A casi todos nos gusta leer, ya sea de vez en cuando, o todos los días, un ratito, para desconectar de nuestra rutina. Está demostrado cómo si en el hogar existe un ambiente de lectura, los niños serán más proclives a adoptar esta rutina como hobbie, y que se convierta en algo más que una mera asignatura o deber académico. Seguro que estáis de acuerdo conmigo en que, de pequeños, solíamos aborrecer la idea de leer tres o cuatro libros obligatoriamente en un tiempo récord, para el cole, mientras que, nos encantaba escoger libros de la biblioteca, que realmente nos apetecía leer.
Supongo que pasa, como en muchos otros ámbitos de la vida. Lo obligatorio nunca resulta tan atractivo como aquello que nos entra por los ojos y nos apetece realmente, ¿verdad?
Otro hábito que ayuda mucho a que los niños lean de mayores, es dedicarles un ratito cada noche, antes de dormir y leer con ellos o para ellos. A pesar de que hay por ahí rondando algunas teorías que asocian a la posible inmadurez del niño y a la falta de autonomía, que deseen que les lean un cuento cada noche, la mayor parte de psicólogos, pedagogos y profes, dicen que es algo siempre positivo. Pasan tiempo con los papás, aprenden y se divierten, y es una excusa perfecta para que todos hagamos algo productivo, mejor que ver la tele o estar frente al ordenador, ¿no creéis?
Pero además, exisen muchos otros beneficios de leer un cuento antes de dormir. Ayuda a los peques a memorizar, a razonar y a reflexionar, sobre las cosas sencillas de la vida. Las moralejas casi siempre escoden una reflexión ética que les facilita entender la diferencia entre el Bien y el Mal. Y, por su puesto, mejoran con ella el lenguaje, la capacidad auditiva y muchas otras aptitudes cognitivas que te relatamos en el reportaje anteriormente recomendado.
¿Estás dispuesto/a a leer cuentos a tus hijos hasta que éstos sean mayores?
Foto. Scholastic