Queríamos un destino apto para niños y adultos, por lo que decidimos hacer el viaje a Andorra, que ahora en invierno está espectacular cubierta de nieve.
Parque familiar natural
Habíamos oído hablar muy bien de Naturlandia y nada más llegar comprobamos por qué. El paraje en el que está situado está rodeado de naturaleza y las vistas a la montaña son una maravilla. Además, la nieve hacía que la postal fuera perfecta.
El ambiente del parque era muy sano, con paseos en pony, juegos de aventura, parque de animales, vehículos eléctricos y muchas más actividades pensadas por y para disfrutar de la naturaleza. Se toman muy enserio preservar el medio natural y eso no es algo que se pueda decir de muchos parques de atracciones. Bravo por ellos.
El descubrimiento del Tobotronc
La atracción estrella del parque. Esta montaña rusa controlada de casi 5 minutos de bajada me pareció el momento más especial del viaje. Subí con mi hija y bajamos atravesando un bosque de pinos cubiertos de nieve que nos dejó alucinadas. Tuvimos que subir dos veces más durante el día porque se trata de una experiencia única. Los que no la hayáis probado, os la recomiendo totalmente. La visita a Naturlandia había sido muy acertada.
El hotel, la guinda del viaje
Para mí, un viaje es tan bueno como lo es el hotel en el que te alojas. Y con el nuestro acertamos totalmente, tanto en la ubicación en el centro de Andorra como en las instalaciones que tenía, donde no nos faltó de nada.
En la agencia con la que reservamos el viaje nos ofrecían packs de hotel + la entrada a Naturlandia por precios mucho más baratos que reservándolo por separado, así que nos ha salido genial de precio el viaje.
Poder disfrutar de un viaje a Andorra con tus hijos perfecto y que no se nos quite a ninguno la sonrisa de la boca durante todas las vacaciones ha sido maravilloso. ¡Volveremos seguro!