Les cuento que ayer tuve mi cita de genética y revisaron los resultados de el examen de histocompatibilidad y me dieron buenas noticias.
Encontraron mi problema y la solución. GRACIAS A DIOS
Debo realizarme un tratamiento de LINFOTERAPIA, la cuestión es saber si mi seguro lo cubre o si debo buscarlo por particular.
En tres meses tengo de nuevo cita de genética y para entonces debo haber iniciado la terapia.
en la siguiente publicación ampliare la información sobre la linfoterapia una vez haya asistido a cita de ginecologia para hablar sobre el tema y el paso a seguir.
Resulta que es un poco difícil encontrar información sobre el tema pero aquí les dejo lo mas explicado que pude el caso.
Cuando hablamos de los anticuerpos antiparentales (de ahora en adelante AcAP) es como si habláramos de la "compatibilidad entre los miembros de la pareja" en términos más coloquiales. La determinación de estos anticuerpos forma parte de las pruebas a nivel aloinmune, o de reacción inmunológica a lo ajeno -en este caso a la mitad del material genético que trae consigo el embrión y que aporta el padre.
Después de la fertilización y durante todo el embarazo, se producen numerosos cambios en la fisiología de la mujer, y entre estas modificaciones, las inmunológicas son relevantes.
El cuerpo humano está preparado genéticamente para reconocer todas sus estructuras como propias. Cuando esto no ocurre y el organismo fabrica anticuerpos contra sus propias estructuras, estamos delante de un fenómeno que denominamos autoinmunidad.
Por otro lado, el organismo "rechazará" todo aquello que no reconozca como suyo. Esta es una de las funciones del sistema inmunitario, y se conoce como aloinmunidad.
Durante un embarazo normal, la madre permite el crecimiento de un nuevo ser, que lleva el 50% de la carga genética de la madre, y el 50% de la carga genética del padre. Por tanto, la mitad de los constituyentes del feto serán reconocidos como propios por el sistema inmunitario de la madre, y la otra mitad no. Esto significa que en condiciones normales, la madre debería rechazar todos los fetos.
Evidentemente, la naturaleza es muy inteligente, y esto no sucede. La madre "permite" que el óvulo fecundado, siga su curso natural. Ha este mecanismo se le conoce con el nombre de tolerancia inmunológica. Esta tolerancia inmunológica, se consigue a través de complejos mecanismos que deprimen el sistema inmunitario de la madre, aunque esta inmunosupresión" solo se localiza en la interfase fetomaterna.
Si alguno de los mecanismos implicados en esta tolerancia inmune fracasa, o si aparecen alteraciones autoinmunes, se producirá el aborto y/o pérdida fetal, que en ocasiones podrá ser de repetición.
* Abortos de repetición de causa autoinmune
La pérdida de tolerancia a "lo propio", es decir, la incapacidad de recocer las propias estructuras como tales, puede provocar una respuesta inmune anómala. Este tipo de respuestas se denominan autoinmunes. El sexo femenino y el ambiente hormonal adecuado, pueden propiciar o favorecer las respuestas autoinmunes. Algunas disfunciones autoinmunes pueden ponerse de manifiesto durante la gestación, pudiendo provocar alteraciones en la madre y posibles problemas fetales. En otras ocasiones, el transtorno solo se manifestará en forma de complicaciones obstétricas.
Algunas enfermedades generales, que en ocasiones pueden pasar inadvertidas, pueden causar malos resultados obstetricos. Será necesario hacer los estudios necesarios.
Una causa relativamente habitual de abortos, pérdidas fetales u obitos recurrentes, es la relacionada con la presencia de anticuerpos antifosfolipídicos y anticofactor.
Hoy dia existen tratamientos adecuados para corregir estas situaciones, consiguiendo una tasa de exitos entre el 80-90%
* Abortos de repetición asociados a alteraciones aloinmunes
Las alteraciones aloinmunes pueden aparecer cuando fracasan los mecanismos que permiten a la gestante tolerar o aceptar las proteínas fetales que derivan del ADN paterno (proteínas de origen paterno).
Desde los estudios de Clarke y Kirbi, se acepta que la disparidad antigénica materno-fetal sería beneficiosa para la supervivencia del embrión.
Se ha comunicado que las parejas que sufren abortos de repetición comparten más antígenos de histocompatibilidad, y por tanto, tienen menos anticuerpos anti-HLA que las parejas fértiles. (HLA: Antigenos leucocitarios humanos).
En la misma línea, también se ha documentado en estas mujeres, una disminución del antígeno CD46 o LTx, que también contribuiría a dificultar el mantenimiento del embrión.
El complejo mayor de histocompatibilidad (CMH) es una parte de nuestro código genético, que juega un papel clave en el sistema de defensa del organismo. De hecho, es el que le enseña a los linfocitos (glóbulos blancos) a distinguir los elementos del organismo de los antígenos extraños que deben ser eliminados.
¿Tienes presente los transplantes? Pues; todos sabemos que uno de los principales motivos de fracaso es el rechazo de los mismos por parte del cuerpo receptor por falta de tolerancia a lo ajeno, a pesar de los tratamientos inmunosupresores que se puedan llevar a cabo -bajar nuestras defensas para minimizar la respuesta.
Pues algo parecido pasa, salvando distancias, entre el embrión y la madre, pudiendo atacarlo el sistema inmunológico de ésta última por no considerarlo algo propio.
Por otro lado se nos dice que entre más parecidos sean ciertos perfiles entre ambas partes -madre y padre- menos anticuerpos habrá de los que permiten la supervivencia del embrión.
Entiendo que es un tanto complejo el asunto, pues por un lado se habla de rechazo a lo ajeno o no reconocido como propio y por el otro que entre más se parecen los perfiles de los progenitores peor; sí, parece contradictorio pero tiene su sentido, pues los anticuerpos que hay en menor cantidad cuando hay ciertas similitudes a nivel inmunológico -sistema de defenses- en la pareja son los que ayudan a sobrevivir al embrión a los "ataques" de la madre recubriéndolo a modo de aislamiento.
Normalmente los abortos naturales son menos frecuentes que los provocados por diferentes razones. Pero muchas mujeres en el mundo entero no son capaces de llevar a término feliz un embarazo. Frente a estos casos, que no son raros, los médicos se preguntan no necesariamente por qué el cuerpo de una mujer algunas veces rechaza el feto en desarrollo, sino por qué, en la mayoría de los casos, el feto sobrevive los nueve meses del período de gestación.
El feto, al fin y al cabo, es en parte ajeno, pues porta algunos genes del padre. El organismo, como lo saben muy bien los especialistas en trasplantes, con frecuencia rechaza cualquier cosa que no reconoce como propia. Obviamente, esto no ocurre con la mayoría de los fetos en desarrollo.
Sin embargo, investigaciones adelantadas recientemente ofrecen alguna esperanza para aquellas mujeres que, tras repetidos intentos, han visto frustrados sus deseos de ser madres, por abortos que se presentan en algún momento de la gestación. Los científicos creen haber descubierto la razón por la cual normalmente un feto no es rechazado por el organismo de la madre. Este descubrimiento ha conducido a un nuevo tratamiento para prevenir algunos abortos.
En un extraño giro de la lógica, los científicos han encontrado que son las mujeres con defensas bajas, más que las que tienen las defensas altas, las que presentan más probabilidades de rechazar el feto como cuerpo extraño. Estas mujeres aparentemente carecen de un tipo de anticuerpo que durante el embarazo actúa frente a las acciones de rechazo del sistema inmunológico.
A partir de este descubrimiento, se han desarrollado terapias para reforzar el sistema inmunológico, para habilitar a muchas mujeres que han abortado varias veces, para tener embarazos que culminen en hermosos bebés.
En años recientes, los científicos han descubierto que las mujeres que han tenido varios abortos inexplicables, con frecuencia no presentan una respuesta inmunológica apropiada a cierto tipo de célula fetal, el tropoblasto, que forma el único tejido fetal que tiene contacto con los tejidos de la madre. Las células tropoblastos forman la capa entre el útero y la placenta. Según creen los científicos, normalmente las mujeres producen anticuerpos que literalmente recubren los tropoblastos, de tal forma que el sistema inmunológico no los ve como extraños. Estos anticuerpos bloqueadores son una condición única del embarazo.
Basados en estos descubrimientos, los investigadores han desarrollado una terapia (vacuna) para inducir a las mujeres a producir los anticuerpos bloqueadores. Para lograrlo, las inmunizan con glóbulos blancos de la sangre de sus esposos o de donantes. Los científicos sostienen que hay antecedentes para este tipo de tratamiento en pacientes de trasplantes de riñón, que parecen aceptar más el riñón de un donante si previamente han tenido transfusiones de sangre. Los investigadores trabajan sobre la hipótesis de que los pacientes producen anticuerpos frente a la presencia de las células de las transfusiones, que evitan que sus sistemas inmunológicos ataquen al riñón trasplantado.
Algunos médicos afirman que las mujeres embarazadas, como los pacientes de trasplantes, tienen más posibilidades de llevar a feliz término su embarazo, si producen anticuerpos que evitan que sus sistemas inmunológicos rechacen el feto. Normalmente, las mujeres producen ese tipo de anticuerpos por su propia cuenta, presumiblemente después de estar expuestas a las células de sus maridos durante las relaciones sexuales. Sin embargo, afirman algunos investigadores, las células de algunas mujeres que han tenido abortos sucesivos, tienden a ser genéticamente muy similares a las células de sus maridos. Así, estarían menos propensas a reconocer las células de sus maridos como extrañas, lo cual sería favorable en caso de necesidad de un trasplante de riñón por ejemplo, pero podría llevar a problemas durante el embarazo.
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