermedades vinculadas al estrés.
"A más abrazos, mejor salud"
El estudio liderado por Sheldon Cohen, profesor de Psicología de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de Carnegie Mellon, se ha basado en los abrazos como forma de apoyo social, porque esta práctica es un indicador típico de una relación más íntima y cercana entre 2 personas.
"Sabemos que las personas que experimentan conflictos con otros tienen una capacidad menor de combatir los virus que trae el frío. También sabemos que las personas que afirman tener un apoyo social están más protegidos de los efectos del estrés a nivel psicológico, como la depresión o ansiedad", afirma el Dr. Cohen.
"Pusimos a prueba las percepciones del apoyo social y si éstas son igualmente efectivas para combatir la susceptibilidad a la infección por enfermedades derivadas del estrés, y si los abrazos podrían explicar los sentimientos de apoyo y protegerlos de las infecciones", agrega el profesor.
El estudio
Los investigadores crearon un cuestionario que fue respondieron 404 adultos sanos, a los cuales se les preguntó, entre otras cosas, las frecuencias de conflictos interpersonales y los abrazos que reciben. El cuestionario se extendió 14 días y se realizó telefónicamente. Más adelante, los participantes fueron expuestos intencionalmente a un virus común del resfriado y fueron monitoreados en cuarentena para analizar si se producía alguna infección o mostraban síntomas de enfermedad.
Los resultados revelaron que el apoyo social percibido reduce el riesgo de infección asociados a los conflictos que una persona experimenta. Los abrazos fueron responsables de la tercera parte del efecto protector del apoyo social. Entre los participantes infectados, la mayoría que percibía un apoyo social y una frecuencia mayor de abrazos presentaron menos síntomas severos, sin importar si estaban padeciendo conflictos o no.
"Esto sugieren que ser abrazado por una persona de confianza puede ser un método efectivo para transmitir apoyo, y que aumentar la frecuencia de los abrazos puede ser un medio efectivo para reducir el impacto perjudicial del estrés", explica Cohen. "El aparente efecto protector de los abrazos puede atribuirse al contacto físico en si mismo o a que se trata de un indicador de comportamiento, de apoyo e intimidad", y concluye diciendo, que "Sin importar cuál de ambas sea, quienes reciben más abrazos están más protegidos de las infecciones".
Fuente: Science Daily, Universidad de Carnegie Mellon,
Foto: Autor desconocido.