Cuando en una familia el padre y la madre tienen diferentes lenguas maternas, no hay que tener miedo de hablar a los hijos en los dos idiomas desde que son bebés, al contrario, para los niños es un gran beneficio que no debemos desperdiciar, que los padres hablen en distintos idiomas a los hijos les facilitará el aprendizaje lingüístico así como su capacidad de concentración.
Sin embargo, aunque deseemos que nuestro hijo sea bilingüe no debemos forzarle a que hablen una u otra lengua. En ocasiones, cuando los niños conviven con más de una lengua es posible que el niño muestre predilección por una de las lenguas e incluso que se niegue a hablar en una de las dos, es muy importante no obligarles para que no le cojan manía y puedan hablarla en un futuro.
Al principio, el niño sólo captará las diferentes lenguas, pero poco a poco podrá comunicarse. Puede que mezcle las lenguas pero finalmente conseguirá distinguirlos claramente así como las situaciones o las personas con las que debe utilizar estas lenguas.
¿Has conseguido que tu hijo sea bilingüe?
Imagen: Surface Warriors/flickr