Hace un año que mi hija mayor por estas fechas estaba a punto de cerrar otra etapa en su vida, acabar la Educación Primaria, para empezar una nueva, la ESO. Los cambios son bonitos y duros al mismo tiempo. Necesarios, pero un poco estresantes. La infancia de mis hijas pasa por delante de mis ojos muy rápido, más de lo que me gustaría. Y eso que he podido dedicarles mucho tiempo y eso hoy día es una suerte. He podido acoplar mi horario al suyo escolar para estar ahí SIEMPRE y no perderme nada de lo que pasaba en sus vidas. Pero hoy en día todo más rápido, se exige más, se corre más, la sociedad va demasiado deprisa y es difícil ir a contracorriente. He pasado de ser el centro de atención en su vida, su guía, su heroína a ser una mera espectadora, esperando poder meter baza sin ofender. Es duro, no lo voy a negar. Una no nace preparada para ser madre y menos aún de una preadolescente. Pero capearemos esta etapa como todo en la vida, con amor y comprensión y esperando no desesperar demasiado y que este tiempo SÍ pase rápido. Pero sigo pensando que todo va muy acelerado, que la inocencia dura poco, cuando vas descubriendo el mundo real, algunas cosas dejan de ser tan bonitas y duelen. Entiendo cuando mi hija pequeña dice que no quiere hacerse mayor, es un timo, lo bonito es soñar y no crecer como en El País de nunca Jamás.
Poder utilizar un rotulador de tinta comestible a mis hijas les encanta.
Pero bueno, no quiero ponerme triste ni melancólica. Vamos cerrando unas puertas y abriendo otras. Y hoy os traigo ideas por si queréis preparar un bonito regalo a los profesores y profesoras de nuestros pequeños tesoros que se llenan de paciencia y cariño para guiar a nuestros hijos en ese maravilloso camino que es el aprendizaje, la educación. A todos ellos van dedicadas estas galletas.
Unas para sus profes de siempre, sus tutoras, otras para la profe de música, de inglés, … Un pequeño regalo para endulzar su rutina diaria en el colegio, ese sitio que yo recuerdo con tanto cariño. Que siempre formará parte de sus recuerdos.
Las recetas, las de siempre: galletas básicas de mantequilla para decorar y glasa real. Os dejo un pequeño paso a paso del proceso.
Después mi hija tuneó sus propias galletas añadiendo texto a los “cuadernos”.
Hicimos unas cuantas ¿eh? Las profes quedaron encantadas.
Hubieron paquetitos para todos sus profes.
Veréis que además, cuando cortaba la masa aproveché para hacer unas galletas con forma de mariposa. Una para una buena amiga y compañera del hospital que le encantan las mariposas y otra para una de las mejores amigas de mi pequeña. Os enseño también el resultado. Espero que os guste, aquí utilicé la técnica wet on wet. Creo que el efecto queda muy bonito ¿no os parece?
Ya he utilizado esta técnica otras veces, es muy fácil y queda genial.
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