No me quería quedar con las ganas de externar mi opinión y recalcar que estamos a punto de llegar a los mismos extremos con el uso de internet y de celulares y tabletas. Ya desde que los niños son bebés les damos acceso al celular, y es más fácil ponerles un vídeo para que no lloren que ponernos a jugar con ellos, es más sencillo sentarlos con la tableta en mano y dejarlos ahí mientras hacemos nuestras cosas, porque los dispositivos móviles de la mano de internet se han convertido en excelentes sustitutos de niñeras. Hoy en día, los niños aprenden más rápido a manipular un celular que a leer. Pero ¿qué tanto es tantito? Entiendo que en un mundo tan ajetreado, en donde necesitamos todo "express", echemos mano de un celular o de la tableta, sí, necesitamos un respiro y yo misma lo he hecho, le he prestado a Isabel el celular, le he puesto la Gallina Pintadita en la televisión mientras me maquillo, la he dejado en el tableta mientras tiendo la cama. Pero ¿no creen que estamos abusando?
Ya desde edades tempranas los niños tienen acceso ilimitado a un celular. No es extraño que desde el preescolar los niños ya tengan un dispositivo móvil, porque ¿cómo negarles un deseo a nuestros querubines? ¿cómo negarnos a esta realidad virtual? ¿cómo privarlos de este mundo tecnológico en el que vivimos? Ok, estoy de acuerdo. Los especialistas han dicho que no es bueno dejar a los niños expuestos al gran monstruo que representa Internet, nos han recalcado que internet es un gran depredador lleno de contenido inapropiado para los niños y cuyo control por más que queramos tenerlo, se nos escapa de las manos. Y nos ha valido, creemos que no pasa nada, y nos empeñamos en encontrar más pros al uso del celular que en ver todos los contras, aunque esos "pros" sean en su mayoría mera fantasía. No me voy a dar golpes de pecho, nosotros terminamos cediendo a la petición de nuestra hija de tener un celular. Claro, tuvo que quedarse con la frustración unos tres o cuatro años, porque desde que ingreso a la primaria ya quería tener un celular, porque ya la mayoría de sus compañeros tenían uno. Y aún así sigo pensando, que ni en quinto, ni en sexto es una edad apropiada para tener un celular.
Pero lo que más repruebo de esta situación, es el hecho de que ya que otorgamos un celular, no nos demos a la tarea de revisarlo constantemente.¿Qué nos está pasando? ¿es conchudez? ¿nos da flojera? o ¿queremos respetarles la privacidad a nuestros tesoros? ¿neta creemos que no necesitamos revisarles el celular a un niño?
A menudo tomo el celular de Constanza. Tiene 10 años y creo que es mi deber saber qué páginas visita, qué vídeos ve, cuáles son sus inquietudes, que googlea, quiénes forman parte de sus redes sociales, qué postea y hasta qué platica con sus compañeros. ¿Por qué? Porque es una menor, y yo estoy a su cargo, porque los menores no deberían tener redes sociales, pero las tienen, es un hecho y debería ser nuestro deber vigilar y manejar dichas redes sociales, estar atentos de que no acepten desconocidos, que no platiquen con mayores o no expongan nada comprometedor de sus vidas. Y aún así, con todo ese supuesto control, no están exentos de que en cualquier momento les compartan contenido inadecuado, o un extraño este pendiente de sus vidas. Pero revisando el celular de Constanza, me doy cuenta de que la gran mayoría de papás no están al pendiente de los celulares de sus hijos, no se enteran de lo que los niños andan comentando o compartiendo en la red, y si se enteran, pues me parecen muy holgados. Revisando youtube, en los canales infantiles, los niños escriben cada comentario lleno de groserías, rencor y faltas de ortografía. Y los papás ni enterados. Niños de primaria escribiendo groserías, mandando mensajes de whatsapp y messenger a deshoras de la noche. Nada me molesta más que las alertas después de las 10 de la noche que le llegan a Constanza porque alguien le mando un mensaje, ella sabe que después de esa hora esta prohibido ver mensajes y andar contestando, pues a esa hora, los menores deberían estar dormidos. Pero lo que más me irrita, es pensar que los papás de esos niños ni se enteran, y si lo hacen que no digan nada, que no haya límites para acceder a internet o usar el celular. Los niños ya están grandes para tener celular, pero no son capaces de despertarse solos para asistir al colegio. Por favor papás, seamos congruentes.
Esto es una atenta invitación a que seamos más cuidadosos de nuestros hijos, para que estemos más al pendiente de ellos, para que no los dejemos a la deriva del internet, para que vigilemos qué uso le dan nuestros niños al celular y sobre todo para que los dejemos ser niños. Que juegan más, que sueñen más, que imaginen más y estén menos pegados a internet. No les robemos su valiosa infancia papás, ya de por si es muy corta...Papás cuiden a sus niños, y amenlos mucho.