Antes de empezar a hablar del libro, pensemos un poco como puede ser el día a día de los niños en edad prescolar. Suena el despertador y no tienen más que unos segundos para desperezarse: deben vestirse, lavarse los dientes, desayunar y salir al colegio en un tiempo récord, sin dejar de escucharnos a nosotros decirles “espabila, no es hora de jugar, ¿ya te has lavado los dientes?, date prisa, llegamos tarde”
Y esa es la primera rutina de la mañana, cuando aun ni siquiera llegan al colegio. Una vez en clase: sentados, atendiendo, escribiendo más o menos según la edad, con pausas demasiado pequeñas para mi gusto para poder jugar
—aquí los colegios a veces tienen patios de 10 minutos…¿es lo mismo en todas partes? ¿era así cuando era yo pequeña? Me parecen muy breves—
El tema es que pasan todo el día asimilando conocimientos, sin parar apenas. Salen de clase y seguramente habrá una extraescolar a la que llegar, una clase de algún deporte, o de música, o de lo que a ellos les guste (si tienen suerte, que a veces les llevamos a lo que creemos que les hace bien)
Llegan a casa y tiene que bañarse, hacer los deberes, intentar rascar un rato para jugar, y cenar e irse a dormir. El tiempo les escasea, y aunque intentemos relajar los ritmos, les decimos “date prisa” más veces de las que deberíamos. Al menos, a mi me pasa así. Me pasa con mis tiempos también. A veces me doy cuenta que necesito decirme “para, y siente lo que estás haciendo ahora” Sino, parece que paso de puntitas por el día.
Beni y Bela meditan
El libro de Beni y Bela meditan nos ayuda precisamente a darnos cuenta de cómo las cosas que hacemos en el día a día, pueden hacerse de forma Mindful, es decir, estando presente.
El libro nos cuenta sobre la vida en el prado donde encontramos a Arbolote, un enorme y amable árbol, que cada mañana se despereza lentamente, e invita a los habitantes del prado a hacer lo mismo. Conocemos también a Beni y Bela, dos conejos a través de los cuales vamos a ir conociendo distintos momentos en los que podemos aprender a ser conscientes del día a día, de nuestras acciones.
Despertarnos cada mañana y estirar cada músculo, como Arbolote estira cada rama. Cada uno a su ritmo, sin prisa. Otro de los capítulos menciona el comer de forma mindful, de forma presente. Mamá conejo les recuerda que pueden oler la zanahoria que tienen delante, saborearla, escucharse mutuamente al comerla. Comer de forma mindful es la parte que más me impacto del curso de mindfulness que hice tiempo atrás, porque comer parece ser una actividad que realizamos como en segundo plano, mientras vemos el teléfono, la tele, mientras conversamos, pero no prestamos atención plena a esa actividad.
Caminar es otro ejemplo del libro que yo practiqué mucho después de mi curso. Cuando camines, camina nos dicen en el libro. Yo confieso que muchas veces utilizo mis trayectos a pie para ponerme al día con whatsapp y otras redes sociales, pero también rescato una de las caminatas al día para sencillamente observar el camino (sino, no me encontraría )
El libro, además, en cada uno de sus apartados incluye un código QR mediante el que puedes acceder a una meditación, Me pareció genial!! Encuentro que este libro no solo sirve para los pequeños de la casa, para que tomen más consciencia de su cuerpo y sus actividades cotidianas, sino para los adultos que les leemos y también debemos recordar esas pausas, esa consciencia.
La editorial Kairós tiene un espacio de audios que también puedes visitar aquí, por si quieres escuchar más meditaciones tanto para niños como para adultos.
Yo, para romper con esos ritmos frenéticos, he cambiado muchas cosas para relajar los tiempos. Por las mañanas lo tengo listo todo, las despierto un poco antes para que se desperecen tranquilas, y tienen 15 minutos para jugar o ver la tele. El cambio, para mi, ha sido muy notable. No hay prisas. Y los deberes también suelen tener un tiempo limitado en mi casa, porque el juego y el descanso es prioritario. Y no quiero que anden con prisa tampoco en la noche. Aunque es verdad que al final cuesta no hacer las cosas con prisa, pero hay que intentarlo.
Titulo: Beni y Bela meditan
Autora: Helen Grain
Ilustradora: Mariona Cabassa
Editorial: Kairós