La lactancia materna. Ay, la lactancia materna. Estoy seguro de que no existe mayor generador de mitos y falsedades alrededor de la crianza que la lactancia. No sé en qué momento algo tan propio de nuestro ADN como mamíferos empezó a ser visto como una acción extraña, anticuada, generadora de pequeños napoleones y de niños con problemas de personalidad por el excesivo apego materno (Ahí está Juego de Tronos para incidir en ello). En eso hay que reconocerle el mérito a la industria farmacéutica. Enhorabuena, industria. 1-0 para vosotros.
Me estoy dando cuenta de que de las últimas seis entradas de la sección, tres tienen a la lactancia como protagonista. Llegado un determinado punto de la vida del bebé, la gente se olvida aparentemente del colecho, se acostumbra al baby led weaning, incluso acepta nuestro modelo de crianza… pero con el paso de los meses, la lactancia se convierte en un hecho cada vez más incómodo. Camino de los dos años de vida de Maramoto, ya llevamos meses teniendo que aguantar comentarios desafortunados, preguntas incómodas de gente totalmente desinformada, miradas de extrañeza y desaprobación. No me quiero imaginar lo que puede ser esto si la lactancia de la mamá jefa y nuestra pequeña saltamontes sigue su curso normal y van pasando los meses sin que se vislumbre un fin. Más de un@ puede colapsar mentalmente.
¿En qué contexto se escucha esta frase de manual?
De todas las frases de manual vinculadas con la lactancia, hay una que me molesta especialmente porque no va dirigida a los padres, sino que pone directamente su punto de mira en los bebés. Me da rabia porque ellos, que aún no hablan, no pueden defenderse. Y me da más rabía aún porque se traslada a los bebés un mensaje manipulador y equivocado que les hace entender que mamar del pecho de su madre no está bien. Por regla general la frase en cuestión se escucha cuando un bebé (o niño), ya de una edad en la que la sociedad considera que no debería tomar teta (a partir de los 12 meses en este país ya te miran de reojo), solicita a su mamá el pecho. Si el bebé ya es capaz de hablar y pedir “¡¡tetaaaaaaa!!” a voz en grito, entonces es el acabose. En ese momento no es difícil que alguien abra la boca para decir…
“Ya eres un poco mayor para tomar teta, ¿no?”
O en su defecto otros sucedáneos de la frase: “Vamos a tener que ir dejando la teta ya, ¿eh? Que tú ya eres muy mayor”; “”¿Todavía tomas teta con lo grande que eres?”… etcétera, etcétera, etcétera.
Desmontando el mito
Me pregunto en qué momento estas personas que dicen frases del estilo se han creído con la potestad de decidir cuándo se considera que un bebé o niño es demasiado mayor para tomar teta. ¿Quién ha marcado esa edad? ¿La han decidido ellos sobre la marcha al ver a un bebé de 20 meses pedir la teta de su madre? ¿En qué se basan sus apreciaciones más allá de en una convención social instaurada en base a desinformaciones? Creo que moriré de felicidad el día en que Mara les cierre la boca. Hija, cuando domines el lenguaje y te hagan esa pregunta, contéstales con otra cuestión: “Ya eres un poco mayor para decir esas tonterías, ¿no?”. Tema cerrado.
Me viene de maravilla para desmontar el mito (que por otra parte se desmonta por sí solo) un artículo publicado reciéntemente por el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría. Copio de forma literal una parte del texto:
“A lo largo de los siglos, y en prácticamente todos los lugares del mundo, la lactancia materna ha sido la norma hasta los 2-3 años de edad. No es sino hasta comienzos del siglo XX en los países industrializados cuando, a raíz de la aparición y extensión del uso de los sucedáneos de leche materna y los cambios sociales, se generaliza el destete prematuro de los bebés (…) Diversos trabajos en paleofisiología y antropología establecen que la edad del destete espontáneo en Homo sapiens sapiens ocurre entre los 2,5 y los 7 años”.
El artículo concluye con una frase categórica: “La lactancia materna es una fuente de salud presente y futura. A mayor duración mayor es su beneficio potencial”. A los datos me remito. No, comentadores compulsivos y vendedores de consejos baratos, Maramoto no es demasiado mayor para tomar teta. Es más, siendo una homo sapiens como es, aún ni siquiera ha entrado en los márgenes de edad en los que ocurre el destete espontáneo en nuestra especie. Os tocará acostumbraros a la escena.
Y vosotr@s, ¿habéis tenido que escuchar muchas veces esta frase de manual?
Conoce todas las frases del gran manual de la crianza siguiendo este enlace