Muchas familias, cuando se acerca el estresante periodo de los exámenes se plantean la cuestión de recurrir a un profesor particular. En este sentido, en España el 48% de los niños ha recibido clases particulares en algún momento (la tasa más alta de Europa) y además, los padres de nuestro país se informan más sobre el rendimiento de sus hijos (78%), hablan más con sus ellos sobre los retos a los que se enfrentan (76%) o tienen una mayor involucración en sus deberes (74%), en comparación con los padres de otros países de Europa.
Todo ello muestra que, recurrir a un tutor escolar online tiene sus ventajas y por ello, la plataforma de tutorías online GoStudent comparte consejos para ayudar a los alumnos durante el repaso, con los comentarios de nuestra colaboradora, la psicóloga y madre de tres niños Vanesa Pérez Padilla.
1. Ayudar al niño ante sus dificultades
Este es el valor añadido de un tutor externo ya que su función no es evaluar o calificar, sino acompañar y formar. Frente al tutor online, el alumno tiene más confianza para hablar de sus dificultades sin miedo a ser juzgado. Este es el primer paso para construir un programa de revisión eficaz, basado en la confianza.El consejo de la especialista:
“Es fundamental establecer una buena comunicación y un buen clima de confianza. El tutor va a estar acompañándote, enseñándote una serie de técnicas y herramientas para que puedas lograr tu objetivo final. Pero para poder ayudarte de la mejor manera posible es importante que le transmitas cuáles son tus necesidades, tus dificultades, tus dudas, pero también tus fortalezas. Explícale cómo te organizas el tiempo, cómo tomas apuntes, cómo estudias para que pueda orientarte y diseñar el mejor plan de acción para ti”.
2. Crear un programa de repaso adecuado
Al principio del repaso, a menudo es difícil saber por dónde empezar, sobre todo cuando se trata de repetir conceptos estudiados a lo largo del año. La carga de trabajo puede parecer rápidamente insuperable. El tutor escolar está ahí tanto para validar lo aprendido como para centrarse en los puntos que se bloquean. Propone al alumno un programa hasta la fecha del examen para tranquilizarlo desde el principio con un plan de acción claro.El consejo de la especialista:
“La organización es clave; nos permite estructurar el tiempo de estudio respetando tiempo de ocio y descanso. Elaborad entre ambos un calendario en el que a simple vista se vean las fechas clave (de entrega de trabajos, exámenes parciales, exámenes finales), repartiendo los temas, las unidades, los repasos… Es recomendable que el espacio donde vayas a estudiar sea siempre el mismo, un ambiente tranquilo, sin distractores ni “roba tiempos” a la vista. El tutor va a enseñarte cómo optimizar la toma de apuntes, cómo aprovechar el tiempo dedicado a la lectura comprensiva, la realización de esquemas y apuntes… todo para que conforme llegue el momento lleves la materia consolidada”.
Entrenar con casos prácticos
El repaso individual puede convertirse rápidamente en algo muy teórico, mientras que los exámenes están diseñados para validar los conocimientos mediante su aplicación. El tutor, al que se recurre una o dos veces por semana durante un periodo de repaso intensivo, es un buen aliado para poner a prueba y afrontar los ejercicios tras un largo periodo de asimilación. También puede ser una gran ayuda para practicar para los exámenes orales.El consejo de la especialista:
“No temas a los exámenes ni a las pruebas de evaluación. Son necesarias para ir comprobando como va la adquisición de conocimientos y la comprensión de la materia. Cualquier duda que surja por pequeña que sea debes transmitirla. Es preferible retroceder para volver a explicarlo todo e ir asentando las bases.
Si dedicas cada día algo de tiempo al estudio acabarás creando una rutina que te permitirá llegar a la fecha del examen mucho más preparado y con tiempo para el repaso y solución de dudas. Para ello los simulacros de examen son una herramienta fundamental. Van a darte una idea bastante aproximada de una situación real y podrás ver qué aspectos de la materia vas necesitando reforzar.
Si tienes que hacer algún tipo de presentación oral es importante que aprendas no solo a estructurar la información sino a relajarte antes de la exposición, a controlar tu postura, la posición de tu cuerpo en el espacio, la gesticulación… Grabarte y después comentarlo con el tutor puede ser un medio muy sencillo para analizar el cómo lo haces”.
4. Desbloquear una situación
Durante el repaso, el alumno puede enfrentarse a un problema que no puede resolver y sentirse fracasado. El tutor online puede intervenir rápida y puntualmente para ayudar al alumno a superar una dificultad y desbloquear una situación. Esto ayuda a evitar el abandono y a mantener la confianza hasta el día del examen.El consejo de la especialista:
“Puede suceder que en un momento determinado te bloquees con un ejercicio, con un tema o veas que el tiempo avanza y sin embargo no logras concentrarte. Párate. Es de lo más normal; puedes estar cansado, o preocupado por el examen, o quizás hayas descansado poco… En estas situaciones lo mejor es cambiar de actividad o descansar. Ponte con otra materia, otras tareas, sáltate ese ejercicio que te descentra de momento, lee un poco, haz ejercicio, sal a la calle, queda con alguien…
Este cambio de actividad te va a dar la oportunidad de relajarte, desconectar y retomar el estudio con otra actitud y la mente relajada. No sirve de nada insistir en algo cuando nos encontramos bloqueados y no avanzamos, solo perderemos el tiempo”.
5. Ganar confianza en uno mismo
Al igual que un entrenador deportivo, un entrenador escolar también está ahí para entrenar la mente. Entre el estrés, la aprensión y el agotamiento mental, los alumnos se ponen a prueba durante el repaso. En este contexto, las clases particulares con un tutor online también son útiles para permitirles expresar sus preocupaciones y sentirse apoyados.El consejo de la especialista:
“Expresar emociones a lo largo del proceso enseñanza aprendizaje es fundamental a la hora de ir forjando una confianza y una seguridad en uno mismo. Comparte cómo te sientes tras cada clase o en general, si hay algo que te preocupa especialmente, si estás satisfecho y contento o por el contrario se encuentra preocupado y abatido. Es la mejor manera de que el tutor y el entorno puedan apoyarte y ayudarte en la manera que lo necesitas.
Es importante que creas en ti, y sino fíjate en todo lo que has ido consiguiendo. Mira hacia atrás, pon en valor tu esfuerzo, tus logros, tus aprendizajes, tus cualidades…
Piensa además en esos momentos en los que te has equivocado y cómo has podido aprovechar para aprender de ello y mejorar. No te quedes solo con el error, sino con cómo lo has gestionado y lo que has ganado al afrontarlo y revisarlo”.