Hoy leemos “El pulpo-mascota” de la editorial Anaya. Un libro que nos invita a reflexionar sobre la importancia de aceptar a los demás (hijos incluidos) tal y como son, sin pretender cambiar nada de ellos para que se ajusten a nuestras preferencias o ideales. Un libro con el que tanto pequeños como mayores aprenderemos sobre lo injusto que es querer que el otro se convierta en alguien que no es.
El pulpo-mascota, sinopsis
Edgar, el niño protagonista de la historia que nos narra Martin Mckenna, siempre ha deseado tener un perro como mascota y en su mente imagina el perro ideal. Un perro de buen porte al que adiestrar y ganar concursos. Pero a Edgar le regalan … ¡un pulpo! ¿Os imagináis? ¿Qué harías vosotros?
Pues Edgar se ha propuesto entrenar a su pulpo como si fuera un perro, ese perro que siempre quiso sin tener en cuenta las peculiaridades de su nuevo amigo, Jarvis : “Siéntate. Quieto. Tráelo”. Pero Jarvis no se parece en nada a un perro, él es un pulpo. Un pulpo muy listo y peculiar que conseguirá que la vida de Edgar dé un giro inesperado y que nos permitirá entender el valor de la amistad, la lealtad y el respeto.
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El pulpo-mascota (Primeros Lectores (1-5 Años) - Álbum Ilustrado)
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¿Qué valores nos aporta o podemos extraer de la lectura de “El Pulpo-Mascota”?
Este libro es muy adecuado para concienciar a los más pequeños de la casa, pero también a los padres que les acompañamos en la lectura, sobre la importancia del respeto a las diferencias de los demás y del valor de la verdadera amistad basada, precisamente, en la aceptación mutua.
Aceptar a los demás tal y como son, sin pretender cambiarlos supone admitir y reconocer su idiosincrasia, entender sus gustos, sus preferencias, sus particularidades y enriquecernos precisamente con su forma de ser.
Pretender cambiar a alguien, manipulando su forma de ser para que se ajuste a nuestros deseos o ideales de persona (pareja, amigo o hijo) lleva implícita una idea de menosprecio.
Ideas para hablar con nuestros hijos
Más allá de reflexionar sobre la importancia de tener o no una mascota en casa y cuál sería la más adecuada para nuestra familia, leer este libro es una oportunidad para hablar sobre las expectativas que tenemos depositadas en otras personas: qué esperamos de ellas, que nos aportan, qué nos gusta, divierte o qué aprendemos de esa relación que tenemos con ellas.
Es una buena lectura para hablar sobre la amistad y la conveniencia de no juzgar a los demás por lo que no son y hacerles ver que no podemos culpar a los demás por no ser como a nosotros nos gustaría. Cada uno es como es con sus más y sus menos. Todos somos valiosos por igual.
Si juzgas a un pez por su capacidad de trepar árboles vivirá toda su vida creyendo que es un inútil.
-Albert Einstein-
Reflexión para padres
Es cierto que todas las madres y padres nos nos creamos una imagen irreal, deseada, ficticia, de nuestros hijos. Queramos o no, empezamos a imaginar cómo serán antes de que nazcan, incluso antes de saber si es niño o niña, si es uno o son dos. Imaginamos al bebé perfecto, sonrosadito, plácido, tranquilo. Imaginamos su futuro e involuntariamente proyectamos en él todos nuestros deseos e incluso frustraciones. Es posible que deseemos que se parezca a nosotros, que sea una copia mejorada, más listo, con más oportunidades, con mejores estudios, … Y para que sea así nos esforzamos y nos esforzamos, queriendo ser su ejemplo, y modelar su vida siguiendo el patrón de la nuestra. Pero ante tanto esfuerzo nos olvidamos que ellos tienen su propio temperamento, quizás más fuerte o no, quizás más débil, y esto en ocasiones nos resulta complicado de aceptar, de aceptar a nuestros hijos como son.
Aceptando a nuestros hijos como son, supondrá invertir la energía que supone criar y educar a nuestros hijos en lo que verdaderamente importa: conocerles, entenderlos, guiarles.