La verdad es que no había hecho empanadillas caseras nunca… bueno, y sigo sin hacerlas yo, porque en esta receta no me dejaron hacer nada… nada de nada. Bueno, sí, freírlas al final, que optamos por esta solución. Pero la próxima que probaremos en el horno, creo que ahí ya no se si me dejarán hacer algo.
La verdad es que, con lo que disfrutaron en el proceso, la próxima vez que hagamos, les dejo todos los ingredientes en la mesa y creo que podrían hacerlas sin ninguna indicación. Tengo que probarlo.
Empecemos con los ingredientes. Nosotros hicimos unas 10 empanadillas o así (en la foto hay 7 porque algunas no llegaron a la foto… alguna mano inocente hizo de tester, jajajaja).
Ingredientes:
Obleas de empanadillas (hay de dos tamaños, nosotros cogimos las grandes).
Dos latas de atún.
Dos huevos duros
Tomate frito (nosotros elegimos receta artesana de Mercadona).
Aceite para freír o huevo para pintar las empanadillas si optáis por meterlas en el horno.
Preparación:
Primero cocemos los huevos y los pelamos.
Los rallamos o los cortamos en trocitos, según os guste más. Como quería que lo hicieran todo ellos, me pareció que podían probar a rallar, con un rallador pequeño que tengo. Les encantó.
Usamos un plato o bol donde mezclar todos los elementos. Incorporamos el huevo rallado. Parte de cada huevo duro acabó en la boca de alguno de los peques… jejeje.
Desmenuzamos el atún y lo incorporamos también en el plato o bol de mezclas.
Añadimos un poco de tomate frito en el plato y lo mezclamos todo.
Rellenamos cada una de las empanadillas, dejando un poco de margen en los bordes. Fuimos aprendiendo que para poder cerrarlas, había que dejar un margen en el borde. Está bien aprender mientras lo haces, porque entiendes el por qué de lo que haces.
Doblamos la masa de empanadilla y presionamos los bordes primero con los dedos.
Después, con un tenedor marcamos sobre ese mismo borde, apretando un poco pero sin romper la masa.
Y aquí estaban los dos trabaja que trabaja.
Por último, hay dos posibilidades, o bien las fríes en una sarten por cada lado, con abundante aceite caliente y las colocas sobre un papel de cocina para que escurra el aceite un poco.
O por otro lado, las puedes cocinar en el horno, pintando con un poco de huevo batido sobre cada empanadilla. Hornear hasta que estén doradas.
Nosotros esta vez optamos por la primera opción y salieron muy muy ricas. Así nos quedaron las nuestras:
La próxima comprobaremos en el horno, y así podemos ver la diferencia de sabor y textura.
¿Habéis hecho empanadillas con vuestros peques? ¿Qué tal la experiencia?
Si os gusta cocinar con vuestros peques podéis consultar también una receta que hicimos hace un tiempo, de Croissants salados y de postre, ¿qué tal unos Cake Pops de Chocolate?. A disfrutar cocinando con los peques y comiendo cosas ricas y fáciles de hacer.
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Archivado en: Qué cocinamos?