Me gusta inventarme mis propias tradiciones y una de ellas consiste en escribir una lista de deseos cada vez que hago un viaje especial.
El año pasado ya lo hice, justo cuando estrenábamos el blog y nos íbamos de intercambio de casa a Roma (mira aquí mi lista de deseos en Roma), así que ahora, que ha llovido mucho después de doce meses, he hecho lo mismo con nuestro viaje, también con intercambio de casa, a Noruega.
¡Aquí va mi lista de deseos en Oslo! ¡Qué ganas de estar allí!
Vida slow, disfrutar y respirar
Estas vacaciones más que nunca necesito irme lejos para encontrarme y descansar, para disfrutar de ver la vida pasar y llenarme de aire puro y mucha, mucha paz.
¿La encontraré en Noruega?
Viajar en Ferry
Recuerdo los viajes en Ferry en Manhattan, hace ya años, cómo los disfruté. En un fiordo debe ser incluso más relajante y espero repetir más de una vez, como mínimo en el fiordo de Oslo.
Comer salmón noruego
No me atrevo a pescar uno, como me han sugerido, pero sí a degustarlos. La mayoría de platos típicos noruegos llevan salmón, y por otra parte, es uno de los productos frescos más baratos que se pueden conseguir allí.
No faltará en nuestra lista de la compra.
Pasear por Vigeland Park
Las esculturas de Vigeland, las conozco por libros de arte desde hace mucho tiempo, y siempre me han resultado tan fascinantes. Me recuerdan a esas estatuas imponentes del Renacimiento, tan representativas de la condición humana, pero impregnadas de la modernidad de nuestros tiempos.
Me pregunto por qué la figura del bebé enrabietado es la más conocida, ¡con la de maravillas que hay en ese parque! Muchas estatuas que representan la maternidad, los niños o la pareja. Espero descubrirlo por mí misma?
Regresar al pasado de los vikingos
Me gustan los vikingos. Te va a parecer absurdo, pero una de las pruebas de evaluación de los procesos de lectura que se pasa a los alumnos para valorar sus dificultades y diagnosticar dislexia tiene un texto donde habla de la vida de los vikingos.
¡Lo he pasado tantas veces que me lo sé de memoria! Y mira por donde, voy a estar en tierra de vikingos, no puedo perderme la experiencia de conocer sus barcos y sus costumbres.
El museo de los barcos vikingos será una de nuestras visitas obligadas.
Gritar con Munch
No sé si gritaré con él, pero desde luego no pienso perderme "El grito".
La obra de Munch me transmite algo profundo, emocional, como si me hiciera contactar con una parte desconocida de mi propia alma. Sé que él fue un alma angustiada y atormentada, y eso a la vez, me despierta una mirada compasiva y cariñosa hacia su trabajo.
Jugar a Geocaching
Lo de buscar cachés (o tesoros escondidos por la ciudad) es algo que nos gusta mucho hacer en familia. Aquí te expliqué en qué consiste.
Por lo visto en Oslo hay miles, pero miles, de cachés escondidos en sus calles y parques. ¿Cuántos seremos capaces de encontrar?
Picnics a tutiplén
Lo de hacer picnics es algo que nos gusta mucho. Rodearnos de un entorno bonito, natural y disfrutar de estar juntos, sin más.
El año pasado pudimos hacer alguno en Roma (mira aquí), este año en Oslo tenemos intención de hacer ¡todos los que podamos!
Además allí es muy habitual comer de matpakke, que viene a ser comida para llevar que consiste en pan con mantequilla y algo más (palegg). ¡Lo probaremos!
Ver la vida pasar desde un café noruego
Por lo visto Oslo es conocido por sus cafeterías y es más, es habitual que la gente haga punto o ganchillo mientras ve la vida pasar desde un café.
¡No me puede gustar más esa idea! Por si acaso, mi bolsa de ganchillo se viene conmigo?
Conocer la arquitectura de la ciudad
Chicosolitario está enamorado de las construcciones arquitectónicas imponentes, principalmente contemporáneas. Cuando viajamos a Nueva York, estaba absolutamente fascinado.
Me encanta disfrutar con él de esos momentos y escuchar sus explicaciones.
A ver cuántas veces me hace ir a la famosa Opera House, ese impresionante edificio que llaman el Iceberg urbano, encima lo tenemos cerca de casa.
Disfrutar de la luz
En este tiempo en Oslo amanece a las 4 de la madrugada y se pone el sol cerca de las 11 de la noche. Es decir hay más de 18 horas de luz solar al día. ¡Increíble!
Lo que contrasta tanto con el mes de enero donde apenas hay 6 horas de luz.
En cualquier caso, necesito luz y voy al lugar donde hay más luz, me parece un buen plan.
Recoger piedras, hacer un herbario y buscar trolls
Otra de las cosas que me gusta hacer allá donde voy es recoger algunas piedras para pintar mandalas (mira cómo lo hago aquí), son un recuerdo muy bonito para mí.
Y desde hace poco también buscamos hojas de las plantas que encontramos por la zona, para hacer un herbario.
Por otra parte, algo que tiene a Sunflower muy intrigada es buscar trolls, o al menos una de esas trampas para trollstan famosas.
Los trolls son seres mitológicos propios de las tierras escandinavas.
La lista de Chicosolitario con todos los museos, las fortalezas y los lugares a los que quiere llevarnos es mucho más amplia, pero yo me conformo con todo esto. No necesito más para tener unas vacaciones espectaculares en familia.
Aunque esté de vacaciones no pienso faltar a mi cita de los domingos, así que la próxima publicación será desde Oslo, ¡me hace ilusión!
También podrás seguirnos a través de Instagram. Y felices vacaciones para ti también ;-)
<<El placer es un sentimiento agradable y pasajero. La felicidad, considerada como sentimiento, es una sucesión de placeres. ? Voltaire>>
Suscríbete para seguirnos y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu correo electrónico.