Animales, aventura y pantalones sucios
Siempre buscando cosas que hacer con mi hija los fines de semana. Hemos agotado los parques, los viajes, los centros comerciales, las casas de amigos y familiares… Y seguimos siempre cazando y buscando aventuras para que todos la pasemos bien un rato y salgamos de la rutina de la semana.
Esta vez nuestras aventuras nos llevaron a la Granja del Tío Mario. Habíamos oído desde la guardería que llevaban a los niños ahí y la pasaban “bomba”, también lo vimos en el vacacional en el que la metimos la última vez como un lugar que visitaron. Y la curiosidad nos sumaba cada vez que Roberta llegaba y nos contaba de todos los animalitos que había visto y dado de comer.
Así que agarramos carretera y nos fuimos vía Mitad del Mundo a averiguar de esta maravilla, no sin dar una curva en falso que nos hizo parar en no sé dónde y tuvimos que dar media vuelta y volver a preguntar (a lo antigüito) dónde queda la Granja. Con una aclaración dimos sin problemas con el lugar. Cuando llegamos nos dimos cuenta que íbamos a pasar bien, uno como papá ya sabe dónde y cómo sus hijos van a gozar, y este lugar era ideal: columpios y resbaladeras, un restaurante y cientos de animalitos al alcance de la mano para que jueguen.
Al entrar te van a cobrar el ingreso, bordea los $4,5 por persona (abajo les aclaro los valores diferenciados), sin límite de tiempo para quedarse. Abren a las 9am entre semana y 10am fines de semana.
Mi hija corrió directo a los columpios y ahí se quedó por lo menos 2 horas, sin exagerar.
Fuimos con su amiga, así que tuvo a quién agarrar de pato para jugar, mientras el papá y yo nos sentábamos en la hierba a verlas disfrutar la vida de niñas y a tomar trescientas mil fotos. Ya cansadas y hambrientas nos pidieron algo de comer, fuimos al restaurante y -aunque temprano todavía- ya tenían comida.
Se pidieron unas salchipapas, nada recomendable ni sano, lo sé, no le cuenten a nadie =) Pero comieron con un gusto, que hasta nosotros terminamos pidiéndonos unas. También unos choclitos con queso fresco, deliciosos, con una cerveza para el calor. Perfecto.
Ya con el estómago lleno y el corazón contento, y las niñas recargadas, fuimos a averiguar del tour con los animalitos, salía en 10 minutos (tienen tours cada 30 minutos). Así que a entretenerlas hasta que inicie el tour!! Y comenzó.
Primera parada, la laguna de los patos. Y una buena ensuciada de pantalón para no olvidarnos que son niñas. Les dieron de comer pancito y pudieron aprender las diferencias entre patos y gansos.
Luego salimos y tuvieron que ir a recoger gusanitos para dar de comer a las gallinas, y hasta con concurso de quién recogía más gusanitos. Se lanzaron unos cuantos, algunos terminaron en cabezas ajenas, pero nada de lo que no se pueda uno reír… luego.
Todos los animalitos son mansos y tranquilos, tanto así que mi hija terminó con una gallina empollando en su sombrero. Creo que fue una de las experiencias que más le gustaron y le da risa hasta ahora ver esta foto.
Luego fuimos a dar de comer a los chanchitos, en biberón! Los más chiquitos no podían creerlo, les pareció lo más divertido ver a los chanchitos tomar el biberón.
En este paso sí les recomiendo que estén cerca de sus hijos, son chanchos bien grandes y muy hambrientos, un par de veces le arrancharon el biberón a mi enana, y ella inocentemente hubiese tratado de agarrarlo, sin entender el peligro de 400 libras hambrientas.
También fue un momento triste y de verdad, mi enana curiosa preguntó si nos comíamos esos chanchitos y le dijeron que sí, que cuando están listos los venden o los sirven en el restaurante. Pero bueno, la vida de omnívoros nos da esas sorpresas.
Y sin olvidarnos, el paso de la tortuga…
Como pueden ver, es un lugar ideal para la familia. Hay de todo un poco en un ambiente de campo bastante lindo. Todo el tour termina en un paseo en caballo y en tractor, que realmente es la cereza al pastel de diversión para los niños.
No se podrán ir sin un par de lágrimas derramadas por sus hijos, todos nos queríamos quedar!
Se pasa muy bien en la granja y todas las personas que atienden son muy amables y alegres, se nota que han puesto mucho cuidado en quiénes son la cara de la granja para con sus clientes.
Si tuviera que darle un rating, cosa que voy a recomendar hacer, le pusiera un 9/10.
DATOS DE CONTACTO:
Pomasqui Barrio Santa Rosa, EC170177, Quito – Ecuador
022356819 / 0984698183
Horarios: Lunes a Viernes.
La Granja está abierta a partir de las 9am hasta las 13:30pm.
SE NECESITA RESERVACIÓN OBLIGATORIA CON DOS DÍAS DE ANTICIPACIÓN.
La entrada tiene un costo de $4.50 por persona e incluye :
• Entrada a la Granja
• Comida para los animales
• Guía
• Paseo con los animales y aves de la Granja
• Montar a caballo
• Ordeñar la vaca • Paseo en el tractor
Horarios fines de semana:
La Granja está abierta a partir de las 10:00am hasta las 15:15pm.
La entrada tiene un costo de $4.50 por persona e incluye:
• Entrada a la Granja
• Comida para los animales
• Guía
• Paseo con los animales y aves de la Granja
• Montar a caballo
• Ordeñar la vaca
• Paseo en el tractor
NOTA
Los niños menores a 2 años y las personas de 3era edad pagan $ 2,25.
Niños en brazos no pagan.
Niños con alguna discapacidad especial no pagan.
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