El papel de los padres y madres es acompañar a sus hijos e hijas durante su trayectoria vital. Algunas de las etapas más importantes del crecimiento de las personas son la infancia y la adolescencia, etapas en las que los padres y madres son unas figuras muy importantes. Durante estos períodos, es de especial relevancia que se dote de herramientas a los hijos e hijas para que puedan ser libres y responsables de sus propios actos.
Para conseguir dicha meta es esencial que la comunicación sea eficaz para que el acompañamiento sea el más idóneo posible para el hijo o hija. En el presente artículo pretendemos ofrecer indicaciones para facilitar el camino. Es importante considerar diferentes tipos de comunicación, la verbal y la no verbal, así como diferentes tipos de lenguaje, presentes en nuestro día a día en general, y en nuestra expresión con los hijos e hijas en particular.
Cultivar la confianza con los hijos e hijas
La confianza en uno/a mismo/a es el primer elemento para un buen desarrollo personal y emocional. Por eso, es importante que las actitudes de los padres y madres estén enfocadas a que el/la niño/a o adolescente construya una buena imagen de sí mismo/a y, a la vez, se pueda sentir seguro/a con sus progenitores, es decir, aceptado, respetado y querido.A continuación, compartimos algunas de las indicaciones que pueden ayudar a cultivar dicha confianza:
Hacer las críticas y los halagos cualificando los hechos, no a la persona.
No comparar a su hijo/a con otros niños o niñas.
Considerar los errores como una oportunidad para aprender.
Prestar atención a cómo hablamos a nuestros hijos/as delante de otras personas.
Educar para la libertad y la responsabilidad
Educar para la libertad implica ayudar a los hijos/as a convertirse en personas capaces de realizar sus propios proyectos, ayudando a construir la propia voluntad y, de esa forma, poder satisfacer sus esfuerzos, tolerar sus frustraciones y mantenerse con constancia.Para ello, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
Resulta un error pensar que la libertad significa satisfacer cualquier deseo sin condiciones.
Plantear diversas posibilidades, en lugar de imponer según los propios criterios.
Trasladar la importancia de asumir las consecuencias de los propios actos.
Hablar con los hijos/as para construir una buena convivencia
Durante la infancia y la adolescencia aparecen muchos conflictos familiares debido a la convivencia, por lo que es importante tener estrategias de resolución de problemas.Algunas de las recomendaciones que ofrecemos al respecto son las siguientes:
Importancia de construir acuerdos, es decir, decisiones mutuamente aceptadas y negociadas.
Hablar de nosotros: de nuestros pensamientos, de cómo nos sentimos con lo que está pasando, etc. Esta estrategia crea un universo de comprensión mutuo que facilita que el infante o adolescente también pueda compartir cómo se siente.
Fomentar la empatía.
Premiar y castigar de forma lógica y coherente.
Para la elaboración de este escrito nos hemos basado en las indicaciones del libro Educar sin gritar que recomendamos encarecidamente a todos aquellos padres y madres que apuesten por educar a sus hijos/as des de la comprensión y el afecto mutuo.
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Orientación Psicológica
Orientación familiar: Apoyo y Control
Laia Miralles y Raúl Carrera
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