Antes de nada dejar claro que no soy ni nutricionista, ni profesional de la salud, con lo que, lo que os dejo en este post son ideas de nuestros platos de la semana. En ningún momento pretende ser un modelo de dieta que seguir, si no más bien un post dónde coger ideas para cocinar los días que no sepáis que hacer.
También os invito a ver los otros post sobre BLW (aquí) que he escrito en el blog contando nuestra experiencia de la lactancia a los sólidos. Desde siempre hemos seguido dos premisas que nos han funcionado muy bien a nosotros: comer todos lo mismo y comer todos juntos. No sé si ahí está la clave del éxito pero a nosotros nos ha servido con las dos. Cada niño es un mundo y cada familia y su situación también. Hay niños que les cuesta más dormir y otros que les cuesta más comer, así que el único consejo que puedo daros (como madre de niñas que de dormir más bien poco), es mucha paciencia, mucho amor y confiar.
¡Vamos allá! Ya os avanzo que cada día de la semana comemos lo mismo. Siguiendo el ritmo de la escuela. Es decir, cada lunes comemos lo mismo, los martes, los miércoles… De este modo el niñ@ se sitúa mucho mejor en el espacio y el tiempo. Así que aquí tenéis algunos de nuestros platos principales entre semana:
Un gran clásico para empezar la semana: lentejas con arroz. Hacemos un sofrito de cebolla y verduritas. Añadimos las lentejas y en el último momento unas cucharadas de arroz hervido.
Como os decía, el hecho de comer todos lo mismo y todos juntos creo que juega bastante a favor en momentos como estos. Evidentemente nunca hemos forzado a comer a nuestras hijas, pero tampoco hemos hecho otro tipo de plato. Si no quería comer, no comía, pero no hacíamos nada más. Llegaban con más hambre a la merienda. Para merendar siempre hacemos fruta, frutos secos y/o bocadillo. Excepto los viernes que ese día puede escoger lo que quiera.
Y aquí os dejo algunas propuestas de desayuno:
Otras cosas que creo que os pueden ser de utilidad:
Alfombras de pvc para proteger el suelo. Las nuestras son de Tutete, allí las podéis encontrar. Son las mejores que he encontrado. Combinan perfectamente funcionalidad con estética. Son suficientemente grandes para que todos los proyectiles no caigan en el suelo, y podéis escoger el color en función de la deco de vuestro comedor.
Si vuestros hijos toleran los baberos, genial os ahorrareis mucho en limpiar. Si como las mías no los quieren ni en pintura, el mejor consejo que os puedo dar es que no forcéis: eso hace ya de entrada que la experiencia con la comida sea mala. Yo cuando son comidas que se que se ensucian muchísimo les pongo una camiseta vieja, y cuando es verano directamente sin ropa.
No les hemos dado de comer nunca (en muy raras ocasiones) siempre les hemos facilitado los cubiertos y han pasado de comer con las manos a comer con los cubiertos.