Todos sabemos que cualquier acto o decisión que tomemos ahora afectará a nuestro hijo el resto de su vida. De ahí la importancia de que tomemos decisiones inteligentes y reflexivas.
En primer lugar, nada de golpes. Aunque hace tiempo fuera lo más común, la típica torta o tortas, y se aceptaba como tal en la sociedad, son muchos los expertos que han demostrado que nada más lejos de ayudarles, este tipo de castigo, les traumatiza, hace creer a nuestros hijos que no son personas dignas. Aumentan sus dudas, ansiedad y les afecta en su vida en general.
Evito ceder a según que tipo de peticiones de mi/nuestro hijo. Intentando que comprenda que no se puede manipular, igual que tampoco lo hago yo. Una vez que entiende que un No es No, el berrinche desaparece, y acaba comprendiendo. Pongo como ejemplo el ir de la mano por la calle, para mi algo importantísimo, o que aprenda a esperar su turno…
Paciencia, muuuuuuucha paciencia. Con los niños no importa cuantas veces repitas algo hay veces que son muy persistentes en hacer las “cosas a su manera”. Así que lo mejor es armarse de paciencia, que el enfado no se apodere de nosotros y no nos convirtamos en ogros. Ser pacientes es un buen ejemplo para ellos, y les ayuda en su proceso de aprendizaje.
Siempre que me dirijo a mi hijo le miro a los ojos. El contacto visual es primordial a la hora de trasmitir tu mensaje, si captas su atención nos pondrá las cosas muchos más fáciles. Le hablo claro y le hago saber que es importante que escuche.
Tener expectativas reales. Aliento sus logros y fomento su crecimiento, no ejerzo presión para que los desempeñe. Nadie mejor que los padres conocemos las limitaciones de nuestros hijos. Y saber esto nos es muy útil para que ayudarles a que alcancen su potencial. No coloco metas demasiado altas que le puedan provocar frustración.
Pasar tiempo de calidad con nuestros hijos, esto es IMPORTANTÍSIMO, HACER COSAS JUNTOS fortalece nuestro vínculo y nos abre puertas a la comprensión y comunicación. Participar en sus actividades, permitir que él participe en las nuestras. Demostrarle que lo que es importante para él lo es para mi/nosotros. Permitirle elegir a veces donde ir, qué hacer…
Lo más importante, HACERLES SABER CUANTO SE LES QUIERE, yo no dejo de decirle a mi hijo cuanto le amo cada día. Y aunque a veces no nos lo pongan fácil, los hijos son muy conscientes del amor que reciben, y es importante que cuando se de el caso, se les recalque que es un estado temporal y que nada cambia el amor que sentimos por ello.
Estos son, hasta ahora los pasos que estoy y estamos dando, cogidos de la mano de nuestro hijo. Dos años y medio en los que no dejo/dejamos de aprender cada día a ser madre/padre, intentando criar a una persona feliz que sabrá como vivir la vida.
Pasky