Cada día me pasa. Estoy con ellos pero no estoy.
Más de mil veces me encuentro con la cabeza en otra parte,
mientras les atiendo.
Me resulta tan difícil desconectar…
En mis más dulces sueños, me imagino jugando con mis hijos cada segundo, dedicándoles toda mi atención, siendo feliz junto a ellos, sin ninguna otra obligación o pensamiento en mente, sólo ser su madre de cuento.
Y claro que sí , soy su madre 24 horas al día, por no decir 38, pero me resulta imposible serlo en todo su sentido “mágico“.
Mi vida se centra en ellos, pero siempre quiero / tengo mil cosas que hacer, que preparar, que buscar, que pensar…
No puedo dedicarme en cuerpo y alma a ellos, literalmente. Siempre hay muchísimo más que hacer. Y, no nos engañemos, también es justo que haya tiempo para mí.
Más de mil veces me descubro a mí misma con el pensamiento en otra parte, ojeando el móvil disimuladamente, “escaqueándome” para hacer mis cosas … mientras estoy con ellos.
Así que he pensado dedicarles un tiempo en exclusiva, de calidad ( 1-2 horas al día), en el que me pongo a su entera disposición. En el que ser la mamá buena, comprensiva, que juega, que atiende, que inventa… La que no se enfada, ni se pone continuamente nerviosa porque tiene más cosas que hacer. Que DESCONECTA del mundo, para conectar con ellos.
Con el móvil fuera de la mano …
El objetivo: que disfruten, que sepan que estoy con ellos y puedo entrar en su mundo, en su juego. Mamá está y nos entiende. Hay una mamá mágica, además de la mamá que se enfada, se impacienta, que no está a su lado a cada segundo para hacer lo que ellos quieren, que tiene un móvil pegado al brazo…
En ese tiempo, ellos mandan, dentro de lo lógicamente permisible.
Habrá días de parque, días que no quieran estar conmigo, días de planes alternativos que les gusten más, o tardes de actividades en las que yo no participo, pero allí estaré, reservando ese tiempo a ser madre, o mejor aún, cerrando los oídos a todo el “ruido externo” del que vivo rodeada.
¿Y qué pasa cuando llegan las 7? Entonces desaparece la magia, como en Cenicienta.
Sigo siendo mamá, pero vuelve “el ruido”. Ya puedo echar un ojo al móvil, al trabajo, a las tareas de casa, a poner la cena, bañarlos rápido, y “escaparme” 15 minutos para respirar, sin sentirme tan perversa por ello.
El mundo ha evolucionado, nuestra vida es diferente, pero al menos, durante una hora, intentaré ser su mamá al 100%.
No prometo conseguirlo pero voy a intentarlo <3
¿Qué te parece? ¿Tiene sentido mi preocupación? ¿Crees que es posible? ¿Necesario?
Como ves no termino de tener claro si 1 o 2 horas (dos horas sonaba mucho más ideal, pero quiero ser realista, así que empiezo poco a poco, y ya veremos el resultado).
Lo sé, suena a uno de esos buenos propósitos que queda bien escribir. Y puede que sea así, que se quede en un propósito… Pero el tiempo pasa rápido, y algún día crecerán. Ahora, que tanto me demandan y agotan, quedará en el recuerdo cuando ya “no me necesiten”. Es mi obligación aprovecharlo.
Aquí se inicia mi nuevo contrato por horas.
Y si suena muy exagerado, es que no conoces a las manzanas ;) Vale, es broma. Hay cosas que he exagerado voluntariamente, para dejar claro el nuevo contrato. Seguro que no seré tan buena en ese tiempo, pero tampoco soy tan mala el resto del día.
Y recuerde, para protestas, reclamaciones o quejas, o palabras bonitas de esas que tanto nos gustan, llame al #555 o, mejor, déjenos aquí sus comentarios ;)
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