Prohibido niños, imagen de Pixabay
SITIOS PARA ADULTOS, SITIOS PARA NIÑOS
No me gusta que se vete la entrada a niños en depende qué sitios. Como he dicho arriba, para mí es discriminación. Y sí, hay cruceros sólo para homosexuales, o para solter@s, excursiones para jubilad@s, gimnasios para mujeres...Pero me imagino un hotel en el que ponga "Hotel sólo para heteros, prohibido homosexuales". No nos gustaría, nos parecería discriminatorio. Pero sí puede haber hoteles sólo para adultos, donde se prohíben niños. Y oye, hasta lo entiendo, pero no lo comparto. Porque es que a mí no me molestan los niños. Los que me molestan a veces son los adultos, los que tienen que ser responsables de esos niños y pasan de todo.
En cuanto a los sitios para niños...Bueno, si pretendemos que los niños no puedan convivir con los adultos, ¿al final cómo van a aprender a hacerlo? Porque no van a ser niños para siempre... Pero claro, tal y como están las cosas y como se nos mira a los padres sólo por el hecho de ir con niños, pues casi mejor que los haya.
ES QUE LOS NIÑOS MOLESTAN
Ese es el argumento estrella de esta era. Los niños molestan. TODOS. Ahí, generalizando. Y no, los niños no nacen enseñados. Los niños corren, juegan, gritan, lloran y muchas cosas más. Hay unas edades muy tempranas en las que no se pueden controlar según que cosas; en cambio a partir de cierta edad SON LOS PADRES, los que tienen la misión de educar a esos niños, enseñarles lo que pueden hacer y lo que no, con mucha paciencia, amor y respeto. Pero claro, ¡cuesta mucho! Es más fácil soltarlos y desentenderse. Pero la culpa es de los niños, no del adulto que pasa olímpicamente.
Pues yo hoy voy a confesar una cosa: Los adultos me molestan, sí, y mucho más que los niños. He trabajado durante muchos años de cara al cliente, en tiendas y supermercados, y la paciencia que he tenido que tener con muchos adultos no la he tenido que tener todavía con mis hijos. Claro, no con todos, hay gente muy maja con la que me paro incluso por la calle, gente por la que merece la pena trabajar cara al público. Pero hay mucho maleducado suelto...
Niños, imagen de StartupStockPhotos en Pxabay
Gente que te insulta porque han pasado 20 minutos de la hora de cierre y las cajeras están contando ya y les dices que ya no pueden entrar; adultos que se pelean en la cola de la caja, se cuelan, se gritan...Y de paso te gritan a tí, que el cliente siempre tiene la razón y tú no vales nada porque estás ahí para servirles. Adultos que van hablando por el móvil por los pasillos del súper, o en el tren como si la persona que hay al otro lado fuera sorda, y tú enterándote de una conversación que no te importa. Adultos y adolescentes que no saben lo que son unos auriculares y tienen que ir con la música a toda pastilla por la calle, el metro, el tren y donde haga falta. Adultos que no se duchan, y tienes que aguantar la respiración mientras les dices que son 15,20. Adultos que roban aunque no tengan necesidad. Adultos que vienen a comprar con la borrachera y se ponen paposos y babosos a intentar ligar contigo. Y así me podría tirar días, enumerando cosas que me han molestado de muchos adultos, que me han pasado a mí personalmente. Pero el problema son los niños, claro.
EDUCACIÓN Y TOLERANCIA
Para mí, ahí está la clave. Primero, no juzguéis a los niños antes de que hagan nada, es muy injusto. Además son niños, ellos no tienen la culpa. A mí también me molestan mucho los padres que pasan de todo; a veces voy al parque y tengo que tener cuidado de que no le hagan daño a mi hijo de 21 meses algunos niños mayores que parece que vayan sin padres, pero es que es nuestro deber ponerles unos límites, enseñarles respeto hacia los demás seres humanos, y la mejor manera de enseñar es con el ejemplo, con respeto. La sociedad está llena de adultos maleducados, pero somos más tolerantes con ellos que con los niños, que están en pleno proceso de aprendizaje, que no quieren molestar, sólo quieren ser niños.
Familia, imagen de Pixabay
Así que por favor, en vez de excluirlos, ¿por qué no intentamos enseñarles a convivir? Así en un futuro podremos tener una sociedad mucho más educada de la que tenemos ahora, tan carente de empatía y tolerancia. No olvidemos que son más vulnerables que nosotros, y necesitan de nuestra protección y respeto, no nuestro rechazo hacia ellos.
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