Tú madre te parió y ya solo por eso hay que quererla. Pero tu suegra, ¿qué ha hecho tu suegra por ti? Si piensas que de aquí en adelante voy poner a partir a las suegras, estás muy equivocada. Para eso están otras. Yo vengo a reivindicar la figura de la suegra.
Para empezar, tu suegra parió a lo que más quieres (o deberías querer). Piensa que solo por eso la deberías venerar. Y además es la abuela de tus nietos y seguro que ellos la adoran porque, aunque a ti te desespere, hace todo lo posible por cumplir sus deseos. Pero, ¡qué narices!, esa es la labor de los abuelos.
Luego está que te toque la lotería, o lo que es lo mismo que tengas una suegra poco suegra, y ahí está la mía. Siempre al quite para echarte una mano (y no al cuello) cuando la necesitamos, bien mandando un táper lleno hasta arriba en plena mudanza (bendito Telesuegra que nos salvó de recién casados), lavándote la ropa cuando la peque se queda en su casa aunque sea una noche o buscando el disfraz de turno para la Princesa.
Y creo que el Santo tampoco tiene queja de la suya. Siempre dispuesta a quedarse con la niña para que salgamos, pendiente de que no falte pan cuando vamos a su casa (el Santo no concibe la cena sin pan) o de coser lo que se precie (que yo para eso no sirvo).
Yo sé que las suegras no comulgan con muchas de las cosas que ahora hacemos con los niños. Y nosotros tampoco con cosas que hacen ellas. Pero estoy convencida que al menos el 99,99% de ellas lo hacen con buen corazón. Y aunque nunca ser convertirán en nuestras madres siempre lo serán de nuestros costillos. Por eso creo que les debemos un respeto y celebrar no solo el día de la madre, también el de la mother in law.
¡¡Feliz miércoles!!