Es gracioso como un cuento puede mostrar a los peques situaciones que pueden llegar a vivir en su vida y en las que se pueden ver inmersos, poniéndoles de ejemplo las posibles consecuencias de nuestras acciones. Y sobre todo con una emoción tan fuerte como el ENFADO. Nos bloqueamos, nos irritamos, nos sentimos traicionados, intransigentes, cabezones, y cuantas cosas más puede llegar a hacernos sentir esta emoción. No solo eso, sino que además, a veces nos hace reaccionar de maneras que no haríamos si no estuviéramos enfadados, y que pueden ser irreparables.
Este es el caso de los protagonistas de este cuento. El señor Col y el señor Tristan cuyo enfado les lleva a actuar de manera descontrolada, y donde sus acciones cada vez empeoran más la situación.
El cuento ENFADADOS es de la Editorial La Fragantina, escrito por Roberto Aliaga e ilustrado por Miguel Cerro. Un cuento genial para peques dentro de la colección Lo Mullarero.
DESCRIPCIÓN
Un día cualquiera, en un vecindario cualquiera, dos amigos se enfadan. Su enfado es tan fuerte que todo el vecindario se ve afectado. Nadie sabe que ha pasado entre el señor Col y el señor Tristán, solo que han empezado a discutir entre ellos y ya no se dirigen la palabra.
Debido a ese enfado entre ellos, empezaron a actuar de manera muy absurda, cerrando de golpe ventanas y puertas…
Poniendo un muro entre las dos casas vecinas…
Creando fosos que rodean la casa o electrificando la casa para evitar que el otro pueda acceder…
Un sinfín de acciones absurdas y descontroladas, movidas por el enfado entre ellos, que les lleva a picarse para ver quien hacía algo más difícil o más grande que el otro.
¡Hasta llegaron a poner en venta sus casas! Hasta tal extremo llegó el enfado entre ellos.
Pero claro, todas sus acciones no podían quedarse sin consecuencias. Al ser todas ellas desproporcionadas y sin sentido, les llevó a los dos a quedarse sin casa. Sí, sí, ¡sin casa!.
Todo ello les llevó a pasar la noche en la parada del autobús, con frío y con hambre y a pesar de todo, mantenían entre ellos ese enfado inmenso que les había llevado a la situación en la que se encontraban. Porque, por encima de todo, eran tan orgullosos y cabezones, que nada parecía hacerles cambiar de parecer.
Pero el hambre es otro estado de ánimo que altera también a cualquiera… así que está vez movidos por el hambre,… vieron una mosca que pasaba por allí y no se lo pensaron dos veces… ¡tenían que comérsela!. Eso sí, la situación a la que llegaron por intentar cazar a la mosca antes que el otro es realmente cómica… y no os la desvelo (mejor leerla en el cuento, junto con toda la historia completa, jejeje).
ILUSTRACIONES
Como habéis podido ver, las ilustraciones están llenas de colorido, los personajes son muy peculiares y la representación de cada una de las situaciones, acciones y consecuencias que van sucediendo en el cuento, es genial. Los dibujos son grandes y toman mucha importancia en el cuento, ya que permiten situarte en la historia perfectamente.
TEXTO
El texto está escrito en letra de imprenta, usando parte de narración y parte de diálogo (expresando lo que cada personaje dice). Está muy correctamente escrito, con un lenguaje cuidado y perfectamente comprensible por los más pequeños.
EDADES
El cuento está recomendado para niños a partir de 4 años. En realidad es fácil pensar que, a partir de esa edad, los peques pueden comprender que las acciones que están haciendo los personajes no son nada normales y correctas, y que por ello las consecuencias tampoco son buenas. En nuestro caso, lo hemos leído tanto para la peque de 2 años como para el mayor de 4 y sin duda, se meten fenomenal en la historia, con lo que la siguen perfectamente.
CONCLUSIONES
Es un cuento en el que la historia está entre divertida y absurda, por las situaciones, por el comportamiento, por las reacciones de los personajes. Pero muestra, aunque de manera un poco exagerada, un elemento realmente importante: cómo nos afectan los enfados, y como nos llevan a tomar decisiones y realizar acciones tan absurdas que nos llevan a situaciones mucho peores.
Es normal que nos enfademos, que algo no nos parezca bien, que no estemos de acuerdo con alguien en algo, pero hay que controlar lo que ese enfado nos mueve a hacer. Las decisiones y acciones cuando estamos en pleno enfado, no suelen ser las más acertadas. Es mejor tomar distancia y calmarse, para luego valorar la situación y actuar.
No creo que por un enfado nos quedemos sin casa, como los protagonistas de la historia (o sí?), pero sí podemos llegar a situaciones que luego, al calmarnos y analizar la situación, podemos lamentar.
Mejor hablar y resolver las cosas, ¿no creéis?.
Si os gustan los cuentos de La Fragantina, no os perdáis también UN SEÑOR ENCANTADOR, una preciosa historia que os calará muy hondo o EL LORO VERDE, con un mensaje increíblemente potente para los más pequeños.
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