Una vez que los pequeños reyes de la casa comienzan a tener movilidad, es decir, una vez que ya no se conforman con pasar todo el día tumbados en su cuna, mecedora o nuestros brazos. Una vez llegado el momento en que comienzan a demostrarnos su destreza para correr, "sí, correr", a cuatro patas y empiezan a conocer una nueva visión del mundo cercano osea su habitación, el salón, el pasillo, cocina, baño...y demás habitaciones porque gatearán como locos, como si se presentaran a unas olimpiadas gateadoras comienza nuestra locura.
Sí, cierto. Antes de eso ya andamos medio locos por las noches sin dormir, porque pasamos más tiempo dando de mamar, que haciendo cualquier otra cosa pero ahora comienza el momento de hacer ejercicio. El momento de jugar al "gato y al ratón". Ellos son los raudos y veloces ratones, nosotros seremos un gato tipo Tom. Sí, ese que siempre quiere atrapar a Jerry pero nunca lo logra...
Antes de comenzar esta aventura gateadora hemos de preparar la casa para los posibles peligros. No, no debemos llenar la casa de almohadones y quitar todo de su alcance pero sí evitar los peligros más graves, por así decirlo. Por lo menos, yo no soy de las que creen que hemos de quitar todo de su alcance, los peques deben aprender lo que se puede y lo que no se puede coger. Y eso se puede conseguir, eso sí, con tranquilidad y paciencia.
¿Cuáles son esos peligros?
Los enchufes. ¿Qué niño no se siente atraído a meter los deditos dentro de los agujeritos de los enchufes? Quien dice los dedos dice cualquier otra cosa. No sé qué tienen los enchufes pero los atraen como locos, por ello, nos toca bloquear todos aquellos enchufes que tengan a su alcance. En el mercado encontramos infinidad de bloqueadores para los enchufes.
Cajones. Uhm, ¿tienes los cajones ordenados? ¿Te gusta el orden como a una que yo conozco? Pues, desde ahora lo tienes un pelín complicado. Les encanta abrir cajones y sacar todo lo que hay dentro. Sin embargo, ese no es el problema sino sus deditos. Pueden pillarse los dedos con facilidad así que mi recomendación es la de bloquear aquellos cajones de fácil acceso para ellos. Si los cajones esconden peligros, como cuchillos y demás utensilios de la cocina, más motivo para hacerlo porque ahora igual no llega pero cuando pase de las cuatro patas a las dos seguro que sí lo hace.
Puertas. Si son las de los muebles son una tentación muy grande para ellos. Nosotros aún tenemos bloqueadas algunas en casa, por ejemplo, donde guardamos todos los productos de limpieza y, ejem, donde guardamos la vajilla pintada a mano, je je je, una cosa es que a estas alturas sepa que no hay que cogerla y otra evitar tentaciones, je je je je.
Ventanas. Otro de los grandes peligros son las ventanas, eso sí, es un peligro que viene con la postura vertical. Sí, ya pueden arrastrar sillas y trepar y ¡¡¡darnos un susto de muerte!!! En casa no las tenemos todas bloqueadas pero sí tenemos las del salón y en su habitación. El piojo no las puede abrir porque tienen tope. Nosotros lo tenemos puesto para poder abrirlas un poco, venga hemos calculado que su cabeza no pase por el hueco.
Escaleras. Si tienes escaleras dentro de casa es otro de los grandes peligros así que te tocará bloquearlas con pequeñas vayas que le impidan el acceso.
Lo mejor de todos estos sistemas es que los encuentras con facilidad en el mercado y no son caros. Cierto es que la seguridad de nuestros hijos no tiene precio.
Besitos Avainillados.