Mi vida es completamente imperfecta. Antes pensaba que esto era un desastre, y no era capaz de ver que era precisamente esa imperfección la que daba chispa a mi vida. La maternidad me cambió completamente, bueno, la maternidad y la crisis, dicho sea de paso.
No sé.... mi vida no es como lo esperaba, y me costó aceptarlo. Por eso quiero compartirlo con vosotras, porque somos muuuuchas las que no nos esperábamos esto. Me lo imaginaba todo... como muy perfecto, y me encuentro con una casa caótica, unos horarios irregulares, una economía inestable, como la de todo autónomo y lo peor de todo... algo de lo que no parece que me pueda librar de manera sencilla: un moño mal atusado. Así es mi vida.
Perfectamente Imperfecta.
Y aquí mi voluptuosa figura de 95 kg. Claro que quiero "ponerme tipo fino", como diría mi madre, jeje. Pero esto es lo que hay, y no quiero maltratar a mi cuerpo escondiéndolo o despreciándolo como hice en otros tiempos. Es un cuerpo bello, al que le tengo mucho que agradecer, pues trajo al mundo a dos niñas sanas, y que cada día lucha por sobrevivir y sacar una familia adelante.