Y la verdad es que me encantó escucharla. Me gustó ver que sale de ella misma el pensar en otras personas, y tiene una especie de necesidad de ayudar a los demás. Cuando te pasan estas cosas siendo madre/padre creo que es inevitable decir o pensar al menos un “¡me la como!. Porque la verdad que tal y como vamos hoy en día, todos metidos en nuestro mundo, con las prisas, con millones de cosas que hacer y ocupados 100% en nuestras cosas… a veces se nos olvida pensar en que no todo el mundo tiene la suerte de tener la vida que tenemos nosotros… Me sentí orgullosa de ella y por otro lado pensé que la preocupación que tenemos los padres a veces porque eso que vas sembrando día a día tenga su fruto, llega un momento en que te calmas porque te das cuenta que algo va quedando… que cuando vas sembrando una serie de valores, es dificil que no quede nada.
Y por eso, siento que es necesario que desde pequeñitos, fomentemos en nuestros hijos tanto la empatía como la solidaridad, y me apetecía compartir con vosotros algunas de las ideas que se me ocurren sobre cómo hacerlo.
¿CÓMO FOMENTAR LA EMPATÍA Y SOLIDARIDAD EN NUESTROS HIJOS?
Creo que la empatía y solidaridad debe fomentarse desde pequeñitos, no solo con las personas que están a su alrededor (hermanos, etc) sino también con la gente desconocida. Y a pesar de que pueda resultar complejo pensar en cómo hacerlo, creo que la mayoría de los padres/madres lo hacemos bastante a diario con situaciones cotidianas.
1.DONAR ROPA QUE NO NECESITAS.
A menudo acumulamos ropa de un año, otro, otro, otro y otro más y la vemos de una temporada a otra dando vueltas, pero no terminas de usarla. Pero como tenemos la costumbre de no dar/tirar las cosas “por si”, pues ahí seguimos acumulando. Sin embargo, desde hace un tiempo tengo algo bastante claro… lo que no te has puesto en 3 o 4 años… dificilmente volverás a usarlo, por lo tanto… dá la oportunidad a otros de que realmente pueda ser útil.
Nosotros normalmente llevamos la ropa a los contenedores de Cáritas, Madre coraje, pero hay infinidad de lugares donde puedes llevar la ropa usada con tus hijos y que sean partícipes de porqué están ahí, qué ocurre con esa ropa, a quién va destinada, etc. Y ojo… no es cuestión de crear un sentimiento de pena en ellos, sino de que entiendan que hay otras personas a las que esa ropa les vendría genial, y que intenten ponerse en su lugar. Porque a veces menos es más, ¿no?.
2.CEDER PARTE DE TUS AHORROS A ALGUNA BUENA CAUSA.
Pasamos nuestra vida ahorrando para comprarnos aquello que queremos, que nos gusta y a veces se nos olvida que con una pequeña aportación, puedes ayudar a muchas otras personas. Nosotros llevamos años colaborando con varias ONGs porque así nos apeteció hacerlo en su momento, y consideramos que el hecho de que nuestras hijas conozcan porqué se hace es importante. En concreto, en el caso de la Fundación Vicente Ferrer, de vez en cuando nos llegan tarjetas con algo escrito sobre la niña que tenemos apadrinada, y a Vera le llama la atención, y aunque sé que a veces le cuesta entenderlo, creo que algo va calando.
Para ello, conocí el otro día “La mejor hucha del mundo” de Wondernology y la verdad que me pareció fantástica la idea. A través del cuento de los tres cerditos, han sacado estas tres huchas que vas organizadas de la siguiente manera: el cerdito ahorrador, el cerdito comprador y el cerdito solidario. De esta manera pueden dedicar una parte del dinero a cada uno de las cosas, enseñándoles a gestionarlo y a ser solidarios al mismo tiempo. ¿qué os parece?
3.LEER ES APRENDER.
Creo que somos muchos los padres/madres que dedicamos tiempo a leer con los peques y disfrutar de algunos ratitos juntos, conociendo nuevas aventuras y personas y creo que ahí está la clave. La lectura me parece un recursos sensacional para desarrollar estos dos aspectos en nuestros hijos de una manera tan sencilla como explicándoles la historia, analizando a los personajes y haciendo un pequeño juego con ellos como… cómo se sentiría el personaje… qué pensará, ¿cómo te sentirías tú si estuvieras en su lugar? La verdad es que a mí me sorprende como Vera se mete en la lectura y de pronto empieza a preguntar sin parar sobre porqué está ocurriendo tal o cual hecho, etc
4.CINE Y PALOMITAS.
Al igual que con la lectura, creo que a través del cine, en casa, en una sala de cine o donde sea es un recurso genial para ello. Ocurre lo mismo que con la lectura, que podemos aprovechar la ocasión para comentar lo que ocurre, porqué ocurre, cómo se podría solucionar, qué podríamos hacer nosotros en uno u otro caso, etc
5.AYUDANDO A LOS DEMÁS.
Uno de los errores que solemos cometer es que cuando hablamos de solidaridad nos centramos en aspectos que se alejan de nosotros, o de algún modo, parece que ser solidarios en solamente contribuir con causas bastante lejanas a nuestras realidad, pero para nada.
Podemos enseñar a nuestros hijos a ser solidarios cediendo el asiento en el bus a alguien que lo necesite (mayores, embarazadas, etc) , ayudando a participar en algo que reste cansancio o esfuerzo a otra persona (ayudar con la compra, etc), ayudar a algún compañero con la mochila si le ocurre algo para no poder llevarla, ceder una parte de tu desayuno si algún compañero no ha podido o se ha acordado de llevarla, etc…
La verdad es que hay infinidad de ocasiones en las que podemos estar sembrando en nuestros hijos tanto la empatía como la solidaridad y a veces ni nos damos cuenta cuando lo hacemos… pero ahí va quedando.
¿Qué pensais con respecto al tema? ¿cómo lo haceis vosotros?
No sé quién dijo esta frase, pero la encontré y aquí os la dejo…
La grandes oportunidades para ayudar a los demás rara vez vienen, pero las pequeñas nos rodean todos los días.
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