Llevo unos días pensando seriamente si escribir sobre este tema o no. Llevo días escuchando en televisión datos, preguntas incómodas de periodistas y no sé si merece la pena decir algo más. Se dicen tantas cosas, que a veces hasta parece que las víctimas son responsables de algo. Imagino que ya sabrás que voy a hacer referencia al último caso que hemos vivido en España sobre la violencia de género.
En alguna ocasión ya he hecho referencia a algún pueblecito de Cuenca que hemos visitado. De hecho, tenía preparado un post sobre Cuenca para vosotros con lugares que hemos visto y disfrutado durante nuestras vacaciones. Hoy todos conocemos un poco más a los conquenses, su carácter amable y colaborativo, y la participación ciudadana que ha habido para intentar buscar a Laura y Marina, dos chicas jóvenes, muy jóvenes, que han sido asesinadas (presuntamente) por un joven que no ha valorado ni respetado la decisión de romper con él y, por supuesto, no ha valorado ni respetado la vida de su ex pareja y de la amiga que iba a ayudarla a hacer las maletas.
He escuchado en televisión que qué podían hacer estas dos chicas, además de ir juntas por miedo a un chico que (presuntamente) era violento con su pareja. ¿Qué más podían hacer? La policía no está para hacer mudanzas, eso está claro. En muchas ocasiones si no denuncias estás condenada; y si denuncias, también.
¿Sabéis cuántas mujeres van asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas en los últimos años? 789 mujeres desde 2003, más de 1000 si nos remontamos a 1999… Muchas, demasiadas.
Muchas familias que se quedan sin hijas, sin hermanas, sin madres, sin tías, nietas o sobrinas… Muchas familias que tendrán una herida para siempre en sus almas y corazones porque ninguna muerte es agradable; pero que te la arrebaten así…
Creo que, como en casi todo, este problema que tenemos en España pasa por la educación. Seguimos en un país que, no sé si es machista, sexista o patriarcal, pero que tiene un problema. Un problema serio que mata a mujeres solo por el hecho de serlo. Un país cargado de violencia hacia la mujer que no se soluciona con medidas ineficaces de última hora. Y si no me crees, mira a tu alrededor. ¿Sabes lo que puede ocurrirte si te quedas embarazada? Pueden despedirte… Quizá la ley proteja, pero despedirte se hace y, en muchas ocasiones, después de tener que denunciar y tener que demostrar lo que te han hecho, ¿qué consigues al volver al trabajo? ¡Malas caras, mobbing y menosprecios! Que no. Que no debería tener que denunciar a ninguna empresa. Simplemente eso no se hace. No es ético, es violencia y NO se hace.
Lo mismo ocurre con la violencia de género. No sólo es enfrentarte con tu pareja o ex pareja. Es enfrentarte a denunciar que has sufrido malos tratos. Aguantar preguntas, forenses, psicólogos y familiares y amigos que hacen preguntas. Familias que toman partido, que hablan y dicen, e incluso hacen apuestas sobre si eres una "buena mujer" o si en algún momento "pedías guerra". Que no. Que no se debería tener que denunciar a nadie. Simplemente eso no se hace. No es ético, es violencia y NO se hace.
Lástima que el mundo no sea tan sencillo. Lástima que el mundo que nos rodea esté tan lleno de violencia, de competitividad y de malos modos. Lástima que se nos eduque en llegar tan lejos sin importarte los codazos que des por el camino. Lástima que se nos enseñe a dudar de quien pide ayuda a gritos y termine escribiendo una carta a una jueza para poner fin a su vida. Lástima que para hacer daño a una mujer a veces se utilicen a los niños (que en lo que va de año van muchos, demasiados asesinados a manos de sus propios padres). Lástima que se invierta dinero en armamento y se recorte en educación. Lástima que no se eduque en que hombres y mujeres somos diferentes, sí diferentes, pero todos aportamos y somos importantes; y que, evidentemente, ante un mismo puesto de trabajo, se debería tener el mismo salario. Lástima que la corresponsabilidadno exista en los libros de texto de la educación obligatoria. Lástima que la violencia azote a la mujer continuamente…
Si denuncias, porque denuncias.
Si callas, porque callas.
Si estás con él, será que te va el rollo.
Si lo dejas, porque eres una bruja.
Si lo cuentas, algo buscas.
… Y, a veces, todo llega tarde…
Una vez me contó mi abuela al preguntarle que por qué mi bisabuela era tan callada que la pobre mujer había aprendido a callar. Se casó con un hombre que bebía mucho y era celoso. Ella no podía hablar con nadie, ni salir de casa sola porque a él se lo llevaban los demonios pensando que ella se acostaba con otros. Cuando volvía a casa, borracho como una cuba, le pegaba y ella, por la presión social, sus hijos, su futuro… sólo callaba. Aprendió a callar y, la verdad, la mujer decía poco. Cuando el mayor de sus hijos consiguió el valor para defender a su madre, agarró a su padre y le amenazó diciéndole que sería la última cosa que haría si volvía a ponerle una mano encima. La recuerdo en sus últimos años, sentada en una mecedora mientras cosía, en silencio, sin mirar ni a la ventana.
Hoy no estamos en esa época. Hoy la mujer no debe callar si vive esa situación porque lo primero que debe saber es que el amorpoco tiene que ver con los golpes, los insultos, los chantajes o las amenazas. Las relaciones no se basan en el abuso y la violencia, ya sea verbal, física o psicológica. Y ahí es donde todos deberíamos recordar que
SI TE CHILLA, NO TE QUIERE
SI TE HUMILLA, NO TE QUIERE
SI CONDICIONA TU FORMA DE VESTIR, NO TE QUIERE
SI CONDICIONA TUS AMISTADES, NO TE QUIERE
SI CONDICIONA LA RELACIÓN CON TU FAMILIA, NO TE QUIERE
SI QUIERE CAMBIARTE, NO TE QUIERE
Y SI NO TE QUIERE, NO DEBERÍAS ESTAR CON ESA PERSONA.
Desde aquí me uno al sentimiento de tristeza y dolor a los familiares y amigos de Laura y Marina; también al de los niños que han perdido la vida a manos de sus padres. Sé que habrá voces que querrán decirme que los hombres también sufren violencia de género. La condeno igualmente, pero las cifras y los datos creo que demuestran que en temas de violencia de género el sexo femenino es el que más sufre.
Como madre de dos varones creo que tengo la responsabilidad de educar a mis hijos en valores de respeto, igualdad, empatía y solidaridad. Cada día lucharé por mantener estos principios en mi casa y hacer de este mundo un lugar mejor para todos.
Quien bien te quiere te hará REÍR vía @madresestresadas